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La contaminación ambiental en América y sus efectos en la salud
Revista Alergia México; Monterrey, México, 13 Mayo 2022

La reducción de la exposición a los contaminantes del aire se ha asociado con una respuesta favorable en la salud respiratoria, por ello es necesario implementar medidas que contribuyan a la mejoría en la calidad del aire.

Para los autores del artículo publicado por la Revista Alergia México*
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el cambio climático y la contaminación del aire generan una carga social y económica significativa. El impacto negativo sobre la salud aumenta los síntomas alérgicos, el uso de medicamentos de rescate, las visitas a emergencias y las hospitalizaciones.

El impacto de la contaminación ambiental
La contaminación es la principal causa ambiental de enfermedad y muerte prematura en el mundo de hoy. Las enfermedades causadas por la contaminación han sido responsables de aproximadamente nueve millones de muertes en los últimos cinco años cifra que equivale al 16 % del total de muertes del mundo.

En los últimos 50 años, la mitad de los bosques del planeta han sido destruidos y cada año 13 millones de hectáreas son deforestadas. A partir del 2020, dos tercios de la población mundial vivirá en áreas urbanas.

El artículo informa que en Latinoamérica y el Caribe más de 100 millones de personas están expuestas a mayores niveles de contaminación que las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).


Tipos de contaminantes y fuentes
En las zonas urbanas el dióxido de nitrógeno (NO2), el ozono (O3) y el material particulado (PM) constituyen los componentes predominantes de la contaminación del aire. El dióxido de azufre (SO2) es abundante en las áreas industriales. 


Efectos del cambio climático en la salud
Las exposiciones durante largo y corto plazo a la contaminación por partículas finas (PM2.5), pueden causar la muerte prematura y efectos nocivos en el sistema de servicio de urgencias por infartos, eventos cerebrovasculares y exacerbación de enfermedades respiratorias crónicas.

El mayor número de muertes en ciudades de América Latina que se atribuyen a la contaminación ocurren en Argentina, Brasil y México, donde se han calculado más de 10 000 muertes al año.
De acuerdo con la OMS, en México las ciudades con mayores niveles de PM10 son Monterrey, Ciudad de México, Guadalajara, Puebla, Juárez y León; y las primeras dos tienen cifras inadecuadas de PM2.5.
 
Se han demostrado efectos adversos no solo con exposiciones altas de contaminantes, sino también bajas, afectando a personas con enfermedades preexistentes.

Los episodios de polvo de arena están asociados con un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular y morbilidad respiratoria. La contaminación del aire es la segunda causa principal de enfermedades no transmisibles (ENT). Debido a que las estimaciones de la carga aún no incluyen todos los resultados importantes (alergias, bajo peso al nacer, efectos cognitivos), el impacto general puede estar subestimado.


Alergia y cambio climático
Los investigadores consideran que el aumento repentino de los niveles de contaminantes ambientales debido al desarrollo industrial y el tráfico de vehículos urbano ha afectado la calidad del aire y, en consecuencia, la gravedad y la mortalidad por enfermedades alérgicas.
Los contaminantes ambientales actúan sobre el sistema inmunológico y respiratorio en desarrollo, lo que aumenta la posibilidad de efectos negativos sobre la maduración estructural y funcional del aparato respiratorio en los nin?os.

La contaminación ambiental puede influir en el epigenoma, ocasionando cambios en los cromosomas que afectan la actividad y expresión de los genes, modificando el riesgo de enfermedades alérgicas.

La contaminación del aire causa morbilidad y mortalidad significativas en pacientes con enfermedades inflamatorias de las vías respiratorias, como rinitis alérgica, rinosinusitis crónica, asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
El estrés oxidativo en pacientes con enfermedades respiratorias puede inducir inflamación eosinofílica en las vías respiratorias, aumentar la sensibilización alérgica atópica y la susceptibilidad a infecciones.
Además, ocurre generación de estrés oxidativo por los contaminantes, jugando un papel en la inflamación alérgica de las vías respiratorias.

La interacción de las exposiciones ambientales en interiores y exteriores y los factores del huésped pueden afectar el desarrollo y la progresión de enfermedades alérgicas de por vida.

