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Las dietas sin cereales lograron una mayor reducción del perímetro de la cintura en comparación con las que incluían cereales integrales
Primary Health Care Research & Development ; Lund, Suecia, 2 Mayo 2024

La exclusión de cereales de la dieta podría estar asociada con una mayor reducción en la circunferencia de la cintura de los individuos con obesidad abdominal. 

El artículo publicado en la revista Primary Health Care Research & Development * evalúa la repercusión a largo plazo del consumo de una dieta con o sin cereales en la circunferencia de la cintura y la influencia de la realización o no de ejercicios físicos en individuos con obesidad abdominal. 

La obesidad representa un riesgo significativo para la salud cardiovascular por su vinculación estrecha con el desarrollo de enfermedades cardíacas. El riesgo también se asocia a la distribución de la grasa corporal como consecuencia de su mayor acumulación en la región abdominal.

Descripción de la investigación
El ensayo clínico aleatorizado con diseño factorial para estudiar los efectos de varios agentes en una respuesta, se llevó a cabo durante dos años en adultos con circunferencia de la cintura aumentada (≥84 cm en las mujeres y ≥98 cm en los hombres) y al menos un factor de riesgo adicional de enfermedad cardiovascular. La evaluación fue realizada en un centro de atención primaria en base a las pautas dietéticas de la Agencia Sueca de Alimentos; comenzó en agosto de 2010 y finalizó en noviembre de 2014.

Los 73 participantes (47 mujeres y 26 hombres de 23 a 79 años) comenzaron el ensayo inmediatamente después de la aleatorización en diferentes épocas del año. Los diferentes grupos de intervención incluían una dieta saludable basada en las directrices suecas, con o sin cereales, con o sin ejercicio físico, o a un grupo de control sin intervención adicional. 

La exclusión abarcó a las personas con intolerancia al gluten, dependientes de terceros para caminar, dificultad para comprender el idioma sueco oral o escrito, menores de 20 años, índice de masa corporal >40 kg/m2, deterioro cognitivo, pérdida auditiva pronunciada, afasia y tratamiento continuo con anticoagulantes o cortisona oral. 

La adherencia a las intervenciones dietéticas se controló y evaluó con los cambios en la ingesta de cereales durante el estudio, extraídos de los registros de alimentos pesados durante cuatro días al inicio del estudio y a los 12 y 24 meses. El cumplimiento de la actividad física se evaluó con los cambios en los niveles de ejercicio medido con un acelerómetro.

Modalidades dietéticas
Las divergencias entre las dietas se evidenciaban en la distinción entre la dieta A, apodada como "sin grano", que promovía la sustitución de los insumos derivados de granos de cereal por papas, tubérculos, frutas y otros alimentos ricos en carbohidratos. La modalidad dietética proponía la exclusión total de cualquier tipo de grano, tales como pan, pasta, cereales, repostería, galletas, cereales integrales y arroz, en favor de opciones como papas, tubérculos, maíz y legumbres en lugar de pastas, arroz y pan; así como la preferencia por frutas en detrimento de sándwiches y productos de repostería.

En contraposición, la dieta B, conocida como "con grano entero", abogaba por la sustitución de los productos refinados de grano de cereal por sus homólogos integrales (como pan integral, muesli, sémola y pasta), con el propósito de mantener un contenido similar de carbohidratos en ambas dietas. 

Implementación de programas de ejercicios 
En el estudio, se implementó un programa de ejercicio supervisado por fisioterapeutas titulados, que consistía en dos sesiones semanales de 2 horas cada una, durante cuatro semanas, seguidas de una durante cuatro semanas adicionales. A continuación, se alentó a los participantes a mantener el ejercicio por su cuenta, para facilitárselos recibieron una prescripción escrita de actividad física adecuada por parte de los fisioterapeutas certificados que dirigían las sesiones en el centro de atención primaria.

El grupo al que no se le asignó realizar ejercicio físico se designó como el grupo "sin ejercicio". Todos los participantes fueron alentados a mantener una actividad física regular conforme a las recomendaciones, y se les proporcionaron podómetros para monitorear su actividad física, además de recibir recomendaciones de actividad física como parte de su atención médica habitual.

Resultados al cabo de un año
Los resultados primarios mostraron una diferencia significativa en el cambio del perímetro de la cintura entre los participantes asignados a una dieta sin cereales y sin ejercicio, en comparación con los pertenecientes a una dieta con cereales pero sin ejercicio; los secundarios, por su parte, exhibieron cambios en la presión arterial, la grasa corporal, el colesterol no HDL, la actividad física, en la medicación hipoglucemiante y, solo en el caso de los diabéticos, la glucemia en ayunas y la hemoglobina A1c.

Tras un año de seguimiento, los autores observaron en el grupo de la dieta sin cereales una reducción media de 5,3 cm en contraste con la de 0,9 cm del grupo con cereales.

Aunque esta disparidad fue notable, todas las comparaciones entre grupos en el cambio del perímetro de la cintura no alcanzaron significancia estadística.

Los investigadores sugieren que la causa podría atribuirse al tamaño limitado de la muestra y a una variabilidad inesperadamente alta en los datos.

Con respecto al grupo de control, mostró reducciones en la circunferencia de la cintura no significativamente mayores que varios grupos de intervención a lo largo de 6, 12 y 24 meses. Aunque no les dio instrucciones específicas, es posible que los participantes hayan hecho modificaciones en la dieta o el ejercicio. Sorprendentemente, la reducción en la ingesta de cereales fue similar a la de los participantes asignados a ese tipo de dieta. 

Conclusiones
Los resultados indicaron que la intervención "sin cereales" produjo una mayor reducción en el perímetro de la cintura en comparación con las dietas que incluían cereales integrales, lo que es consistente con hallazgos previos sobre los beneficios de las dietas paleolíticas y la exclusión de los cereales refinados en la reducción del riesgo cardiometabólico. Sin embargo, la eficacia a largo plazo quedó comprometida por la disminución en la adherencia a las mismas, lo que sugiere la necesidad de estrategias adicionales para mantener la sostenibilidad de los cambios en el estilo de vida. Además, aunque la intervención de ejercicio mostró mejoras en la actividad física, los autores no observaron diferencias significativas en la reducción del perímetro de la cintura entre los grupos de ejercicio y sin ejercicio, ausencia que plantea interrogantes acerca del ejercicio en la modificación del riesgo cardiometabólico en este contexto específico. 

Aunque los hallazgos descriptos resaltan la importancia de abordar tanto la dieta como la actividad física en la gestión del sobrepeso y la obesidad, el artículo propone la realización de estudios multicéntricos de un año de duración centrados en el efecto de la dieta sin cereales con el fin de reducir el perímetro de la cintura en personas con obesidad abdominal.



* Primary Health Care Research & Development
Randomised controlled trial of lifestyle interventions for abdominal obesity in primary health care
Pedro Carrera-Bastos, Björn Rydhög, Maelán Fontes-Villalba, Daniel Arvidsson, Yvonne Granfeldt, Kristina Sundquist, Tommy Jönsson
19 abril, 2024
https://www.cambridge.org/core/journals/primary-health-care-research-and-development/article/randomised-controlled-trial-of-lifestyle-interventions-for-abdominal-obesity-in-primary-health-care/9D1EEFB9FC85D3F42616110ADD5CEB20#