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España: efectividad de la dieta mediterránea para disminuir el peso de niños pequeños con obesidad
Acta Pediátrica Española; Ciudad Real, España, 16 Abril 2024

La aplicación de un patrón de dieta mediterránea tradicional en el ámbito familiar fue muy efectiva para controlar el exceso de peso en niños pequeños.

Temas principales:
obesidad infantil, sobrepeso infantil, índice de masa corporal, índice glucémico, masa grasa, intervención dietética, atención primaria

El artículo publicado por la revista Acta Pediátrica Española * analiza los efectos de la dieta mediterránea tradicional en niños con sobrepeso u obesidad; con tal fin, incluye evaluaciones antropométricas y de la calidad alimenticia al comienzo, a los cuatro meses y tras un año de intervención.  

Los pediatras de atención primaria tienen la responsabilidad de promover una ingesta adecuada para la infancia, enseñar hábitos alimenticios correctos y conseguir que se cumplan.
No es fácil alcanzar tales objetivos debido a los inconvenientes relacionados con la presión de la industria alimenticia, la escasez de tiempo y la ausencia de un control nutricional efectivo, entre otros factores.
La situación supone un cambio en la elección de los alimentos habituales así como en la forma de elaborarlos.

Enlaces a webs de las Asociaciones y Sociedades Cientificas españolas en  los ámbitos de la Nutricion Humana y Dietetica y Ciencias de la Alimentación
La Sociedad Española de Nutrición observó un bajo consumo de verduras, hortalizas, frutas, legumbres y cereales, con altos índices de ingestión de carnes y productos de origen animal, así como de alimentos procesados, en el conjunto de la población hispana. Estos hallazgos también se confirmaron en menores de 3 años, con elevado aporte de proteínas de origen animal. 

Los autores implementaron una dieta con predominio de alimentos no industrializados en el ámbito familiar y controlaron su cumplimiento en un programa dirigido por un/a pediatra y un/a nutricionista y realizaron mediciones de parámetros antropométricos durante un año de intervención en una población de niños pequeños obesos o con sobrepeso.

Educación nutricional y recomendaciones dietéticas
el conjunto de los pacientes y sus familias integraron en un programa de educación nutricional denominado Aprendiendo a comer del Mediterráneo que incluía una consulta mensual con un/a nutricionista y un/a pediatra durante los primeros 4 meses y luego, cada 2 meses a partir de entonces.

Las recomendaciones dietéticas proponían seguir la Dieta Mediterránea Tradicional, caracterizada por alto consumo de alimentos de origen vegetal no procesados como frutas, verduras, hortalizas, cereales integrales, legumbres y frutos secos; aceite de oliva y especias para sazonar, hasta superar el 25-50% del total de los alimentos diarios; consumo bajo a moderado de alimentos de origen animal, como lácteos fermentados, pescados, huevos y carnes magras (3 veces por semana o menos). A su vez, desaconsejaron los alimentos industrializados, con alto contenido de azúcares y harinas refinadas.

Para evaluar la calidad de la dieta mediterránea los autores utilizaron un cuestionario de 16 preguntas y una herramienta complementaria relacionada con la conducta alimentaria.

Resultados de la encuesta
Completaron el estudio un total de 92 pacientes con una media de edad de 5.3 años. Al comienzo de la evaluación, el 49% tenía obesidad y el 51% sobrepeso. 

Tras un año de intervención, como el 52% de los pacientes se encontraban por debajo del percentil 85 del índice de masa corporal (IMC) fueron considerados en situación de peso normal. Dejaron de ser obesos el 75,6% y, entre los que tenían sobrepeso, el 74,3% alcanzaron valores normales. Algo más del 91% terminaron el estudio con un percentil del IMC más bajo que al inicio.

Los parámetros que evalúan la adiposidad periférica disminuyeron de forma significativa. En la población analizada la pérdida de masa grasa fue del 13,3% con respecto a los valores iniciales.

El porcentaje de masa magra del brazo aumentó de manera adecuada, a la vez que disminuyó significativamente el porcentaje de masa adiposa. No se observaron diferencias relevantes entre niños y niñas.

Los hábitos dietéticos de los pacientes también habían mejorado en el conjunto de la muestra al finalizar el programa. Los autores observaron un aumento de la cantidad de pacientes que consumían frutas, verduras, pescado, cereales integrales y lácteos fermentados con disminución del consumo de golosinas y productos panificados industriales.

Cambio en la dieta familiar
El artículo centrado en la dieta familiar, destaca que las niñas y niños menores de 8 años dependen en gran parte de la dinámica de sus progenitores para consumir alimentos: en general comen lo que eligen sus padres y por lo tanto, su salud nutricional estará condicionada por la respectiva conducta de sus tutores.

Debido a que ese grupo etario suele realizar una intensa actividad física, corren y se mueven mucho más que en edades posteriores, los investigadores no propusieron ningún tipo de actividad deportiva adicional para controlar el sobrepeso. En vista del buen estado emocional y psíquico en general tampoco consideraron necesario realizar alguna terapia psicológica o cognitivo-conductual.

El 2% de los niños estudiados alcanzaron un estado de peso normal para su edad y gran parte del resto mejoró su percentil de manera considerable. En conjunto, el percentil del IMC descendió más de 12 puntos en promedio, indicativo de una respuesta saludable al programa nutricional.

Si bien los resultados de los primeros cuatro meses fueron muy satisfactorios, los autores señalan que resultó complicado mantener esos percentiles en los restantes 8 meses del estudio. La dificultad podría deberse a las limitaciones para mantener el estado de alerta y toma de conciencia de las familias.

El programa educativo implementado reforzó los conocimientos y habilidades de las familias al supervisar la adquisición de una dieta mediterránea de la máxima calidad, junto a la promoción de hábitos de conducta que favorezcan un mejor control de la alimentación. La adherencia es un factor clave en el éxito de la intervención.

Conclusiones y propuestas
El estudio, según sus autores, respalda una alimentación con elevado valor nutricional, como la dieta mediterránea tradicional, por considerar que contribuye a prevenir y mejorar el control del sobrepeso y la obesidad en la infancia.
Los alimentos naturales abundantes en agua, vitaminas, minerales, fermentos y fibras y con una composición en macronutrientes equilibrada, son la base de una dieta de calidad, fundamental en la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad.


* Acta Pediátrica Española
Eficacia de la recomendación de un patrón de dieta mediterránea en preescolares con sobrepeso y obesidad
F. M. Calatayud-Sáez, B. Calatayud Moscoso del Prado
Volumen 78, Número 3