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Introducción
En las dos últimas décadas se incrementó notablemente el conocimiento relativo al desarrollo de los embriones. Uno de los avances en medicina reproductiva es el uso de medios secuenciales para el cultivo de los embriones hasta el estado de blastocisto como estrategia para disminuir la incidencia de embarazos múltiples y mejorar las tasas de implantación. La base de este concepto es el hecho de que los requerimientos metabólicos de los embriones cambian durante su desarrollo. Además, la transferencia de blastocistos al útero los expone a las condiciones fisiológicas que normalmente experimentarían en el momento de la implantación.1,2
Se ha informado que los sistemas de cultivo convencionales, con el uso de un medio simple para todo el período de cultivo no son capaces de dar soporte al desarrollo de blastocistos viables in vitro.3,4
En una publicación anterior informamos un embarazo y el nacimiento de un niño sano luego de la transferencia de un blastocisto desarrollado en un medio simple a partir de un embrión de 72 horas que había quedado retenido en el catéter durante una transferencia traumática.5 En esta oportunidad queremos transmitir nuevos resultados y conclusiones obtenidos a partir del seguimiento de embriones desarrollados en un medio simple en un grupo heterogéneo de pacientes.
Materiales y métodos
Se estudió la evolución de 217 embriones obtenidos por fertilización in vitro (FIV) en un medio simple, P-1 (Irvine Scientific, Santa Ana, CA, EE.UU.), provenientes de un grupo heterogéneo de pacientes que ingresaron a nuestro programa en el período comprendido entre agosto de 2000 y diciembre de 2003.
En nuestro centro, las transferencias embrionarias se realizan rutinariamente en el día 3 luego de la inseminación debido a tres motivos principales: 1) las estimulaciones ováricas son, en general, bajas; 2) las tasas de embarazo globales no han sido más altas en los períodos en que hemos transferido blastocistos obtenidos con el uso de medios secuenciales, y 3) por la mayor probabilidad potencial de no llegar a la etapa de transferencia embrionaria inherente a las transferencias de blastocistos.
De estos 217 embriones, 167 no fueron transferidos ni criopreservados debido a que presentaban un alto porcentaje de fragmentación (> 20%) o blastómeras irregulares o baja velocidad de clivaje (< 6 células en día 3). Se los dejó en cultivo con el único objetivo de estudiar su evolución (grupo de embriones: 1). Cincuenta de los 217 embriones fueron de buena calidad (< 20% de fragmentación, blastómeras regulares, 6 a 8 células en el día 3) pero pertenecían a 14 pacientes a las que por razones particulares se les hizo la transferencia de embriones en estado de blastocisto (grupo de embriones: 2). De estas 14 pacientes, una de ellas, receptora del programa de ovodonación, no había interpretado correctamente las instrucciones del médico: en el momento de la transferencia de los embriones en el día 3 presentaba endometrio trilaminar, no se había administrado la progesterona, por lo que la transferencia debió ser postergada, se logró el embarazo con la transferencia de un blastocisto (este caso es motivo de otro trabajo actualmente en preparación). Once de ellas no aceptaban la criopreservación y eligieron transferir los embriones que llegaran a blastocistos y las dos restantes vivían lejos de nuestro centro y prefirieron postergar la transferencia.
La aprobación del presente protocolo por el Comité de Etica de nuestra clínica no fue necesaria ya que se trata de un estudio retrospectivo.
La inseminación de los ovocitos y el cultivo de los embriones se realizó en en una cápsula de 4 pozos con 0.5 ml de medio/pozo. El medio utilizado fue P-1 suplementado con 3 mg/ml de albúmina sérica humana (Irvine Scientific, Santa Ana, EE.UU.) para el cultivo de los ovocitos y su inseminación, y con 10% de sustituto de suero sintético (Irvine Scientific, Santa Ana, EE.UU.) para el desarrollo de los ovocitos fertilizados hasta el estado de 8 células y posteriormente hasta el estado de blastocisto.
Los blastocistos se transfirieron el día 6 a la mañana empleando catéteres de Frydman. La fase lútea se suplementó con progesterona vaginal.
Resultados
De los 167 embriones pertenecientes al grupo 1, 35 progresaron hasta el estado de blastocisto expandido (20.95%) y entonces fueron criopreservados. De los 50 embriones pertenecientes al grupo 2, 21 evolucionaron hasta el estado de blastocisto expandido (42.0%) y fueron transferidos a 14 pacientes. De las 14 pacientes a las que se les transfirieron blastocistos, 4 lograron el embarazo clínico, por lo que se obtuvo una tasa de embarazo clínico por transferencia de 28.6% y una tasa de implantación de 19.0%.
Discusión
Se informó que los sistemas de cultivo convencionales, con el uso de un medio simple para todo el período de cultivo, no son capaces de dar soporte al desarrollo de blastocistos viables in vitro.3,4 Las condiciones de cultivo que permiten el desarrollo óptimo de los embriones clivados no permitirían el desarrollo de blastocistos de buena calidad ni su diferenciación. Es más, esas condiciones que permiten el desarrollo de blastocistos de buena calidad y también su diferenciación en masa celular interna y trofoectodermo actuarían inhibiendo el desarrollo de embriones clivados.1
A pesar de esto, en una publicación anterior informamos un embarazo y el nacimiento de un niño sano luego de la transferencia de un blastocisto desarrollado en un medio simple a partir de un embrión de 72 horas que había quedado retenido en el catéter durante una transferencia traumática.5 En esta oportunidad estamos transmitiendo nuevos resultados y conclusiones obtenidos a partir del seguimiento de embriones provenientes de un grupo heterogéneo de pacientes en un medio simple.
Nuestros resultados coinciden con datos previamente publicados6,7 relativos a la asociación positiva entre calidad embrionaria en el día 3 y la tasa de formación de blastocistos entre los días 5 y 6. Alikani y col. demostraron que el grado y el patrón de fragmentación tienen un fuerte impacto en las tasas de embarazo e implantación.8 En otro estudio, este mismo grupo de investigadores examinó la relación entre anomalías morfológicas de los embriones clivados y su capacidad para formar blastocistos viables in vitro.9 Una velocidad de clivaje normal (7 a 9 células en el día 3) se asocia con una mayor tasa de progresión hacia el estado de blastocisto, mientras que la fragmentación excesiva (> 15%) influye negativamente. También en nuestras condiciones, empleando un medio de cultivo simple, la tasa de blastulación fue más alta en el grupo de embriones de mejor calidad (grupo de embriones: 2). Por otro lado, se planteó la hipótesis de que la capacidad de un embrión para progresar al estado de blastocisto dependería principalmente del genoma embrionario.10
Huisman y col. demostraron el desarrollo de embriones hasta el estado de blastocisto en medio de cultivo simple.11 Nuestros resultados demuestran que la transferencia de blastocistos cultivados en un medio simple (en nuestro caso, P-1) no mejora las tasas globales de embarazo ni de implantación. Está demostrado que éstas son más altas cuando se emplean medios secuenciales.12
A pesar de ello, estos datos indican que en casos particulares, laboratorios que no transfieren rutinariamente blastocistos y que por lo tanto no cuentan con medios secuenciales en forma permanente, pueden obtener blastocistos en medios simples y lograr con su transferencia tasas de embarazo e implantación aceptables.
Los autores no manifiestan conflictos.