Programa Actualización Científica sin Exclusiones (ACisE)

Informes comentados

dispuestos por fecha de ingreso a SIIC

Informe
Autor del informe original
R salgado Aranda
Institución: Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC),
Madrid España

Tasa de Implante de Marcapasos con Indicación Preferente o Urgente durante la Primera Ola de la Pandemia de SARS-CoV-2
Durante la primera ola de la pandemia de COVID-19 se observaron cambios sustanciales en los patrones de abordaje de las cardiopatías agudas, a pesar de que la asistencia de urgencia siempre estuvo asegurada. Las consecuencias de la pandemia de COVID-19 sobre el tratamiento de las bradiarritmias coinciden con lo referido con anterioridad para la cardiopatía isquémica y con los resultados de estudios previos de otros países.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/165138

Comentario
Autor del informe
Luz Gracia Don 
Hospital San Martín, Paraná, Argentina


Los pacientes con COVID-19 presentan comúnmente manifestaciones de enfermedad cardíaca. El espectro de enfermedades cardíacas en el contexto de este virus es muy amplio e incluye miocarditis, injuria hipóxica, cardiomiopatía por estrés (Takotsubo), injuria isquémica, distención de ventrículo derecho producido por embolia de pulmón y arritmias. Este artículo compara la tasa de implantes de marcapasos durante la primera ola de pandemia. Desde el 14 de marzo del 2020 cuando se declaró el estado de alerta sanitaria en España por la pandemia de coronavirus-19, en la parte asistencial se redujeron las prácticas asistenciales no prioritarias, manteniéndose la atención de urgencias, esto llevó a una reducción del 40% en el número de alertas por infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST. Este trabajo
se realizó para evaluar el tratamiento de las bradiarritmias graves en España. Para evaluar esto la Sección de Estimulación Cardíaca de la Sociedad Española de Cardiología utilizó una base de datos para evaluar los procedimientos de implante de marcapasos realizados con indicación preferente o urgente entre el 15 de marzo del 2020 y el 15 de mayo del 2020 y lo comparó con el mismo período en 2019 sobre el tratamiento de las arritmias graves en España.
Se tomaron un total de 31 centros. El bloqueo A-V completo fue la causa que con mayor frecuencia motivó el implante de marcapasos en los dos períodos, pero con un aumento significativo en la frecuencia en 2020. Los pacientes de la cohorte de 2020 tuvieron depuración de creatinina levemente menor y valores más altos de PRO BNP, estos valores reflejan mayor gravedad, no se registraron diferencias entre los grupos en los porcentajes de pacientes que debieron ser internados en unidades de cuidados intensivos, ni en la proporción de pacientes en quienes se debieron utilizar marcapasos transvenosos.
La prescripción de fármacos vasoactivos fue más frecuentemente utilizada en la cohorte de pacientes del año 2020 cuando se la comparó con la cohorte del año 2019., probablemente en relación con el mayor porcentaje de pacientes con bloqueo auriculoventricular completo. Se comunicó al igual que lo hicieron otros grupos que durante esta pandemia se registró una reducción total del 35.2 en el número de implantes de marcapasos con indicación preferente o urgente. Como conclusión podemos decir que es probable que por la cuarentena los enfermos hayan reducido el nivel de actividad física y por ende la probabilidad de presentar síntomas atribuibles a bradiarritmias graves, también es posible que los pacientes con síntomas leves no hayan realizado consultas. La paralización de la actividad ambulatoria también pudo haber limitado la posibilidad de diagnóstico precoz en los pacientes con trastornos más leves de la conducción cardíaca, un fenómeno que explicaría el aumento relativo de los implantes por bloqueo auriculoventricular completo.
Copyright © SIIC, 2021

Palabras Clave
primera ola, pandemia, SARS-CoV-2, tasa de implante de marcapasos
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
ChM Beltran-Aroca
Institución: Universidad de Córdoba,
Córdoba España

Aspectos Éticos en Atención Primaria durante la Pandemia de COVID-19
La emergencia sanitaria actual, asociada con la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019, se caracteriza por una limitación pronunciada de los recursos para la salud. En la presente revisión se analizan aspectos asistenciales, éticos y de organización hospitalaria, atribuibles a la pandemia de COVID-19.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/165247

Comentario
Autor del informe
Rosario Guevara 
Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela


