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Introducción
Introducción La sepsis en una enfermedad frecuente y, en general, fatal; las estimaciones recientes sugieren que aproximadamente el 20% de todos los decesos obedece a sepsis. Si bien entre 1990 y 2017 se refirieron mejoras en los índices de mortalidad asociados con la sepsis, los pacientes que sobreviven por lo general presentan secuelas orgánicas. El tratamiento estándar de la sepsis consiste en la administración de antibióticos y medidas generales de sostén. En esta población se describieron deficiencias de ácido ascórbico y tiamina, posiblemente por la reducción de la ingesta y el aumento de las demandas metabólicas. La terapia con suplementos de ácido ascórbico y tiamina ha sido estudiada por décadas y, en la actualidad, el interés por esta estrategia terapéutica ha aumentado de manera considerable. Los estudios experimentales y los trabajos clínicos no controlados sugirieron que los corticoides y el ácido ascórbico podrían ejercer efectos sinérgicos; en un estudio de observación, el tratamiento combinado con ácido ascórbico, tiamina y corticoides se asoció con mejoría de la evolución clínica en pacientes con sepsis. Sin embargo, los estudios clínicos aleatorizados realizados en este sentido, con ácido ascórbico administrado de manera exclusiva o en combinación con corticoides y tiamina, no mostraron resultados concluyentes. Cabe destacar que el ácido ascórbico se ha propuesto como una terapia adyuvante en pacientes con insuficiencia respiratoria asociada con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). La finalidad del estudio Ascorbic Acid, Corticosteroids, and Thiamine in Septic Shock (ACTS) fue determinar los efectos del tratamiento combinado con ácido ascórbico, corticoides y tiamina, respecto de placebo, en pacientes con shock séptico, en términos de los cambios en los puntajes de la Sequential Organ Failure Assessment (SOFA) desde el momento de la inclusión y en las 72 horas posteriores. Pacientes y métodos Los pacientes del presente estudio fueron incluidos entre el 9 de febrero de 2018 y el 26 de noviembre de 2019. El estudio tuvo un diseño aleatorizado, a doble ciego y controlado con placebo y se llevó a cabo en 14 centros de los EE.UU. Se incluyeron pacientes adultos de 18 años o más con diagnóstico presuntivo o confirmado de infección y tratados con vasopresores como consecuencia del shock; los participantes fueron asignados aleatoriamente (1:1) a placebo o al grupo de intervención, que recibió ácido ascórbico (1500 mg), hidrocortisona (50 mg) y tiamina (100 mg) cada 6 horas durante 4 días o hasta el alta de la unidad de cuidados intensivos. Todos los fármacos se administraron por vía intravenosa. Los pacientes fueron tratados, según las normas de práctica clínica, con antibióticos y vasopresores o fluidos para mantener la presión arterial de 65 mm Hg o más alta, y tratamiento precoz del sitio de la infección. El criterio principal de valoración fue el cambio en la SOFA a las 72 horas de la inclusión y la asignación a los grupos. La frecuencia de insuficiencia renal y la mortalidad por cualquier causa a los 30 días fueron los dos criterios secundarios principales de valoración. La diferencia mínima clínicamente relevante en los puntajes de la SOFA se estableció en 2 puntos. Para los análisis se incluyeron los pacientes que recibieron, al menos, una dosis de medicación. Resultados Los 205 pacientes reunidos tuvieron 68 años en promedio; el 44% era de sexo femenino. Doscientos pacientes (98%) recibieron al menos una dosis de medicación, completaron el estudio y se incluyeron en los análisis estadísticos (101 en el grupo de tratamiento activo y 99, en el grupo placebo). En general, no se observaron interacciones estadísticamente significativas entre el tiempo y el grupo de tratamiento en relación con la SOFA en el transcurso de las 72 horas después de la inclusión (cambio promedio del puntaje de 9.1 a 4.4 puntos en el grupo de tratamiento activo, en comparación con 9.2 a 5.1 puntos en el grupo placebo; diferencia promedio ajustada de -0.8; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: -1.7 a 0.2; p = 0.12 para la interacción). Tampoco se observaron diferencias entre los grupos en la incidencia de insuficiencia renal (31.7% en el grupo de tratamiento activo, en comparación con 27.3% en el grupo placebo; diferencia ajustada de riesgo de 0.03; IC 95%: -0.1 a 0.2; p = 0.58) o en la mortalidad a los 30 días (34.7% y 29.3%, respectivamente; hazard ratio, 1.3; IC 95%: 0.8 a 2.2; p = 0.26). Los efectos adversos más frecuentes fueron la hiperglucemia (12 casos en el grupo de tratamiento activo, en comparación con 7 pacientes asignados a placebo), la hipernatremia (11 y 7 pacientes, en el mismo orden) y las infecciones intrahospitalarias (13 pacientes en el grupo de tratamiento activo, en comparación con 12 sujetos en el grupo control). Conclusión En el presente estudio clínico aleatorizado que incluyó a 200 adultos con shock séptico, el tratamiento durante 4 días con ácido ascórbico, hidrocortisona y tiamina por vía intravenosa cada 6 horas no se asoció con ventajas significativas, respecto de placebo, en los cambios de la SOFA a las 72 horas. Por lo tanto, los hallazgos no avalan el uso de rutina de esta terapia en pacientes con shock séptico.
¿Cuáles son los efectos del tratamiento con ácido ascórbico, hidrocortisona y tiamina, respecto de placebo, en pacientes con shock séptico?

 

La respuesta correcta se infiere al leer atentamente el trabajo:

TRATAMIENTO CON ÁCIDO ASCÓRBICO, CORTICOIDES Y TIAMINA EN EL SHOCK SÉPTICO

Programa SIIC  de Eduación Médica Contínua (PEMC-SIIC)

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