La ingesta de arándanos rojos en forma de jugo, comprimidos o cápsulas redujo en mujeres la cantidad de infecciones de la vía urinaria (IVU) recurrentes; actuó de igual manera en niños y mayores susceptibles de padecerlas tras alguna intervención como la radioterapia vesical. El artículo aclara que aún son necesarios más estudios para evaluar la eficacia relativa y la seguridad de los diversos productos.


En esta quinta actualización de la revisión publicada en 1998 por Cochrane Database of Systematic Reviews *, los autores analizaron la efectividad de los productos con arándanos rojos (PAR) para prevenir las IVU en poblaciones susceptibles.

Los arándanos rojos contienen proantocianidina (PAC), polifenol que inhibe la adherencia de las fimbrias de la Escherichia coli a las células del urotelio de revestimiento vesical. 

Los PAR han sido ampliamente utilizados durante varias décadas para prevenir las infecciones urinarias; sin embargo, en la actualidad no existe un régimen establecido sobre qué dosis de PAC utilizar ni una regulación formal de los productos por parte de las autoridades sanitarias. 

Objetivos y detalles del estudio
Para evaluar la efectividad preventiva de las IVU en poblaciones susceptibles, los autores analizaron los resultados de estudios controlados aleatorizados (ECA) que compararon la aparición de IVU en personas que tomaban algún producto de arándanos rojos con las que tomaban un placebo o ningún tratamiento. 

Analizaron también los resultados de ECA que comparaban un PAR con otros tratamientos, como antibióticos o probióticos.

La investigación comprendió una búsqueda en el Registro Especializado en Riñón y Trasplante del Grupo Cochrane hasta la fecha límite del 13 de marzo de 2023 mediante el contacto con especialistas en información. 

Los estudios incluidos en el registro se identificaron mediante búsquedas en las bases de datos Biomed Central, Medline y Embase, actas de congresos, el portal de la Plataforma del Registro Internacional de Ensayos Clínicos (ICTRP) y ClinicalTrials.gov.

Las evaluaciones independientes con datos extraídos recopilaron información sobre métodos, participantes, intervenciones y resultados (incidencia de IVU sintomáticas, resultados de cultivos positivos, efectos secundarios, adherencia al tratamiento). 

La calidad de los estudios se analizó con la herramienta de evaluación del riesgo de sesgos del Grupo Cochrane y para la clasificación de la calidad de la evidencia utilizaron el enfoque GRADE de Calificación de las Recomendaciones.

Los 26 nuevos estudios agregados a esta quinta actualización elevó a 50 el número de trabajos revisados que incluían un total de 8 857 participantes aleatorizados. Cuarenta y cinco de ellos compararon PAR con placebo, agua o ningún tratamiento específico en seis grupos diferentes de participantes.

Resultados de interés
En evidencias de certeza moderada, los PAR redujeron el riesgo de IVU.
Cuando los estudios se dividieron en grupos según la indicación de tratamiento, los PAR habrían disminuido el riesgo de IVU sintomáticas verificadas por cultivo en mujeres con IVU recurrentes, en niños y en personas con susceptibilidad a las IVU debido a una intervención. Sin embargo, el beneficio habría sido escaso o nulo en hombres y mujeres ancianos institucionalizados, mujeres embarazadas o adultos con disfunción neuromuscular de la vejiga con vaciamiento incompleto.

También se compararon PAR con probióticos, antibióticos, comprimidos o jugos y diferentes dosis de proantocianidina. En comparación con los antibióticos, los autores señalan que los productos de arándano rojo podrían suponer una diferencia mínima o nula en el riesgo de IVU sintomáticas verificadas por cultivo o en el de síntomas clínicos sin cultivo.

En comparación con los probióticos, los PAR reducirían el riesgo de IVU sintomáticas verificadas por cultivo. En su opinión, no era claro si la eficacia difiere entre el jugo y los comprimidos o entre las diferentes dosis de PAC, porque la certeza de las pruebas fue muy baja.

La cantidad de participantes con efectos secundarios gastrointestinales aparentemente no fue diferente entre los que tomaban PAR y los que recibieron placebo o ningún tratamiento específico. Tampoco se observó una relación clara entre el cumplimiento del tratamiento y el riesgo de IVU repetidas.
Los autores no lograron demostrar ninguna diferencia en el riesgo de IVU entre las dosis bajas, moderadas y altas de PAC.

Para los autores, estos datos respaldan el uso de PAR para reducir el riesgo de IVU sintomáticas, verificadas por cultivo, en mujeres con IVU recurrentes, en niños y en personas susceptibles de padecer IVU después de intervenciones. Sin embargo, la evidencia actualmente disponible no apoya su uso en ancianos, pacientes con problemas de vaciado vesical o mujeres embarazadas. 

En opinión de los investigadores, aún existe una considerable incertidumbre sobre la dosis adecuada de ingesta de proantocianidina a través de PAR necesaria para reducir el riesgo de IVU, por lo que se necesitan más estudios que utilicen diferentes dosis de estos flavonoides para determinar la que sea más efectiva, con mejor tolerabilidad y menor riesgo de efectos adversos en los grupos de pacientes con riesgo de IVU sintomáticas.

También señalan la necesidad de realizar más investigaciones para evaluar la eficacia relativa y la seguridad de los PAR en comparación con los antibióticos o los probióticos con el fin de prevenir las IVU sintomáticas.

* The Cochrane Database of Systematic Reviews
Cranberries for preventing urinary tract infections
Williams G, Stothart CI, Hahn D y colaboradores
10 de noviembre, 2023