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Introducción
La igualdad de género para las mujeres y niñas incluye el derecho al acceso universal a la atención de salud sexual y reproductiva así como el acceso a la anticoncepción. En los países en vías de desarrollo donde la fecundidad es alta, la existencia de barreras de acceso de las mujeres a la anticoncepción genera baja adhesión al uso de los diferentes métodos anticonceptivos. Uno de los métodos anticonceptivos más utilizados es el uso de las píldoras anticonceptivas que brinda dos beneficios principales para la salud. Por una parte, se prescriben a mujeres sanas en edad fértil para evitar un embarazo no deseado. Además, se utilizan como tratamiento no anticonceptivo para cefaleas, migrañas, dolores articulares o inflamatorios, menstruaciones irregulares y acné asociado con patologías ginecológicas. La mayoría de las mujeres utiliza píldoras anticonceptivas con fines anticonceptivos, mientras que, aproximadamente, un 14% lo hace por motivos no anticonceptivos. Diversas investigaciones han demostrado que existe una necesidad insatisfecha de anticonceptivos en mujeres en edad fértil en las zonas rurales de los países en vías de desarrollo. Se estima que aproximadamente el 41% de las mujeres en edad fértil se enfrentan a barreras para buscar un método anticonceptivo.
El objetivo de este estudio fue describir la adhesión y barreras en el uso de los métodos anticonceptivos en una población de mujeres adultas en el contexto de atención primaria.
Métodos
Se realizó un estudio cuantitativo, observacional, descriptivo de corte transversal, con una muestra no probabilística de mujeres mayores de 18 años atendidas en un centro de salud de primer nivel en el distrito de Chorrillos de Lima (Perú), en el periodo comprendido entre octubre y diciembre del año 2022. El estudio siguió los principios de Helsinki y contó con la aprobación del Comité de Ética de la Sociedad Peruana de Obstetricia y Ginecología. El instrumento utilizado para recolectar la información fue el Estudio IRB (Barriers to adolescent contraception adherence) que contiene 26 preguntas y está conformado por dos secciones; la primera describe las características sociodemográficas y la segunda sección contiene preguntas que evalúan el acceso y la preferencia de acceso a la información sobre anticoncepción. Se usó estadística descriptiva y la prueba exacta de Fisher para el análisis bivariado.
Resultados
En el estudio participaron un total de 353 mujeres, la media de edad fue de 24.6 ± 4.2 años. El 74.2% de las participantes eran mayores de 21 años (n = 262). El 65.7% eran solteras y el 19.5% convivientes; el 58.4 % refirió nivel de estudios universitarios; el 73.7% eran de religión católica frente al 26.3% de evangélicos. El 92.9% (n= 328) de las encuestadas respondieron que sí tenían relaciones sexuales. Adicionalmente, el 89.8% (n = 317) utilizaba métodos anticonceptivos. Los métodos anticonceptivos más usados fueron el condón masculino (37.2%) y las píldoras anticonceptivas (23%). Con respecto al tiempo que vienen usando métodos anticonceptivos, el 41.8% (n = 133) dijo más de 2 años y el 17.6% (n = 56) menos de 6 meses. El 57.5% no utilizaba otro método anticonceptivo. Del grupo que sí utilizó otro método anticonceptivo (n = 138), los anticonceptivos inyectables, los preservativos y anticonceptivos orales fueron los más usados. Al preguntarles si usaban el método según indicación médica, el 75.4% (n = 266) respondió que tuvieron adhesión a la indicación. El 74.8% (n = 264) de las encuestadas refirieron que sí usaban algún tipo de método anticonceptivo durante sus relaciones sexuales. Por otra parte, se les consultó si el método anticonceptivo actual es el mejor para cada una, el 88.6% (n = 312) consideró que sí es el mejor. Acerca del conocimiento sobre el método anticonceptivo de emergencia, el 90.7% (n = 320) de las encuestadas dijeron que sí lo conocen y el 48.7% (n = 172) que no lo han utilizado. En lo referido a la preocupación por los efectos secundarios de los anticonceptivos, el 66.2% (n = 230) se sintió preocupada y al 34.8% (n = 123) no le preocupaba. En este contexto, el 47.8% (n = 109) teme que los anticonceptivos generen aumento de peso, el 21.5% (n = 49) cree que los anticonceptivos producen sangrado irregular y el 13.6% (n = 31) cree que es un riesgo para la salud a largo plazo. Acerca de la fuente de información sobre los métodos anticonceptivos, el 60.6% (n = 214) indicó que su médico le brindó información. En cuanto a la prevención de enfermedades de trasnsmisión sexual, el 94.6% (n = 334) sostuvo que los preservativos son el método más seguro. La probabilidad de usar métodos anticonceptivos por mujeres mayores de 21 años fue 2.58 veces más alta que aquellas de 18 y 21 años. Los principales obstáculos fueron el temor por los efectos colaterales de los anticonceptivos con 66.2% y el desplazamiento al centro de salud para su control con 23.5%.
Conclusiones
Los resultados de este estudio indican que la mayor parte de mujeres que acudieron al consultorio de ginecoobstetricia en un establecimiento de salud de primer nivel son jóvenes y que hacen uso de los diferentes métodos anticonceptivos, priorizando al condón masculino y las píldoras orales. La edad y la práctica de actividad sexual son factores que estuvieron vinculados a la adhesión a los métodos anticonceptivos. La preocupación por el aumento de peso, el sangrado, el riesgo para la salud y el desplazamiento al centro de la salud fueron las principales barreras identificadas.