El artículo hace referencia de manera acertada y oportuna a un acontecimiento, que cambio la vida del ser humano, como lo ha sido la pandemia producto del coronavirus. Esta transformación se hace evidente en diversos ámbitos como son la salud, familia, sociedad y cultura. Todavía son desconocidas muchas de sus secuelas en el organismo y quizás en el psiquismo del individuo. Todos los países se han encontrado con desafíos importantes en el sector de la salud. Apreciamos su repercusión a pesar de los avancesque unos países poseen en ventaja a otros,en el contexto de los adelantos científicos en la salud, los recursos económicos y el abordaje de las problemáticas sociales producto de situaciones inesperadas. En su mayoría se
está poco preparado, para una situación como la que se vive actualmente.
El área de la salud pública se encuentra ante múltiples interrogantes y con una necesidad de respuestas inmediatas a las mismas. El ofrecer un adecuado y pertinente servicio de salud a todos los pacientes con diferentes edades y con ausencia/presencia de patologías médicas, tiene un mayor énfasis y se ha convertido en un gran reto. La ética como principio fundamental en la atención primaria al paciente, conduce a generar reflexión de los medios y/o instrumentos que utilizan las diferentes disciplinas en el ámbito médico, docente y otros. El avance de la tecnología ha sido un gran recurso para poder afrontar esta situación, que ha generado cambios importantes en la atención del paciente. Sin embargo, su uso debe ser utilizado con los principios bioéticos en las distintas disciplinas. El mal manejo de la misma, pudiera ser un factor de gran daño para el individuo y la sociedad. La urgencia de la pandemia ha conllevado a responder de manera urgente e improvisada, a una serie de situaciones inimaginables que han ocurrido y además de otras que se sumaron, por el impacto que se produjo a nivel mundial y en diversas áreas. Abarcando aspectos desde lo individual hasta lo colectivo y cultural. Además, su repercusión en la salud física y mental, educación, economía y un sinfín de ámbitos. Cada país ha respondido a las demandas de acuerdo a sus recursos y sus limitaciones.Como sucede ante cualquier crisis, cada persona decidirá el percibirlo como una oportunidad o una limitante. Esa respuesta por lo general es una percepción y decisión que tienecada individuo, ante las adversidades, las cuales son propias de la misma vida.
Los pacientes que tuvieron obligatoriamente que dirigirse a los centros de salud, debido a que requerían la administración de medicamentos, intervenciones quirúrgicas ambulatorias, chequeos médicos urgentes, entre otros; se encontraron con emociones de tristeza, miedo e ira; por estar más expuestos al virus ante tener que trasladarse a dichos lugares. Más el tiempo de interrupción de sus prescripciones e indicaciones médicas, que en muchos casos generaron aumento de las sintomatología padecida; en particular fue el caso de los pacientes con enfermedades crónicas.
Indudablemente, esta crisis sanitaria hace relucir la necesidad de concientizar y darle prioridad a mejorar los centros de salud, dotarlos y equipar a los mismos, diseñar y construir áreas prioritarias como son la terapia intensiva y quirúrgica.Es relevante escuchar y conocer las necesidades del personal que desempeña sus funciones en el sector salud. Para poder ayudarlos a brindar la atención, que le desean ofrecer al paciente y como personal encargado, también darles seguridad y protección. Siendo una de ellas, la adquisición de los equipos de bioseguridad durante la práctica de sus actividades. Es importante ante este tipo de crisis, fortalecer la atención en la realización de un buen triaje; porque permitirá lograr diagnosticar y priorizar una emergencia. Ofreciéndole al paciente la atención inmediata que requiere, debido a su estado de salud. Evidentemente, por ejemplo, el uso de la telemedicina; como recurso utilizado en la atención primaria ante la pandemia, promueve considerar y hacer énfasis en los aspectos éticos, los cuales hacen pensar en la necesidad de conocer y respetar sus alcances y limitaciones, así mismo como los pros y los contras. Evidentemente, el contacto con el paciente y el examen clínico físico, siempre será una prioridad y la mejor opción. Igualmente, es necesario establecer y mantener una buena relación entre el médico y paciente, así mismo preservar la confidencialidad y protección de la información suministrada por el mismo.
