DETERMINACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR EN LA POBLACIÓN ESPAÑOLA: DIFERENCIAS SEGÚN LA HERRAMIENTA DE CÁLCULO UTILIZADA - Red Científica Iberoamericana (RedCIbe)

Red Científica Iberoamericana

DETERMINACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR EN LA POBLACIÓN ESPAÑOLA: DIFERENCIAS SEGÚN LA HERRAMIENTA DE CÁLCULO UTILIZADA

Angel Arturo López González
Instituto Universitario de Investigación en Ciencias de la Salud, Universitat Illes Balears, Palma de Mallorca, España

Palma de Mallorca, España (SIIC)

La medición del riesgo cardiovascular en un mismo grupo de personas del área mediterránea española arroja resultados diferentes según la herramienta que se elija, incluso aunque las herramientas empleadas utilicen los mismos parámetros para determinar el riesgo.

El riesgo cardiovascular definido como la probabilidad de sufrir un evento cardiaco o cerebro vascular en un periodo de tiempo determinado, generalmente 10 años, permite a los profesionales de la salud, y a los propios pacientes, conocer de primera mano cual es la situación de partida de una persona y permite igualmente establecer estrategias preventivas y terapéuticas para revertir la situación si así fuera necesario.

Son muchas las escalas para valorar el riesgo cardiovascular que existen actualmente, unas se centran en la valoración de la morbimortalidad mientras otras van a valorar exclusivamente el riesgo de sufrir eventos mortales. España es un país con baja incidencia de problemas isquémicos cardíacos por ello la mayoría de las herramientas sobreestiman el riesgo, de ahí que ha sido necesario que diferentes estamentos hayan establecido criterios de corrección o más bien nuevas herramientas que se adapten a las características de nuestra población. Gracias a ello se elaboró una escala específica para nuestro país basada en la escala clásica de Framingham que se denomina REGICOR (Registro Gironí del Corazón).

Si se revisa la bibliografía se observa que la gran mayoría de estudios sobre riesgo cardiovascular, incluidos los que valoran la concordancia, se han realizado en población general de edad avanzada o en poblaciones específicas de alto riesgo, por ello creíamos necesario realizar un estudio que valorara el grado de concordancia de diferentes modelos de riesgo en una población general de bajo o moderado riesgo como es la población laboral, y además teniendo en cuenta las características reales de la población española. Para lograr este objetivo se realizó un estudio de correlación de cuatro herramientas de cálculo del riesgo cardiovascular que empleaban los mismos parámetros (edad, sexo, colesterol total, HDL colesterol, tensión arterial sistólica y diastólica, tabaco y diabetes). Además, dos de ellas estaban adaptadas a la población española (REGICOR y Framingham adaptado) y las otras dos no (Framingham cásico y por categorías).
Este estudio se realizó en una muestra amplia de población laboral, mas de mil trescientos trabajadores, con una edad media bastante baja para este tipo de estudios (42,4 años) y con baja prevalencia de factores de riesgo (9% de hipercolesterolemias, 20,7% de tensiones arteriales elevadas, 2,8% de diabéticos y 34,6% de fumadores). Estos datos permitieron considerar a nuestra población como de riesgo bajo o moderado ya que solo una minoría fue calificada de riesgo alto (3,5% con Framingham clásico, 1,8 en la de REGICOR y ninguno en las escalas de Framingham calibrado y por categorías).
El nivel medio de riesgo era muy variable según el método empleado, siendo mínimo en el Framingham calibrado y máximo en el Framingham por categorías: en las mujeres 1,9% y 3% y en los hombres 3,3% y 8,1% respectivamente. Estos datos nos muestran como en una misma población y empleando los mismos parámetros el nivel medio de riesgo varia extraordinariamente (57,9% de diferencia en mujeres y 245,5% en hombres).

Con la realización de análisis estadísticos más complejos como la regresión logística simple y el coeficiente de correlación de Pearson podemos determinar cómo se relacionan entre si los diferentes modelos de riesgo estudiados, de esta manera observamos que todas las escalas de Framingham presentan altos valores de correlación entre sí, como era esperable, oscilando entre 0,83 y 0,92 en mujeres y entre 0,8 y 0,91 en hombres mientras el grado de correlación baja mucho cuando comparamos la escala REGICOR con todos los modelos de Framingham oscilando estos valores entre 0,28 y 0,3 en mujeres y 0,49 y 0,54 en hombres. Los datos obtenidos en nuestro estudio coinciden con otros estudios analizados en lo referente a las escalas de Framingham pero difieren en la baja correlación del REGICOR, este hecho podría estar relacionado con las características de nuestra muestra (muestra de bajo riesgo).

De nuestros datos podemos deducir que las escalas de Framingham calibrado y REGICOR, es decir las que están adaptadas a las características de la población española, van a dar niveles de riesgo cardiovascular menores que aquellas escalas como el Framingham clásico o por categorías que no tienen en cuenta las particularidades de la población española. Por lo tanto podemos decir que estas escalas de Framingham sobreestiman también el riesgo cardiovascular en población española de bajo riesgo al igual que afirman otros muchos autores para las poblaciones de alto riesgo.

Teniendo en cuenta la utilidad que tienen las herramientas de cálculo del riesgo cardiovascular, sobre todo a la hora de establecer estrategias preventivas, es importante conocer si estiman adecuadamente o sobreestiman el riesgo real ya que de ello va a depender la necesidad o no de establecer las estrategias de intervención correspondientes adecuadas.



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