Una nueva generación de científicos de Estados Unidos -muchos ellos de origen hispano- comienzan a lograr avances en descifrar el motivo por el cual los hispanoamericanos viven en promedio varios años más que los blancos, a pesar de tener menos ingresos, inferior atención médica y tasas superiores de diabetes y obesidad, entre otras morbilidades.
La nutrición parenteral de pacientes pediátricos que incorpora cuatro fuentes de lípidos (4-OLE), entre ellas el aceite de pescado, demostró reducir las hospitalizaciones y las infecciones urinarias.