El uso de la telemedicina en estos momentos de crisis, incertidumbre y nuevos desafíos; genera el compromiso de concientizar sutrascendencia y restricciones. La evaluación y prescripción de tratamientos basados en el reporte de síntomas y clínica, conllevan a una reflexión y cuidado de las limitaciones que se puedan tener con esta modalidad de atención. Puede ayudar a atender a los pacientes y lograr mantener un monitoreo de su estado de salud (en los casos que no sean severos) e ir indicando los tratamientos. A su vez, permite proteger al paciente de exponerse a acudir a los centros de salud, resguardar al personal sanitario y a la comunidad de la propagación de la enfermedad; debido a lo fácil que es su transmisión.
Su uso generará una reflexión para las diferentes especialidades del sector salud, quizás para algunas disciplina pudiera ser más fácil que para otras.Siendo relevante considerar los diferentes niveles de atención en el sector salud, como son la prevención primaria, secundaria y terciaria. Es necesario enfocarse en cómo se puede lograr divulgar información oportuna en estos momentos, que permita aumentar el autocuidado y cuidado del otro, en medio de una pandemia. Lograr llegar a más personas e influir de manera positiva, a través de campañas preventivas. Siendo un recurso importante en periodos como los que se viven actualmente. Además, tomar las consideraciones pertinentes en los casos de pacientes con enfermedades preexistentes. La telemedicina puede ser una respuesta inmediata ante una situación de salud, a la cual estamos afrontando. Podrá ser un medio para abordar a los pacientes de manera urgente, permitiendo no desatender la continuidad de los chequeos médicos y responder a las demandas de las personas enfermas por coronavirus, algunas patologías físicas y mentales. Existen casos que son mucho más complejos, como son las mujeres que se encuentran en proceso de parto, los pacientes que requieren cirugía, aquellos que ameritan cuidados paliativosy terapia intensiva. Los cuales les urge otras maneras de atención. Evidentemente, muchos centros de salud no se encontraban preparados para responder a la gran demanda de atención. Tampoco con los insumos de medicinas ni de bioseguridad requeridos,éstos últimos imprescindibles para la protección del paciente y del personal de salud, siendo necesario que sea una prioridad garantizar los mismos.
Empero, una de las preguntas que se genera en las diversas disciplinas es hasta dónde la telemedicina pueda ser utilizada en el manejo de la atención primaria del paciente. Una de las situaciones que podemos apreciar es que todas las personas no tienen acceso al área tecnológica, ni las herramientas y/o los servicios básicos para utilizar los mismos. Además, se hacen presentes los conocimientos y habilidades necesarios para hacer el uso de los mismos. Las generaciones pueden estar preparadas o no, para afrontar de manera adecuada esta demanda en distintos ámbitos.
En estos momentos es necesario afianzar la importancia de establecer y mantener una buena relación entre el médico y el paciente. Una adecuada atención con el paciente desde el primer contacto, en que acude a un centro hospitalario o recibe otra modalidad de atención. Eso permitirá ofrecer un buen cuidado desde el área de la medicina familiar. La ayuda que se le pueda ofrecer y brindar a la familia en estos momentos, será una fuente inagotable de recuperación.
