Informes periodísticos

RIESGO DE EVENTOS TROMBÓTICOS EN EL PUERPERIO INMEDIATO Y TARDÍO



Nueva York, EE.UU.


El riesgo de fenómenos trombóticos parece mantenerse elevado entre la séptima y la duodécima semana del puerperio, aunque en una proporción más reducida que la informada durante las primeras seis semanas de esa etapa.

 Fuente científica:  New England Journal of Medicine 370(14):1307-1315 aSNC

 Autores:  Kamel H, Navi BB, Elkind MSV

 Palabras clave:  puerperio, trombosis, embarazo, tromboprofilaxis

 Key Words:  postpartum period, thrombosis, pregnancy, thromboprophylaxis

flecha azul.gif (828 bytes) Institución principal:  Weill Cornell Medical College
flecha azul.gif (828 bytes) Correspondencia:  H Kamel, Weill Cornell Medical College Department of Neurology, NY 10065, Nueva York EE.UU.
flecha azul.gif (828 bytes) Patrocinio:  National Institute of Neurological Disorders and Stroke of the NIH.
flecha azul.gif (828 bytes) Conflicto de interés:  Los autores recibieron honorarios de empresas farmacéuticas.
flecha azul.gif (828 bytes) Agradecimientos:  National Institute of Neurological Disorders and Stroke of the NIH.


El embarazo se asocia con un incremento significativo del riesgo de trombosis, el cual se eleva en forma aún mayor durante las primeras 6 semanas del puerperio. Se desconoce si esta mayor probabilidad de accidente cerebrovascular, infarto agudo de miocardio y tromboembolismo venoso se mantiene más allá de ese período inicial; sin embargo, las normativas actuales recomiendan la suspensión de la tromboprofilaxis después de ese período incluso en mujeres con alto riesgo de episodios de tromboembolismo venoso.
En este contexto, se describen los resultados de un estudio de diseño retrospectivo con grupos cruzados, en el cual se procesaron datos obtenidos de hospitales para pacientes agudos y de los servicios de emergencia en California. Mediante ensayos de estas características, cada participante actúa como su propio sujeto de control. Con este formato, se comparó la probabilidad de un primer evento de tromboembolismo venoso durante las 6 semanas iniciales del puerperio con el riesgo equivalente para el período comprendido entre las 6 semanas y el primer año se seguimiento. Se incluyó información de mujeres de al menos 12 años; en los posteriores análisis de sensibilidad restringidos a las pacientes mayores de 18 años no se reconocieron diferencias en relación con la totalidad de la cohorte. Se excluyeron las mujeres con un segundo embarazo durante el período de seguimiento, para comparar el riesgo de trombosis durante el puerperio con el correspondiente al período sin gestación. Se instrumentó un modelo de regresión logística para la evaluación de la probabilidad individual de accidente cerebrovascular isquémico, infarto de miocardio o tromboembolismo venoso.
Se reunió información de 1 687 930 mujeres con un primer embarazo registrado en la base de datos; en esa cohorte, se demostraron 1 015 eventos trombóticos, incluidos 720 episodios de tromboembolismo venoso. Se reconoció que el riesgo de un primer evento de trombosis fue muy superior en las primeras 6 semanas del puerperio, en comparación con el mismo lapso estimado un año después del parto (odds ratio: 10.8; intervalo de confianza del 95%: 7.8 a 15.1). De igual forma, se advirtió un aumento leve pero significativo de este riesgo durante las semanas 7 a 12 del puerperio en comparación con el mismo período determinado un año después (odds ratio: 2.2; intervalo de confianza del 95%: 1.5 a 3.1). Sin embargo, más allá de las 12 semanas, no se verificó un riesgo significativamente mayor de estos episodios.
En las recomendaciones vigentes, se propone que las mujeres con elevado riesgo de trombosis deben recibir profilaxis con anticoagulación hasta la sexta semana del puerperio. No obstante, estas normativas se fundamentan sobre todo en la opinión de expertos. Se desconoce aún la duración más apropiada de esta medida preventiva, con el fin de lograr un equilibrio entre el riesgo de trombosis y la probabilidad de hemorragia. En función de los resultados obtenidos, se postula la necesidad de definir si los potenciales beneficios de la tromboprofilaxis pueden extenderse más allá de las primeras 6 semanas del puerperio. Asimismo, se destaca la importancia del reconocimiento de los potenciales síntomas de los fenómenos trombóticos durante el puerperio, dado que el riesgo se mantiene elevado por al menos 12 semanas, si bien la probabilidad absoluta de estos episodios más allá de las primeras 6 semanas es relativamente menor.
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