Resúmenes amplios

LA RESPUESTA DE SALUD PÚBLICA A UN BROTE DE FIEBRE REUMÁTICA AGUDA EN UNA COMUNIDAD ABORIGEN REMOTA


Canberra, Australia
Los brotes de fiebre reumática aguda son raros a pesar de las altas tasas de fiebre reumática aguda que experimentan las comunidades aborígenes remotas, pero es fundamental mejorar la prevención de la fiebre reumática aguda a nivel primario y secundario, abordando los determinantes sociales de la salud.

Australian and New Zealand Journal of Public Health 47(5):1-7

Autores:
Egoroff N

Institución/es participante/s en la investigación:
Australian National University

Título original:
An Outbreak of Acute Rheumatic Fever in a Remote Aboriginal Community

Título en castellano:
Un Brote de Fiebre Reumática Aguda en una Comunidad Aborigen Remota

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.92 páginas impresas en papel A4

Introducción 

La fiebre reumática aguda (FRA) es una respuesta autoinmune que surge como una complicación de la infección de la faringe, y posiblemente de la piel, por la bacteria Streptococcus del grupo A (SGA). La FRA es una enfermedad prevenible y vinculada con la pobreza. El pilar del tratamiento de los casos de FRA es la profilaxis secundaria con inyección intramuscular de bencilpenicilina G benzatínica cada 21 a 28 días. La recurrencia de FRA puede provocar la enfermedad cardíaca reumática (ECR), una afección crónica y debilitante, marcador de extrema inequidad en salud y que supone una carga económica sustancial para los sistemas de salud. 

El objetivo de este estudio fue describir la respuesta de salud pública a un brote de FRA en una comunidad aborigen remota. 

 

Métodos

En agosto de 2021, el Northern Territory Rheumatic Heart Disease Control Program identificó un brote de FRA en una comunidad aborigen remota. La FRA es endémica en la región. Se elaboró una respuesta de salud pública utilizando un protocolo modificado de glomerulonefritis aguda posestreptocócica y la National Acute Rheumatic Fever Guideline for Public Health Units. Todos los casos se diagnosticaron utilizando los criterios de FRA australianos de 2020 para el diagnóstico de los primeros episodios conocidos o recurrentes de FRA definitiva, probable o posible. Los episodios de FRA del brote se clasificaron como aquellos con inicio de la enfermedad (definida como la fecha de inicio de los síntomas de FRA) entre el 1 de julio y el 15 de octubre de 2021, en individuos que habían residido o visitado la comunidad afectada o los países de origen asociados durante ese período. Los contactos cercanos incluyeron a las personas que permanecieron en el mismo hogar que un caso durante el período de riesgo de cuatro semanas anteriores al inicio de la FRA. Los aislamientos de SGA recuperados de cualquier muestra recolectada en la clínica en la comunidad afectada durante el período del brote, fueron retenidos y remitidos por el laboratorio de diagnóstico de rutina para una investigación adicional.

 

Resultados

Durante el brote se diagnosticaron un total de 12 casos (11 diagnósticos definitivos y uno probable de FRA), con inicio entre el 1 de julio y el 15 de octubre de 2021, lo que representó seis veces el promedio de casos diagnosticados durante el mismo período en los cinco años anteriores (n = 1.8). La mitad (n = 6) de los casos de brote se clasificaron como nuevos episodios, y la otra mitad como episodios recurrentes con profilaxis secundaria tardía de la FRA. Todos los casos de brote fueron aborígenes, con una proporción de sexo de 1:1 entre mujeres y varones, y una mediana de edad de 16 años (rango de 10 a 34 años). De las 11 muestras tomadas, un aislamiento de SGA se cultivó a partir de un hisopado faríngeo. Además de los 12 casos diagnosticados, se revisaron otras tres presentaciones similares a las de la FRA. Dos se excluyeron como casos de brote, ya que la revisión clínica encontró pruebas insuficientes para cumplir con los criterios diagnósticos para la FRA; una de estas presentaciones tenía ECR no diagnosticada previamente. La tercera presentación bajo revisión tenía antecedentes de poliartralgia, pero se perdió durante el seguimiento.

El rastreo de contactos y la detección de 11 hogares identificaron 86 contactos cercanos. En los 85 contactos cercanos que fueron examinados con éxito, se encontraron las siguientes afecciones/síntomas: sarna (n = 9), llagas en la piel (n = 8), faringitis (n = 1) y síntomas similares a los de la FRA (n = 4). Se proporcionó tratamiento a los contactos cercanos durante el rastreo de contactos según las pautas. Los contactos cercanos identificados con síntomas compatibles con FRA, como poliartralgia, fueron remitidos a la clínica local para su evaluación. La proporción de sexo entre mujeres y varones de los contactos cercanos fue de aproximadamente 1:1 (n = 45:41), con una mediana de edad de 25 años. Se recolectaron un total de 23 muestras de hisopados de contactos cercanos, con aislamientos de SGA recuperados de cuatro de siete muestras de úlceras en la piel. 

 

Conclusiones

Australia tiene uno de los niveles de vida más altos del mundo, sin embargo, las tasas de FRA y ECR no han disminuido. Los brotes de FRA son raros a pesar de las altas tasas de FRA que experimentan las comunidades aborígenes remotas. No obstante, puede haber mejoras en la actual orientación nacional de salud pública en relación con el conglomerado de FRA y el tratamiento de brotes. Este brote representó un aumento, tanto en los primeros episodios como en las recurrencias de la FRA, y pone de relieve la necesidad crítica de fortalecer la administración de profilaxis secundaria y de mejorar los determinantes sociales de la salud en la región. Es fundamental mejorar la prevención de la FRA a nivel primario y secundario,  abordando los determinantes sociales de la salud. Al hacerlo, la morbilidad inaceptable, la mortalidad y la carga económica asociadas con la FRA y su secuela la ECR en Australia pueden reducirse o eliminarse.

 



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