Otro aspecto referente a lo expuesto, es la primordial necesidad de concebir la salud en el sentido más amplio, entendida desde su índole física, emocional, psicológica y espiritual. La salud abarca más de lo físico. Es importante en todo este proceso, darle inclusión y un adecuado abordaje a la salud mental.
Ciertamente la pandemia ha conllevado a un cambio en el individuo, que implica la interacción con los otros y el estilo de vida. Cuando se está en riesgo o se pierde la salud, se produce en el ser humano un duelo por la ausencia de la misma. El impacto de una enfermedad abarca lo individual, familiar y colectivo. En particular esta pandemia porque ha repercutido con lo más valioso que existe, la propia vida. La pérdida de seres queridos y cercanos, así como las secuelas que ha dejado a los pacientes que han sufrido la enfermedad. Uno de los cambios es el distanciamiento físico, más no el distanciamiento social. El ser humano siempre requiere el contacto con el otro, para su salud mental y emocional. Nos hemos dado cuenta de cómo la conducta de un individuo afecta e impacta de manera positiva o negativa a otro individuo y más aún a un colectivo. Muchas personas se encontraron inmersas en una soledad importante desde el inicio de la pandemia, con el surgimiento de tristeza, miedos y temores. Sin embargo, uno de los recursos que utilizó el ser humano como ente social, fue la búsqueda de diversas maneras para contactar con otras personas, mantener relaciones sociales, buscar y recibir ayuda. La tecnología cumplió y tiene un rol muy importante, como soporte social, ante ésta adversidad sanitaria que impactó en la vida social del individuo. El temor de ser contagiado y contagiar, se hicieron presentes. Igualmente, el miedo a fallecer. El confinamiento, el dejar de hacer las actividades diarias, no poder asistir a los centros educativos ni laborales, entre otros; produjeron cambios en la vida del ser humano tanto individual como colectivo.
Podemos decir que hay un antes y un después luego de esta experiencia. Siendo necesario adaptarnos a todos los cambios que ha generado la pandemia. Ante este tipo de situaciones será necesario recuperarnos, de lo ocurrido reparar lo que es posible, reconstruir, reescribir la situación y darle un nuevo sentido; que permita tener un crecimiento personal y una mejor calidad de vida.
Esta situación que vivimos conllevó a muchas personas a reflexionar en cuanto a sus vidas, quizás generó a que realizaran actividades que siempre quisieron hacer o en estos momentos despertaron. Pensar cómo querían seguir viviendo. Motivarse en adquirir y ejercer nuevas acciones, establecer y mantener relaciones sociales sanas, darle importancia a los beneficios de las redes y lazos sociales. Siendo factores de protección para la vida del ser humano. Ocasionó a interesarse más en el otro. Adquirir en el día a día estrategiaspara afrontar las adversidades,obtener habilidades y destrezas para la resolución de problemas. Interesarse en ayudar a las personas más necesitadas, personas enfermas y mayores.
La pandemia ha permitido hacer uso de la resiliencia, incrementando y fortaleciendo los recursos internos en cada individuo. Es importante reflexionar, reconocer, aceptar y valorar los logros obtenidos a través de la adversidad. Sin duda alguna, los momentos adversos hacen conocer los recursos desconocidos en cada individuo y genera una habilidad increíble para aprenderlas. Es el momento más fértil de la persona, porque lo fuerza a responder y usar sus recursos, quizás inexplorados por sí mismo. Los beneficios obtenidos durante este proceso,pudieron generar en muchas personas, transformaciones importantes. Evidentemente, uno de ellos es comprender la importancia de tener en la vida redes de apoyo, que permitan disponer, disfrutar y mantener una buena salud mental.
Copyright © SIIC, 2021

