Al emerger de manera importante como nexo entre las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, la contaminación atmosférica requiere ser integrada como factor de riesgo en la evaluación y manejo de pacientes oncológicos con riesgo cardiovascular.
La revisión publicada en la revista CardioOncology-JACC * examina el papel de la contaminación del aire como factor de riesgo compartido para enfermedades cardiovasculares y cáncer. Con el objetivo de analizar la evidencia existente sobre el impacto en la cardio-oncología,el artículo explora la intersección emergente entre las dos áreas médicas cruciales.
El término “cardio-oncología” comprende la investigación y práctica clínica de predecir, prevenir y tratar la cardiotoxicidad causada por la terapia del cáncer, como las antraciclinas, los tratamientos anticancerígenos dirigidos, la inmunoterapia y la radioterapia.
La introducción del artículo informa que "con el tiempo, el concepto de cardio-oncología se ha ampliado para incluir los vínculos bidireccionales y multifacéticos entre la enfermedad cardiovascular y el cáncer"; por ejemplo, los pacientes con insuficiencia cardíaca tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer.
La interacción entre la enfermedad cardiovascular y el cáncer si bien fue relacionada a predisposiciones genéticas compartidas y factores de riesgo comunes, la contribución de los factores ambientales siguió siendo poco clara.
Aunque los tratamientos contra el cáncer mejoraron las tasas de supervivencia, también surgieron nuevos desafíos, como el aumento de enfermedades cardiovasculares en pacientes oncológicos. En este sentido, la contaminación del aire, reconocida como factor de riesgo independiente de ambas condiciones, ha sido en gran medida ignorada en el contexto de la cardio-oncología.
Impacto cardiovascular y oncológico de la contaminación
La contaminación del aire y sus principales componentes, especialmente el material particulado fino (PM2.5), se asocian con resultados adversos para la salud de manera notable.
La exposición a PM2.5 guarda relación con la hipertensión, aterosclerosis, infartos de miocardio y eventos cerebrovasculares, así como con el mayor riesgo de cáncer de pulmón.
Un hallazgo clave es la observación de una mayor mortalidad cardiovascular en pacientes con cáncer expuestos a niveles elevados de contaminación del aire. Por otra parte, tratamientos oncológicos como la quimioterapia y la radioterapia, pueden aumentar el riesgo de muerte cardiopulmonar asociada a la contaminación atmosférica en estos pacientes.
Mecanismos y riesgos compartidos
La contaminación del aire afecta factores de riesgo modificables comunes tanto para enfermedades cardiovasculares como para cáncer, incluyendo obesidad, diabetes, dislipidemia e hipertensión.
La inflamación y el estrés oxidativo sobresalen como mecanismos centrales en los efectos de la contaminación del aire en ambas condiciones.
La inflamación crónica inducida por la exposición a contaminantes atmosféricos puede causar daño a las células endoteliales, promover la formación de placas ateroscleróticas y desencadenar respuestas inmunitarias que exacerban las condiciones cardiovasculares y oncológicas.
El estrés oxidativo, por su parte, al desencadenar la producción de radicales libres que dañan el ADN puede llevar a mutaciones y progresión del cáncer.
Desigualdades expuestas a la contaminación
En su abordaje de las desigualdades en la exposición a la contaminación, el estudio destaca su variabilidad según la región geográfica, el nivel socioeconómico, la raza/etnia y las condiciones de las comunidades desfavorecidas generalmente expuestas a niveles superiores.
Las desigualdades agravan los riesgos para la salud en poblaciones vulnerables las que, por recomendación de los autores, deberían recibir intervenciones específicas para reducir la exposición al aire contaminado.
Implicancias y acciones
El artículo propone aumentar la conciencia sobre el impacto de la contaminación del aire en la cardio-oncología con estrategias de intervención para reducir sus efectos adversos. Las estrategias cruciales que enuncia incluyen la profundización de la evaluación de riesgos, intervenciones personalizadas así como también consideraciones para ser adoptadas por la sociedad y los gobiernos.
En tal línea, los autores subrayan que los profesionales de la salud deben integrar la evaluación de la exposición a la contaminación del aire en las historias clínicas de los pacientes oncológicos, el uso de tecnologías de monitoreo personal de la calidad del aire y la promoción de políticas que reduzcan las emisiones de contaminantes.
Recomendaciones y conclusiones
Las limitaciones de la evidencia actual subrayan la necesidad de realizar más estudios prospectivos a gran escala. Comprender mejor el papel de la contaminación del aire en la cardio-oncología permitirá desarrollar estrategias de prevención temprana y atención médica personalizada más efectivas.
La integración de la evaluación de la exposición a la contaminación del aire en el manejo clínico de pacientes con cáncer y riesgo cardiovascular es apreciado por los autores como urgente.
Las estrategias de prevención y tratamiento en cardio-oncología deberían considerar la contaminación atmosférica como un factor de riesgo modificable crucial, con la apertura de nuevas vías para mejorar los resultados de salud en la población vulnerable.
La colaboración interdisciplinaria entre oncólogos, cardiólogos y expertos en salud pública es esencial para abordar de manera efectiva este desafío multifacético.
Las políticas de salud pública que reduzcan la contaminación del aire podrían tener un impacto significativo en la reducción de la morbilidad y mortalidad en pacientes con enfermedades cardiovasculares y cáncer.
* CardioOncology - JACC
Zhu, W, Al-Kindi, S, Rajagopalan, S. et al. Air Pollution in Cardio-Oncology and Unraveling the Environmental Nexus: State-of-the-Art Review
Junio 2024 Jun
https://doi.org/10.1016/j.jaccao.2024.04.003
Copyright siicsalud © 1997-2024 ISSN siicsalud: 1667-9008