Resúmenes amplios

EL USO DE EQUIPO DE PROTECCIÓN PERSONAL Y PROTECTOR FACIAL EN ODONTOLOGÍA


Milan, Italia
El uso de equipo de protección personal y protector facial reduce drásticamente el riesgo de infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave durante procedimientos odontológicos que generan aerosoles.

Journal of the American Dental Association 152(8):631-640

Autores:
Ionescu AC

Institución/es participante/s en la investigación:
Microbiology Institute

Título original:
Efficacy of Personal Protective Equipment Against Coronavirus Transmission Via Dental Handpieces

Título en castellano:
Eficacia del Equipo de Protección Personal Frente a la Transmisión del Coronavirus a Través de Piezas de Mano Dentales

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.93 páginas impresas en papel A4

Introducción

El coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés), el agente etiológico de la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés), puede encontrarse en la saliva de pacientes infectados tanto sintomáticos como asintomáticos. Debido a que los odontólogos están potencialmente expuestos a la saliva de personas asintomáticas, especialmente durante los procedimientos que generan aerosoles, se los ha incluido entre los profesionales de la salud con mayor riesgo de contraer y, por lo tanto, transmitir la infección por SARS-CoV-2. Los procedimientos que generan salpicaduras y aerosoles en el consultorio dental pueden propagar la contaminación sobre prácticamente cualquier superficie. Hasta la fecha no se ha realizado ningún estudio para evaluar la eficacia de los barbijos quirúrgicos, los respiradores y las máscaras faciales contra los coronavirus.

El objetivo del presente estudio fue evaluar la eficacia del equipo de protección personal (EPP) y la evacuación de alto volumen (EAV) contra la propagación del SARS-CoV-2 durante un procedimiento odontológico estándar.

 

Métodos

Se utilizaron maniquíes de paciente y operador para recrear un entorno dental dentro de una cámara tipo gabinete de clase III construida a medida. La boca del maniquí del paciente se inoculó con una suspensión de coronavirus humano tipo 229E (HCoV-229E, por sus siglas en inglés), cuya carga viral fue similar a la de las personas asintomáticas infectadas por SARS-CoV-2. El procedimiento odontológico se realizó con una pieza de mano de turbina de aire y EAV durante 10 segundos. La turbina estaba equipada con una fresa de diamante cilíndrica. La presión del aire se fijó en 3.3 atm y la velocidad fue de 320 000 rpm. Se utilizó agua del grifo para la refrigeración. Las cabezas de maniquí (operador y paciente) se fijaron a una distancia de trabajo convencional de 25 cm.

El maniquí del paciente estaba equipado con dientes de resina. La turbina de aire y el sistema de EAV se orientaron para simular la posición de un dentista diestro durante la preparación de la superficie oclusal del primer molar inferior derecho. Se utilizó un soporte de laboratorio universal para mantener la turbina de aire y el sistema de EAV en la misma posición para todas las pruebas. La turbina de aire se colocó a 2 milímetros de la superficie del diente y se orientó hacia la cara lingual del arco dental, y la punta de la EAV se colocó en el lado opuesto del diente. La distancia entre la punta de la EAV y la punta de la turbina fue de 2 cm. Una micropipeta se utilizó para transferir la solución viral (un ml) a la parte inferior del arco mandibular dentro del maniquí del paciente, imitando la saliva que drena de las glándulas submandibulares y se hizo funcionar la turbina de aire durante 10 segundos para generar un aerosol que contenía las partículas virales. Después de eso, se apagó la EAV y se dejaron 60 segundos para la dispersión del aerosol. La eficacia de los barbijos quirúrgicos, los respiradores N95 (careta filtrante de clase 2 [CF2]) y de careta filtrante clase 3 (CF3), las máscaras faciales, y la EAV se evaluó mediante reacción en cadena de polimerasa cuantitativa en tiempo real, de la carga viral en las superficies del EPP y en la frente y boca del operador.

Las condiciones experimentales probadas fueron barbijo quirúrgico sin EAV, barbijo quirúrgico y EAV, respirador N95 y EAV, respirador de CF3 y EAV, barbijo quirúrgico, máscara facial y EAV, y respirador N95, máscara facial y EAV. Cada una de estas condiciones experimental se realizó por triplicado.

 

Resultados

La amplia superficie sobre la que se extendió el inóculo provocó una baja contaminación. Cuando no se usó la máscara facial, la media de las cargas virales variaron de 1.2 a 1.4 log10 copias de genes/cm2 sobre las superficies externas de barbijos y respiradores. Cuando se usó la máscara facial, las cargas virales cayeron por debajo del límite de detección (< 0.317 log10 copias del gen/cm2) para todos los EPP. En la frente del operador, las cargas virales fueron de 0.6 a 0.8 log10 copias de genes/cm2 en todas las condiciones experimentales. Dentro de la boca del maniquí del operador, las cargas virales estaban por debajo del límite de detección al usar cualquier EPP, con la máscara facial o sin esta, sin diferencias significativas entre barbijos quirúrgicos y respiradores (todos p > 0.05). El uso de EAV no modificó de forma significativa las cargas virales en ninguna de las condiciones experimentales analizadas (todos p > 0.05).

 

Conclusiones

La combinación de barbijo quirúrgico o respirador y máscara facial reduce de manera drástica las cargas virales por debajo del límite de detección, disminuyendo así el riesgo de infección por SARS-CoV-2 durante los procedimientos dentales de rutina que generan aerosoles, pero se sugiere precaución al quitarse y desechar el EPP para evitar la autocontaminación. En la configuración experimental del presente estudio, los barbijos quirúrgicos y los respiradores N95 o de CF3 fueron igualmente eficaces para proteger al operador contra la infección SARS-CoV-2, mientras que la EAV no influyó en la contaminación viral.

 



ua40317

Imprimir esta página