Especialidades
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Informe
Autor del informe original
S Schalekamp
Institución: Radboud University Medical Center,
Nijmegen Países Bajos

Tomografía Computarizada de Tórax en Sala de Guardia para el Diagnóstico de COVID-19
La tomografía computarizada de tórax, solicitada en sala de guardia y valorada con el sistema COVID-19 Reporting and Data System (CO-RADS), permite el diagnóstico rápido y confiable de COVID-19, sobre todo en los pacientes que refieren síntomas de más de 48 horas de duración.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/165140

Comentario
Autor del informe
Milena V. Okulik 
Especialista en Diagnóstico por Imágenes, Hospital Privado Dr. Raúl Matera, Bahía Blanca, Argentina


Con el advenimiento de la pandemia por el virus SARS-CoV-2 o COVID-19 en marzo de 2020, la Sociedad Radiológica Holandesa ha desarrollado el Sistema de informes y datos de COVID-19 (CO-RADS) recordando a los ya conocidos y utilizados en otros sistemas como el BI-RADS, PI-RADS, TI-RADS, O-RADS y LI-RADS, entre otros; para el informe radiológico de mama, próstata, tiroides, ovarios e hígado, respectivamente. Hecho presentado a través del trabajo de investigación: Tomografía Computarizada de Tórax en Sala de Guardia para el Diagnóstico de COVID-19 con el fin de evaluar la sospecha de afectación pulmonar moderada a grave en pacientes con COVID-19 y así facilitar su acceso desde Sala de Guardia hacia sala convencional o sala de aislamiento del hospital.
Por este motivo, se inició una
red denominada “red COVID-19” integrada por un grupo de trabajo y un esquema de informes estandarizados COVID-19 para comparar datos entre instituciones y poblaciones, recopilar evidencia científica y mejorar la comunicación interdisciplinaria. Se estudiaron 105 tomografías computadas de tórax sin contraste endovenoso seleccionadas al azar de pacientes con una edad media de 62 años, de sexo masculino y factores de riesgo como Diabetes Mellitus, Enfermedades del Árbol Respiratorio, Cáncer, Inmunodeficiencias y Enfermedades Cardiovasculares, con síntomas sugestivos de COVID-19 que se presentaron al departamento de emergencias entre el 14 de marzo de 2020 y el 25 de marzo de 2020, a quienes se les realizó, además pruebas de reacción en cadena de polimerasa (RT-PCR).
El sistema CO-RADS evalúa la sospecha de afectación pulmonar por COVID-19 según las características observadas en estudios de tomografías de tórax sin contraste endovenoso. Consta de siete categorías: CO-RADS 0 representa un examen técnicamente insuficiente. CO-RADS 1, muy baja sospecha de infección por COVID-19. CO-RADS 2, baja sospecha. CO-RADS 3, sospecha incierta. CO-RADS 4, alta sospecha. CO-RADS 5, muy alta sospecha. CO-RADS 6, paciente con infección por COVID-19 confirmado con test de reacción en cadena de polimerasa positivo (RT-PCR +).Para ello participaron ocho observadores de siete hospitales de los Países Bajos: cuatro observadores tenían menos de 5 años de experiencia en la lectura de TC de Tórax, mientras que otros cuatrotenían entre 5 y 27 años. Todos los observadores estaban familiarizados con la puntuación CO-RADS debido a la interpretación de al menos 30 tomografías computarizadas.
El diagnóstico de COVID-19 se basa en hallazgos clínicos, tipo y duración de los síntomas y resultados de pruebas de laboratorio, entre las que se destaca como estándar de referencia, el test positivo de reacción en cadena de polimerasa. Sin embargo, esto puede requerir pruebas repetidas que incluyen muestras fecales y bronquiales profundas y puede verse obstaculizado por la escasez de las mismas en áreas de alta prevalencia. Además, la RT-PCR puede tardar horas, o incluso días, antes de que los resultados estén disponibles, lo que ejerce presión en las Salas de Emergencias donde se mantienen a los pacientes antes de ser ingresados en el hospital. Por estas razones, la puesta en práctica del Sistema CO-RADS en estudios de TC de Tórax en pacientes con cuadros clínicos moderados a severos es de utilidad y de suma importancia para evaluar la evolución de los mismos e impartir el tratamiento adecuado según sea el caso.
Aunque no se conseja la TC de Tórax como estudio inicial en todos los pacientes con sintomatología sospechosa de COVID-19 y este estudio de investigación tiene un tamaño de muestra pequeño (107 pacientes); además de contar con poca experiencia en cuanto a los hallazgos radiológicos tenidos en cuenta para la clasificación por haberse llevado en práctica al inicio de la pandemia en marzo de 2020, ofrece la base para posteriores evaluacionese investigaciones, especialmente lo referente al comportamiento a largo plazo de esta nueva entidad que afecta al mundo entero.
Copyright © SIIC, 2021

Palabras Clave
tomografía computarizada de tórax, sala de guardia, neumonía, COVID-19
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
B Vaquerizo
Institución: Universidad Autónoma de Barcelona,
Barcelona España

Daño Miocárdico y Pronóstico a Corto Plazo en COVID-19
Los resultados del presente estudio confirman que el daño del miocardio, valorado con los niveles séricos de troponina ultrasensible en el momento de la internación, es frecuente en pacientes con COVID-19; además, predice fuertemente la mortalidad y la necesidad de asistencia ventilatoria mecánica. La consideración de los niveles de NT-proBNP mejora la precisión pronóstica de la troponina.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/165363

Comentario
Autor del informe
Esteban Enrique Hamilton Berti 
Hospital Universitario de Caracas, Caracas, Venezuela


