Los espacios verdes urbanos desempeñan un papel fundamental por su impacto positivo en la salud mental, el bienestar general y sus contribuciones a la disminución de las tasas de morbilidad y mortalidad relacionadas con el calor.
La salud cardiovascular deficiente en la mediana edad predispone a riesgos acentuados de padecer en la vejez enfermedades como demencia, evento cerebrovascular y depresión.