Resúmenes amplios

ENDOPRÓTESIS PARA EL TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES NO NEOPLÁSICAS DE LA RODILLA


Buenos Aires, Argentina
La información global avala el uso de endoprótesis como una opción de rescate de extremidades en pacientes cuidadosamente seleccionados, cuando otras opciones quirúrgicas no son factibles. La tasa de complicaciones, la supervivencia del implante y el resultado funcional en pacientes del estudio fueron similares a los publicados.

Revista de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología 88(5):1-12

Autores:
Jorge FD

Institución/es participante/s en la investigación:
Hospital Alemán

Título original:
Uso de Endoprótesis para el Tratamiento de Enfermedades no Neoplásicas de la Rodilla

Título en castellano:
Uso de Endoprótesis para el Tratamiento de Enfermedades no Neoplásicas de la Rodilla

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.12 páginas impresas en papel A4

Introducción

Desde finales de la década de 1980, las mejoras en la calidad y el diseño de los implantes ortopédicos, los avances en los métodos de diagnóstico por imágenes y en las técnicas quirúrgicas, y la introducción de la quimioterapia, hicieron posible la cirugía de conservación de miembros en pacientes con tumores musculoesqueléticos. Como consecuencia, las resecciones segmentarias de huesos largos y articulaciones, y su posterior reconstrucción pasaron a ser el procedimiento de elección.

Las endoprótesis modulares han sido el sistema más utilizado en las últimas tres décadas y constituyen el método de elección para la reconstrucción luego de resecciones segmentarias por una enfermedad ósea tumoral. Esto se debe a su disponibilidad, su montaje intraoperatorio relativamente simple y rápido, y a la estabilidad mecánica inmediata que hace posible una rehabilitación y una recuperación funcional tempranas.

En los últimos años, los grandes avances en los materiales y los diseños de las endoprótesis permitieron expandir progresivamente las indicaciones para su uso en el tratamiento de enfermedades no neoplásicas, como el trauma agudo con pérdida ósea grave y mala calidad ósea, las fallas postraumáticas (seudoartrosis y secuelas de infecciones), los defectos óseos complejos de gran tamaño en revisiones protésicas o fracturas periprotésicas con aflojamiento de los componentes y escaso stock óseo. El tratamiento de estos cuadros con endoprótesis adquirió notable importancia durante los últimos años en lo que se refiere al fémur distal y la tibia proximal con compromiso de la articulación de la rodilla. Cuando se los utiliza para el tratamiento de tumores óseos, estos sistemas provocan una alta tasa de complicaciones y fallas por diversos factores, lo que determina que la cirugía de revisión sea relativamente frecuente. En el caso de las enfermedades no neoplásicas, la tasa de falla de las endoprótesis también es elevada, aunque distinta de la registrada en las enfermedades oncológicas, y las causas predominantes pueden ser diferentes. El propósito del presente estudio fue evaluar el uso de endoprótesis para el tratamiento de enfermedades no neoplásicas que afectan la articulación de la rodilla. Se evaluaron los resultados funcionales, clínicos y radiográficos, la supervivencia del implante y las causas de su eventual falla.

Pacientes y métodos

Se realizó un estudio retrospectivo, analítico y descriptivo. Se seleccionó una población de pacientes a quienes se les había colocado una endoprótesis de rodilla, para el tratamiento de enfermedades no neoplásicas o posneoplásicas (es decir, pacientes cuya enfermedad inicial por la cual fueron tratados era un cuadro tumoral óseo, pero que, por algún motivo diferente de la enfermedad, requirieron una endoprótesis de rodilla). Se tuvo en cuenta el período comprendido entre enero de 2012 y diciembre de 2019. El seguimiento mínimo aceptado fue de seis meses. Se analizaron finalmente 12 prótesis en 11 pacientes: nueve con enfermedad no neoplásica y tres con enfermedad posneoplásica. El examen clínico y la evaluación funcional se realizaron utilizando el puntaje de la Musculoskeletal Tumor Society (MSTS). A todos los pacientes se les tomaron radiografías para analizar el estado de la prótesis cuando se llevó a cabo el estudio y la presencia de signos o síntomas relacionados con fallas del implante (aflojamiento, rotura, etc.) no registrados en la historia clínica.

Resultados

Se analizaron 12 prótesis en 11 pacientes (9 primarias y 3 revisiones). Seis pacientes eran hombres y cinco, mujeres. La edad promedio fue de 60 años. El seguimiento varió de entre 6.2 años y 11 meses (promedio 3.8 años). En total, se habían colocado nueve prótesis por enfermedades no neoplásicas y tres por cuadros posneoplásicos (un aflojamiento aséptico, seudoartrosis del injerto óseo y rotura del implante). Para la reconstrucción se usaron 7 prótesis IOT-HCFMUSP Modular System, 3 prótesis Megasystem-C y 2 prótesis OSSTM Orthopedic Salvage System. Se implantaron nueve endoprótesis de fémur distal (75%), dos de tibia proximal (16.7%) y una de fémur distal y tibia proximal (8.3%). Siempre se utilizaron tallos cementados tanto en el fémur como en la tibia. Se colocaron prótesis abisagradas en siete casos y una bisagra rotatoria en cinco. El tiempo promedio desde la cirugía primaria hasta la falla del implante fue de 47.5 meses. El implante falló en dos pacientes (18%) por infección o aflojamiento aséptico. El primer caso fue una paciente que sufrió una infección del sitio quirúrgico luego de una artroplastia total de rodilla primaria, y requirió una reconstrucción con endoprótesis de rodilla luego de tratar la infección. Finalmente, a causa de otra infección, se retiró la endoprótesis y se colocó un espaciador con antibiótico. Luego de esto, se perdió el seguimiento de la paciente. El segundo paciente sufrió una fractura de fémur distal que evolucionó a seudoartrosis y se le colocó una endoprótesis de rodilla. A los 40 meses, debió ser sometido a una cirugía de revisión por aflojamiento aséptico de la prótesis.

Según la clasificación de Henderson, los tipos de falla de la endoprótesis fueron falla mecánica tipo 2, es decir, aflojamiento aséptico (n = 1; 50%) e infección o falla tipo 4 (n = 1; 50%). No se constataron casos de fallas de tejidos blandos ni estructurales, como rotura del implante o fractura periprotésica. Para 9 de los 10 pacientes se dispuso de información sobre la evaluación clínica y radiográfica. El puntaje promedio final en la escala funcional MSTS fue de 76.6%. Según las radiografías, ningún paciente tenía signos de infección, aflojamiento del material, rotura de la prótesis, fractura periprotésica ni ningún otro signo de falla del implante en el momento del análisis.

Conclusión

Los hallazgos del presente estudio respaldan el uso de endoprótesis modulares como una solución para controlar enfermedades complejas no neoplásicas, pese a que se trata de un procedimiento quirúrgico complejo y con muchas complicaciones. Es posible afirmar que la tasa de complicaciones, como infección y aflojamiento aséptico, así como también la supervivencia del implante y el resultado funcional, fueron similares a los publicados.



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