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Introducción
La aparición de la variante B.1.1.529 (ómicron) del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés) cambió de manera drástica el panorama de la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas inglés) y generó un aumento de nuevos casos, incluso entre las personas más ancianas y frágiles que viven en centros de atención a largo plazo. Debido a que estas personas tienen el mayor riesgo de complicaciones graves después de una infección, la precaución y protección de esta población sigue siendo una prioridad de salud pública. Para el 5 de abril de 2022, un total de nueve países europeos, incluida Suecia, recomiendan la cuarta dosis de la vacuna contra la COVID-19 a ciertas poblaciones vulnerables, como los residentes de centros de atención a largo plazo y las personas de 80 años o más. Se necesitan con urgencia datos sobre la protección proporcionada por la cuarta dosis en estas personas para informar las políticas y estrategias de vacunación y para prevenir muertes prematuras.
El objetivo de la presente investigación fue evaluar la eficacia relativa de la cuarta dosis de la vacuna de ácido ribonucleico mensajero (ARNm) contra la COVID-19 contra la mortalidad por todas las causas durante hasta 4.5 meses de seguimiento en residentes de centros de atención a largo plazo y en sujetos ancianos y frágiles.
Métodos
Se formaron dos cohortes emparejadas utilizando registros nacionales suecos. En el primero, los residentes de centros de atención a largo plazo que recibieron la cuarta dosis de una vacuna de ARNm contra la COVID-19 a partir del 1° de enero de 2022 en adelante se emparejaron en proporción 1:1 en el año de nacimiento y el condado de residencia con los residentes que recibieron al menos una tercera dosis (n: 24 524). En el segundo cohorte, todos los individuos ≥ 80 años que recibieron la cuarta dosis fueron emparejados en proporción 1:1 con los individuos que recibieron al menos una tercera dosis (n: 394 104). Se usaron modelos de regresión de Cox para estimar los cocientes de riesgos para la mortalidad por todas las causas en los receptores de la cuarta dosis en comparación con los de los receptores de la tercera dosis, con la eficacia relativa de la vacuna estimada como uno menos el cociente de riesgos. Dado que el seguimiento comenzó el 1° de enero de 2022, las estimaciones de la efectividad relativa de la vacuna en el presente estudio se consideran aplicables al período en el que predominó la variante ómicron. La mortalidad acumulada se ilustró utilizando el método de Kaplan-Meier con intervalos de confianza del 95% (IC 95%).
Resultados
En la cohorte de centros de atención a largo plazo, la mediana de edad fue de 86.4 años, alrededor del 68% eran mujeres y casi el 90% nacieron en Suecia. Los individuos eran en general frágiles. Entre los receptores de la cuarta dosis, aproximadamente el 60% recibió BNT162b2 y el resto recibió ARNm-1273 como cuarta dosis. En la cohorte de todas las personas de 80 años o más, la mediana de edad fue de 85.2 años, alrededor del 58% eran mujeres y alrededor del 7% estaban registrados como residentes de un centro de atención a largo plazo. Entre los receptores de la cuarta dosis, aproximadamente el 60% recibió BNT162b2 y el resto recibió ARNm-1273.
A partir de los 7 días posteriores al inicio, hubo 1119 muertes en la cohorte de centros de atención a largo plazo durante una mediana de seguimiento de 77 días y un seguimiento máximo de 126 días. Durante los días 7 a 60, la eficacia de la vacuna de la cuarta dosis fue del 39% (IC 95%: 29 a 48), que disminuyó al 27% (IC 95%: -2 a 48) durante los días 61 a 126. En la cohorte de todos los individuos ≥ 80 años, hubo 5753 muertes durante una mediana de seguimiento de 73 días y un seguimiento máximo de 143 días. Durante los días 7 a 60, la eficacia de la vacuna de la cuarta dosis fue del 71% (IC 95%: 69 a 72), que disminuyó al 54% (IC 95%: 48 a 60) durante los días 61 a 143.
La eficacia de la cuarta dosis de la vacuna pareció más fuerte cuando se comparó con los receptores de la tercera dosis en los que habían pasado al menos cuatro meses desde la vacunación (p < 0.001).
Conclusiones
En comparación con la tercera dosis, la cuarta dosis de la vacuna de ARNm contra la COVID-19, administrada durante el período en el que prevaleció la variante ómicron, se asoció con un riesgo reducido de muerte por todas las causas en residentes de centros de atención a largo plazo y en los sujetos ancianos y frágiles durante los primeros dos meses, después la protección se hizo ligeramente inferior. Estos hallazgos sugieren que la cuarta dosis puede prevenir la mortalidad prematura en los ancianos y frágiles incluso después de la aparición de la variante ómicron, aunque el momento de la vacunación parece ser importante con respecto a la ligera disminución observada después de dos meses.