En este artículo no comparto las conclusiones allí presentadas, debido a que se están usando marcadores de daño cardiaco, en este caso se usaron troponina T ultrasensible (hs cTnT) y péptido natriurético cerebral (NT-proBNP) con valores altos. Eso quiere decir que los pacientes que ya tenían una enfermedad cardiovascular previa. Se quiere relacionar la muerte de dichos pacientes con diagnostico positivo para COVID-19 y poner como valores pronósticos a la troponina y péptido natriurético. En realidad al revisar el estudio se observó que se tomaron 872 pacientes con COVID-19 de estos pacientes al ser ingresado se les realizó hs cTnT al 75% resultando con valores elevados el 34,6% (mayor de 14pg/l) y el 58% de ellos se les realizo NT pro-NBP resultando
elevados el 36,2% (mayor de 300pg/ml). Con lo que podemos advertir que esos pacientes ya tenían daño cardiaco al presentar COVID-19. Revisando los métodos del estudio se aprecia que los pacientes tenían mayor edad, enfermedades cardiovasculares, diabetes, ECV, IRC y EPOC en una proporción más grande que los que tenían valores normales de troponina y péptido natriurético. Por lo tanto tienen mayores factores de riesgo de muerte por COVID-19 y no podríamos usar como pronóstico a corto plazo los marcadores de daño miocardico. Si nos basamos en la evidencia, se ha observado que pacientes con enfermedades de base (cardiovasculares, diabetes, EPOC, obesidad mórbida) tienen peor pronóstico al presentar COVID-19. Además podemos encontrar en el estudio “Características y resultados de los pacientes hospitalizados por COVID-19 y enfermedad cardíaca en el norte de Italia” realizado por Ricardo M Inciadi et all, Eur Heart J.2020 14 de mayo; 41 (19): 1821–1829, que se estudió a 99 pacientes consecutivos con neumonía COVID-19 ingresados ??en un hospital entre el 4 de marzo y el 25 de marzo de 2020. Se compararon 53 pacientes con antecedentes de enfermedad cardíaca con 46 sin enfermedad cardíaca. Entre los pacientes cardíacos, el 40% tenía antecedentes de insuficiencia cardíaca, el 36% tenía fibrilación auricular y el 30% tenía enfermedad de las arterias coronarias. La edad media fue de 67 ± 12 años y 80 (81%) pacientes eran varones. No se encontraron diferencias entre pacientes cardíacos y no cardíacos, excepto por valores más altos de creatinina sérica, péptido natriurético cerebral N-terminal y troponina T de alta sensibilidad en pacientes cardíacos. Durante la hospitalización, el 26% de los pacientes fallecieron, el 15% desarrolló episodios tromboembólicos, el 19% presentó síndrome de dificultad respiratoria aguda y el 6%, shock séptico. La tasa de eventos tromboembólicos y choque séptico durante la hospitalización también fue mayor en pacientes cardíacos. Los pacientes hospitalizados con enfermedad cardíaca concomitante y COVID-19 tienen un pronóstico extremadamente precario en comparación con sujetos sin antecedentes de enfermedad cardíaca, con mayor mortalidad, eventos tromboembólicos y tasas de choque séptico.