Las exacerbaciones de asma relacionadas con la contaminación del aire se deben a factores climáticos que favorecen la acumulación de contaminantes del aire a nivel del suelo, como el caso de los vehículos de motor.

Un estudio llevado a cabo en Perú encontró que la tasa de rinitis fue significativamente mayor en los adolescentes periurbanos de Lima en comparación con sus contrapartes rurales (23 % versus 12 %, respectivamente.
La exposición a la contaminación ambiental a PM2.5 en el aire, específicamente al componente de carbón negro, aumentó significativamente las probabilidades de una peor calidad de vida relacionada con la rinoconjuntivitis entre los niños y adolescentes periurbanos atópicos y no atópicos con asma.

Co posterioridad a estos resultados, Perú implementó regulaciones en el tráfico vehicular, las cuales permitieron la disminución de 62 % en los niveles de PM2.5, 65 % de dióxido de nitrógeno y 82 % de dióxido de azufre, con a consiguiente mejora significativa en la calidad del aire.

Los escapes de automóviles, camiones y plantas de energía son las fuentes más importantes de dióxido de nitrógeno al aire libre, el cual es un precursor del esmog fotoquímico que se encuentra en las regiones urbanas e industriales.
La exposición al dióxido de nitrógeno se asocia con un aumento de las visitas a la sala de emergencias, las sibilancias y el uso de medicamentos entre los niños con asma.
El dióxido de nitrógeno induce la nitración de alérgenos y favorece las respuestas de T helper 2 (Th2), lo que conduce a una mayor alergenicidad del polen en áreas contaminadas y un mayor riesgo para la salud humana.


La influencia en los alérgenos
El cambio climático ha influido en la exposición a alérgenos extramuros y se asocia con exacerbaciones de enfermedades de la vía respiratoria superior e inferior.
Los altos niveles atmosféricos de dióxido de carbono (CO2) han llegado a 400 ppm en comparación con la época preindustrial con 280 ppm.
Estos cambios en el ambiente y la creciente concentración de dióxido de carbono en la atmósfera puede inducir:
Aumento y aceleración del crecimiento de las plantas.
Mayor intensidad de la floración.
Aumento de la potencia del alérgeno del polen.
Mayor duración de la floración, con un avance en el crecimiento de las plantas y, por lo tanto, en el inicio de la temporada de polen.
Temporada de polen más larga basada en el comienzo de la temporada anterior.
Mayor sensibilidad y exposición a pastos subtropicales.

Se pronostica que para 2050, las concentraciones de Ambrosia serán cuatro veces más altas que los valores actuales, debido a las cifras ascendentes de dióxido de carbono.

La concentración de polen alergénico influye en el grado de los síntomas; sin embargo, la relación entre la exposición al alérgeno, la inflamación de las vías respiratorias y los síntomas clínicos es compleja y están implicados otros factores, además de los alérgenos.

La exposición a granos de polen (lípidos activos) o gránulos 15-40 υm en conjunto con los contaminantes deriva en síntomas de la vía aérea superior, mientras que las partículas derivadas del polen < 15 υm ocasionan síntomas bronquiales asociados al asma.

Consecuencias meteorológicas
Los autores opinan que el aumento del efecto del calor urbano puede elevar los niveles de algunos contaminantes secundarios (ozono), e indirectamente conduce al incremento de las fuentes naturales de emisiones de contaminantes atmosféricos (descomposición de la vegetación, erosión del suelo e incendios forestales).

La reparación de los daños causados por una tormenta ocasiona exposición al moho y los productos químicos tóxicos que se encuentran en las casas inundadas. Estos riesgos son particularmente peligrosos para las personas con asma y otras enfermedades respiratorias.

Durante las tormentas de lluvia ocurre la dispersión de partículas alergénicas más respirables, la cual se origina a partir de polen y esporas por ruptura osmótica.

Los alérgenos que transportan partículas en el aire mucho más pequeñas que los granos de polen (partículas paucimicrónicas) pueden explicar los síntomas bronquiales que afectan a los sujetos durante la temporada de polen o una tormenta eléctrica.
Las orbículas, los gránulos pequeños (1-5 μm) o las gotitas cargadas con alérgenos pueden desempeñar un papel en el asma alérgica, contribuyendo a formar un aerosol respirable durante la temporada de polen y las tormentas eléctricas.

