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El monóxido de carbono inhalado al fumar incrementa los riesgos extremos de eventos cardíacos
European Society of Cardiology Barcelona, España 05 Octubre, 2022

ESC Congress 2022 - Barcelona, Spain - ISCP
El riesgo de muerte o mal pronóstico posterior a  un infarto de miocardio es más de 20 veces superior en los fumadores con niveles de monóxido de carbono exhalado por encima de 13 ppm, nivel éste que indica un tabaquismo e inhalación de humo intensos.

La investigación Carbon monoxide and acute cardiac events (ADDICT-ICCU) fue presentada en la mañana de hoy en el Congreso de la European Society of Cardiology (ESC) 2022, que se celebra en Barcelona, España, entre los días 26 y 29 de agosto.

“La cantidad de monóxido de carbono en el aliento de una persona no solo está directamente relacionado con la cantidad de cigarrillos que fuma sino también con la forma en que lo hace”, expresó el investigador principal, profesor Patrick Henry del Hospital Lariboisiere, París, Francia, a cargo de la presentación.

“Las personas pueden inhalar profundamente el humo o no inhalarlo en absoluto, y pueden fumar cigarrillos desde el principio al fin o dejar que se quemen en el cenicero. Finalmente, el lugar representa un tema crucial; fumar en una habitación pequeña y sin ventilación es probable que aumente la concentración de monóxido de carbono en comparación con fumar en el exterior”. 

La combustión de los cigarrillos produce monóxido de carbono, el mismo gas de elevada toxicidad que se encuentra en los escapes de los vehículos motorizados, la contaminación y los hornos deficientes.

El monóxido de carbono reemplaza al oxígeno en la sangre y puede ser letal. En este sentido Henry agregó: “Los pacientes con eventos cardíacos agudos, como infartos de miocardio, disponen de insuficiente oxígeno en las arterias coronarias. Entendemos entonces que si parte del oxígeno es reemplazado por monóxido de carbono el evento puede ser más severo”. 

La presentación en el Congreso ESC 2022, describió el estudio llevado a cabo durante dos semanas de abril de 2021 en 39 unidades de cuidados cardíacos intensivos (ICCU) de hospitales franceses.
En dicho lapso midieron el monóxido de carbono espiratorio dentro de las dos horas posteriores al ingreso consecutivo de 1.379 pacientes adultos con eventos cardíacos agudos.
La edad media rondó los 63 años; el 70% eran hombres. En cuanto al motivo de ingreso, 720 (52%) pacientes presentaban síndrome coronario agudo, 186 (13%) insuficiencia cardíaca aguda y 473 (34%) otras afecciones cardíacas agudas. El promedio de permanencia en la UCCI fue de cinco días. 

Al preguntarse a los pacientes sobre la condición de fumador, un tercio (33%) respondió que no eran fumadores, 39% ex fumadores y 27% fumadores activos.

El nivel de monóxido de carbono fue similar en no fumadores y exfumadores (media de 3,6 y 3,3 ppm, respectivamente; p=0,12) y significativamente mayor en fumadores activos (media de 9,9 ppm; p<0,001). 

Los investigadores analizaron la asociación entre el nivel de monóxido de carbono y el resultado primario de eventos adversos importantes en el hospital, expresados en una combinación de muerte, paro cardíaco con resucitación o shock cardiogénico.
Un total de 58 (4,2%) pacientes experimentaron un evento adverso mayor mientras estaban en el hospital. El nivel de monóxido de carbono se asoció de manera notable con eventos adversos importantes en fumadores activos, con una oportunidad relativa de 1,14 por unidad ppm, lo que significa que por cada ppm de aumento en el monóxido de carbono, se verificó un 14 % más de probabilidades de un evento. 

Los investigadores identificaron 13 ppm como el mejor umbral para predecir un peor pronóstico. La probabilidad de un evento adverso importante fue 23 veces mayor en fumadores con un nivel de monóxido de carbono superior a 13 ppm, en comparación con 13 ppm o menos, después de ajustar los factores con posibilidad de influir en la relación (edad, sexo, diabetes, tabaquismo, antecedentes de enfermedad cardiovascular o renal crónica, antecedentes de cáncer y motivo de ingreso).

En fumadores con un nivel de monóxido de carbono de 13 ppm o menos, la tasa de eventos adversos mayores fue similar a la de los no fumadores o ex fumadores (p = 0,65). Casi uno de cada cinco (19 %) fumadores activos registraba un nivel de monóxido de carbono superior a 13 ppm en comparación con menos del 2 % de los no fumadores o ex fumadores. 

Henry acotó: “Nuestro estudio muestra que cuando un fumador es hospitalizado por un evento cardíaco agudo, un nivel de monóxido de carbono superior a 13 ppm se asocia con un peor pronóstico. También encontramos que el nivel de monóxido de carbono era un predictor de eventos adversos mucho más poderoso que el tabaquismo”. 

Al finalizar, transmitió su conclusión:
“Los hallazgos sugieren que el monóxido de carbono exhalado podría medirse en pacientes cardíacos al ingreso hospitalario para evaluar mejor su pronóstico. El envenenamiento por monóxido de carbono es contrarrestado con oxígeno de alto flujo que disminuye rápidamente los niveles peligrosos en la sangre."
En el cierre de la exposición recomendó realizar nuevas investigaciones que contribuyan a determinar si esta terapia podría mejorar la perspectiva después de un infarto de miocardio en fumadores con niveles de monóxido de carbono superiores a 13 ppm.