En el estudio chino titulad: “La lesión aguda del miocardio es común en pacientes con COVID-19 y afecta su pronóstico” realizado por Jia-Fu Wei et all. Corazón. 2020 agosto; 106 (15): 1154-1159, entre 101 pacientes con edad promedio 49 años, 16 (15,8%) tenían evidencia de lesión miocárdica aguda (hs-TnT> 14 pg / mL). Las características basales eran de pacientes con y sin lesión miocárdica aguda. Los pacientes con lesión cardíaca eran de mayor edad, con mayor prevalencia de enfermedad cardiovascular preexistente (hipertensión, enfermedad arterial coronaria y enfermedad cerebrovascular), presentaban disnea significativa y eran tratados con mayor frecuencia con IECA, ARA II y BCC. También tenían menor TFGe e índice de oxigenación, mayor PCR, PCT, NT-proBNP y otros biomarcadores cardíacos (CK, CK-MB y LDH). Además, las tres muertes ocurrieron en pacientes con lesión miocárdica aguda. La edad avanzada, la hipertensión, la enfermedad cerebrovascular, el uso de BCC, la TFGe más baja y NT-proBNP, hs-TnT y PCR elevados fueron predictores de enfermedad grave en el análisis. Todos los casos con antecedentes de enfermedad coronaria se clasificaron como casos graves. En otro estudio titulado “Implicaciones cardiovasculares de los resultados fatales de pacientes con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19)” del autor Tao Guo et all. JAMA Cardiol. 2020 julio; 5 (7): 1–8. Se estudió 187 pacientes con COVID-19 confirmado, de ellos 144 pacientes (77%) fueron dados de alta y 43 pacientes (23%) murieron. La edad media fue de 58,5 años. En general, 66 (35,3%) tenían una ECV subyacente que incluía hipertensión, enfermedad coronaria y miocardiopatía, y 52 (27,8%) presentaban lesión miocárdica según lo indicaban los niveles elevados de TnT. Los pacientes con ECV subyacente tenían más probabilidades de presentar una elevación de los niveles de TnT en comparación con los pacientes sin ECV (36 [54,5%] frente a 16 [13,2%]).P ?<0,001) y niveles de péptido natriurético pro-cerebral N-terminal (NT-proBNP) (ß = 0,613, p ?<0,001). La lesión miocárdica se asoció significativamente con el desenlace fatal de COVID-19, mientras que el pronóstico de los pacientes con ECV subyacente pero sin lesión miocárdica fue relativamente favorable. La lesión miocárdica se asoció con disfunción cardíaca y arritmias. Además en el estudio “Péptido natriurético procerebral N-terminal, proteína C reactiva y niveles de albúmina urinaria como predictores de mortalidad y eventos cardiovasculares en adultos mayores” de Caroline Kistorp et all. JAMA 6 de abril de 2005; 293 (13): 1609-16. Siendo un estudio prospectivo en una población de 764 participantes de 50 a 89 años en Copenhague, la razón de riesgo de mortalidad para valores superiores al percentil 80 de NT-proBNP fue 1,96 (Intervalo de confianza [IC] del 95%, 1,21-3,19). Las mediciones de NT-proBNP proporcionaron información pronóstica de mortalidad y primeros eventos cardiovasculares importantes más allá de los factores de riesgo tradicionales. El NT-proBNP fue un biomarcador de riesgo más fuerte de enfermedad cardiovascular y muerte que la PCR en individuos no hospitalizados de 50 a 89 años. Como se puede observar en varios de trabajos investigación realizados, se aprecia que la troponina así como el péptido natriurético cerebral son marcadores para daño miocardico y muerte por enfermedad cardiovascular. Ahora tratar de asociar estos marcadores con COVID-19 y muerte es otra cosa. Pero solamente esos pacientes ya presentan riesgo de muerte por su enfermedad de base cardiovascular. El péptido natriurético cerebral y las troponinas solo sirven para indicar el daño cardiovascular que presenta el paciente y su pronóstico desfavorable de muerte por dichas enfermedades cardiovasculares, no es por presentar diagnostico positivo de COVID-19 como se asevera en las conclusiones este trabajo de investigación.  Copyright © SIIC, 2021