El 21 de noviembre de 2016, en Melbourne, Australia, los factores ambientales desencadenaron una epidemia de asma debido a una tormenta eléctrica de magnitud, ritmo, rango geográfico y gravedad sin precedentes.
El origen étnico asiático y el asma diagnosticado por un médico fueron factores predictores para exacerbaciones mortales. Las concentraciones de gramíneas eran extremadamente altas (> 100 granos/m3); además de que un frente de viento cruzó Melbourne, disminuyendo la temperatura 10°C, elevando la humedad por encima de 70 % y concentrando las partículas.
En 30 horas, hubo 3365 casos relacionadas con el sistema respiratorio en los servicios de urgencias y 476 ingresos hospitalarios relacionados con el asma.


Medidas y políticas gubernamentales
Entre los países del continente americano existen grandes diferencias respecto a la implementación de las directrices de calidad de aire indicadas por la OMS.
PM10, PM2.5, dióxido de nitrógeno, ozono y dióxido de azufre son los principales contaminantes atmosféricos regulados; sin embargo, esto ocurre solamente en 21 países.
Los niveles más bajos de PM10 han sido adoptados por Estados Unidos, Guatemala, Perú y Bolivia; mientras que solamente los primeros dos países, además de Canadá, lo hicieron para PM2.5.

El control y la aplicación de las regulaciones que ya existen se consideran limitadas, ya que solo 19 de los 35 países de América informan sobre las mediciones de la calidad del aire.
Además, 84 % de las ciudades con sitios de monitoreo se encuentran en países de altos ingresos.

El metano es un potente gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento 25 veces superior al del dióxido de carbono.
México, junto con Canadá y Estados Unidos, ha establecido el compromiso de reducir sus emisiones de metano entre 40 y 45 % para el año 2030.

Desde hace años, México implementó el programa urbano Hoy no circula de restricción al tránsito vehicular. Su aplicación se extiende a todas las delegaciones de la Ciudad de México y a 18 municipios del Estado de México. La circulación de los vehículos depende del holograma portado (1, 2, 0 o 00) y es asignado con base en sus niveles de emisión de partículas, los cuales se determinan a partir de la verificación vehicular.
Este proceso se realiza periódicamente para conocer el impacto del automóvil en el medio ambiente.

Desde el 2005, las cámaras legislativas han presentado solicitudes para que el asma y otras enfermedades respiratorias crónicas se consideren una prioridad nacional de salud, y para que se establezcan programas de prevención. En 2005 se instauró la primera iniciativa y en 2006 la segunda.


Futuro de las políticas gubernamentales en América Latina
Las políticas y las inversiones en transporte público sostenible, como el tránsito de autobuses basado en tecnologías de emisiones más bajas o las vías para caminata y ciclismo, también pueden tener beneficios inmediatos para la salud al promover viajes activos seguros, disminuir los niveles de contaminación atmosférica y ruido, disminuir el tráfico, además de reducir sustancialmente las emisiones de dióxido de carbono.
Ejemplos de políticas que se pueden apoyar para el futuro son: intercambiar el parque vehicular pesado por transportes más limpios y vehículos más eficientes y menos contaminantes, que utilicen combustibles con contenido reducido de azufre; aplicar normas más estrictas en materia de eficiencia y de emisiones de partículas y los precursores de ozono, incluidos los óxidos de nitrógeno.
Las soluciones energéticas domésticas limpias (estufas de gas o electricidad) también ofrecen una gama de beneficios, incluyendo una exposición reducida a la contaminación del aire en el hogar y al aire libre.

En base a sus puntos de vista, los autores convocan al personal de salud y organismos gubernamentales a trabajar "en conjunto para generar mayor conciencia y políticas de control ambiental."



* Revista Alergia México

Contaminación ambiental y alergia
** Sandra Nora González-Díaz, Cindy Elizabeth de Lira-Quezada, Rosalaura Virginia Villarreal-González, José Ignacio Canseco-Villarreal
Vol.69  supl.1

21 de Marzo, 2022
https://doi.org/10.29262/ram.v69isupl1.1010 

** Todas las autoras/es se desempeñan en el Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, Nuevo León, México.