Especialidades
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Informe
Autor del informe original
L Townsend
Institución: St James’s Hospital,
Dublin Irlanda

Fatiga Persistente luego de la Infección por SARS-CoV-2
Los resultados del presente estudio sugieren una prevalencia alta de fatiga posviral, en pacientes con infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave, luego de la fase aguda de la enfermedad. En el estudio, más de la mitad de los pacientes refirió fatiga persistente (52.3%), a una mediana de 10 semanas después de los síntomas iniciales de COVID-19. La fatiga sería independiente de la gravedad inicial de la enfermedad.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/165067

Comentario
Autor del informe
Ricardo León de la Fuente 
Investigador Adjunto, Hospital Papa Francisco, Salta, Argentina


En este artículo de Ariel Cohen y colaboradores del Hospital Saint-Antonie y Tenon de Paris, Francia; se evaluó a la fracción de eyección del ventrículo izquierdo como un marcador de riesgo adicional de mortalidad o necesidad de intubación, en pacientes admitidos con COVID-19.
La infección por el SARS-CoV-2 produce una afección principalmente respiratoria, pero a la vez genera importantes efectos sistémicos, incluyendo el compromiso de los sistemas cardiovascular e inmune. Los pacientes con enfermedades cardiovasculares preexistentes, son los que presentan con más frecuencia infección sintomática y un peor pronóstico con un desproporcionado aumento de la mortalidad.1 La posibilidad de encontrar un marcador de riesgo de fácil adquisición en los pacientes con COVID-19, es de un aporte vital a la hora de definir estrategias terapéuticas
y optimizar los muchas veces, escasos recursos en salud. Los pacientes con COVID-19 pueden desarrollar complicaciones cardiovasculares como insuficiencia cardiaca, miocarditis, pericarditis, vasculitis y arritmias cardiacas.2,3 Entre el 8-28% de los pacientes liberan troponina durante el curso de la enfermedad. La presencia de troponina elevada les confiere un incremento de 5 veces el riesgo de requerir asistencia respiratoria mecánica, arritmia ventricular grave y mortalidad.3 Una proporción similar de pacientes presentará también, aumento de los valores circulantes del péptido natriurético (BNP).
En el presente estudio, se analizaron 39 pacientes consecutivos, admitidos con diagnóstico de neumonía aguda por COVID-19. A todos ellos se le realizó un ecocardiograma al ingreso. La edad promedio fue de 62 años y la mayoría eran hombres (69.2%). Tuvieron 12 eventos (30.8%; muerte y necesidad de intubación) durante los 15 días de seguimiento. La fracción de eyección < a 55% se asoció de manera significativa e independiente de otras variables clínicas o bioquímicas, con mortalidad o necesidad de intubación, cociente de riesgo 10.18 (IC 95%: 2.17 a 47.87; p= 0.003).4 Algunas de las limitaciones que debemos mencionar del presente estudio son: el tamaño muestral, el ser un centro único, la baja edad promedio de la población, la severidad del compromiso respiratorio, la falta de datos sobre etnia/raza de la población estudiada y la falta de información sobre tratamiento recibido. La pandemia de la enfermedad por COVID-19 continúa estresando la capacidad de los sistemas de atención médica en todo el mundo con una afluencia de pacientes hospitalizados con síndrome de insuficiencia respiratoria aguda severa. Junto con el crecimiento exponencial de las personas infectadas, se ha producido en todo el mundo un desajuste entre la oferta y la demanda del sistema de atención de la salud, siendo esto aún más manifiesto en la capacidad de atención de pacientes con enfermedad crítica. El reconocimiento de los factores de riesgo y la identificación de los pacientes de alto riesgo permitirá la asignación de recursos y la clasificación adecuada.
A medida que sigue surgiendo información científica para el reconocimiento de las poblaciones de alto riesgo, y se intenta comprender el mecanismo de las lesiones, debemos realizar todos los esfuerzos para brindar una atención segura y oportuna a los grupos de alto riesgo. La prevención debe ser el paso inicial para minimizar la exposición y brindar atención oportuna a los pacientes con deterioro de la fracción de eyección, sobre todo cuando además existe el antecedente de insuficiencia cardiaca. Lo concreto a la fecha es que el simple hecho de tener el fenotipo de insuficiencia cardiaca, independientemente de la fracción de eyección, se asocia con malos resultados. Es sabido que, por efecto de la pandemia, hay una demora en recibir tratamiento y menos visitas a los especialistas, lo que afecta aún más los resultados.5,6 En este sentido, un mayor uso de la telemedicina podría ser de utilidad y ha transformado el paradigma de la prestación de atención en el entorno de atención de la salud en tiempo de pandemia. Sin embargo, una amplia adopción requeriría superar las barreras para el acceso equitativo a la tecnología básica, la educación y las herramientas de monitoreo remoto entre las comunidades en riesgo.
A pesar de la creciente información sobre la relación directa de la enfermedad cardiovascular preexistente y la severidad por COVID-19, la evidencia sobre el valor de la fracción de eyección es poca y discrepante.7 Además, queda por definir aún el tiempo oportuno para realizar el estudio, la utilidad general del método, el valor de las nuevas y promisorias herramientas ecocardiográficas, como el strain longitudinal global8, el seguimiento y correlación con otras variables clínicas a largo plazo. Los esfuerzos futuros deberían apuntar a dilucidar aún más el mecanismo y la durabilidad de la lesión por COVID-19 entre los pacientes con y sin antecedentes de insuficiencia cardíaca, a instituir una prevención generalizada y asignar una clasificación de riesgo apropiada y oportuna de las infecciones sospechadas y la asignación adecuada de recursos. Esto incluye el acceso oportuno a las vacunas, el uso generalizado de la vacuna contra la influenza y la continuación o restablecimiento de la terapia médica adecuada basada en las guías de tratamiento, así como el seguimiento oportuno y el acceso a la telemedicina para reducir el riesgo de un peor pronóstico y facilitar la recuperación.
Implicancias clínicas:
La determinación de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo, con el uso de una herramienta diagnóstica sencilla y de bajo costo como la ecocardiografía, serviría para estratificar el riesgo de muerte o necesidad de intubación en paciente con insuficiencia respiratoria aguda grave por COVID-19. Los pacientes con el fenotipo de insuficiencia cardiaca, tienen peor pronóstico por lo que debemos extremar todas las medidas de prevención y tratamiento en este grupo de pacientes.

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Palabras Clave
fatiga persistente, infección por SARS-CoV-2, gravedad inicial de la infección
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