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Introducción
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es una infección causada por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2). Según los investigadores, es importante determinar qué factores están involucrados con la susceptibilidad a esta enfermedad. En este sentido, aún no está claro si el uso de supresores de ácido aumenta el riesgo de infección por SARS-CoV-2 y muerte por COVID-19.
El objetivo del presente estudio fue analizar el impacto del tratamiento supresor de ácido sobre el riesgo de infección por SARS-CoV-2 y muerte en pacientes con COVID-19.
Métodos
El presente estudio incluyó a 9469 participantes del UK Biobank, evaluados por COVID-19, entre el 16 de marzo y el 29 de junio de 2020. Los datos del tratamiento farmacológico de los participantes del UK Biobank se obtuvieron mediante una entrevista verbal en el momento de la inscripción (2006 a 2010). Solo se incluyó en la base de datos la información sobre los tratamientos habituales. No se registraron las dosis y las formulaciones de los fármacos. El uso de supresores de ácido (inhibidores de la bomba de protones [IBP] y antagonistas del receptor de histamina 2 [ARH2]) se dividió en "sí" (0) o "no" (1).
El criterio principal de valoración fue la tasa de pruebas positivas para SARS-CoV-2 y el criterio secundario fue la mortalidad en los pacientes con resultados positivos para COVID-19. El pareamiento por puntaje de propensión (PPP) se aplicó para parear a los usuarios y no usuarios de supresores de ácido. También, para el análisis de subgrupos se seleccionaron pacientes con enfermedades del tracto gastrointestinal superior. La asociación entre las variables de interés y las probabilidades de infección por SARS-CoV-2 se examinó mediante regresión logística. La relación entre las variables de interés y el riesgo de muerte en pacientes con COVID-19 se examinó mediante regresión de Cox. Para corregir las comparaciones múltiples se utilizó la tasa de descubrimiento falso. Se consideró estadísticamente significativo el valor de p ajustado < 0.1. Por último, los resultados obtenidos en el presente estudio se utilizaron en un metanálisis de estudios previos que evaluaron la asociación entre el uso de supresores de ácido y el riesgo de infección por SARS-CoV-2. Todos los análisis estadísticos se realizaron con la versión 14.0 del programa Stata 14.0. Los odds ratio (OR) y los cocientes de riesgo (CR) se calcularon con intervalos de confianza del 95% (IC 95%).
Resultados
De los 9469 participantes incluidos, 1516 (16%) usaban habitualmente supresores de ácido y 7953 (84%) no lo hacían en forma regular. En general, los usuarios habituales de supresores de ácido tenían < 65 años y mayor prevalencia de comorbilidades, en comparación con los no usuarios de estos agentes. Además, después del PPP en una proporción 1:1, para el análisis se seleccionaron 1516 usuarios de supresores de ácido y 1516 no usuarios, pareados. Las características de los participantes en estos dos grupos fueron similares (todas p > 0.1).
El OR del resultado positivo en la prueba de COVID-19 asociada con la terapia con IBP o ARH2 en la cohorte de PPP fue de 1.083 (IC 95%: 0.892 a 1.315) y 0.949 (IC 95%: 0.650 a 1.387), respectivamente. Ningún tipo de supresor de ácido se asoció con riesgo de infección por SARS-CoV-2. Se observaron hallazgos similares en el análisis de subgrupos. El uso de IBP o H2RA no se asoció con riesgo de infección por SARS-CoV-2 en pacientes con enfermedades del tracto gastrointestinal superior. Sin embargo, se halló que el uso de omeprazol solo se relacionó de forma significativa con mayor riesgo de infección por SARS-CoV-2 en el análisis de subgrupos de pacientes con enfermedades del tracto gastrointestinal superior (OR: 1.353; IC 95%: 1.011 a 1.825). Esto no se detectó con el uso de otros IBP.
Entre los pacientes con COVID-19 incluidos en el presente estudio, 302 (19%) murieron antes del 29 de junio de 2020. El uso de IBP (CR: 0.804; IC 95%: 0.581 a 1.114) y de H2RA (CR: 1.180; IC 95%: 0.624 a 2.232) no se asoció con riesgo de muerte en pacientes con COVID-19 en la cohorte de PPP. Únicamente el uso de lansoprazol se asoció potencialmente con menor riesgo de muerte en pacientes con COVID-19; sin embargo, no se obtuvieron resultados similares en el análisis de subgrupos en pacientes con enfermedades del tracto gastrointestinal superior.
En el metanálisis efectuado con los resultados del presente estudio y los de 3 trabajos previos que analizaron el riesgo de obtener un resultado positivo en la prueba de COVID-19 con la terapia supresora de ácido, los OR agrupados de los resultados positivos asociados con el uso de IBP (previo y al momento del estudio), el empleo de IBP solo al momento del estudio y el uso de ARH2 fueron 1.06 (IC 95%: 0.54 a 2.06), 1.03 (IC 95%: 0.44 a 2.41) y 0.86 (IC 95%: 0.76 a 0.97), respectivamente.
Discusión
Los estudios que analizaron la asociación del uso de supresores del ácido gástrico con el riesgo de infección por SARS-CoV-2 no fueron concluyentes. Al igual que en otras investigaciones, en el presente estudio se observó que el uso de IBP no se asoció con el riesgo de infección por SARS-CoV-2; por el contrario, un estudio realizado en los EE. UU. halló que el empleo de IBP, pero no de ARH2, se relacionó con mayor probabilidad de obtener un resultado positivo en la prueba de COVID-19. En este estudio, el estado de COVID-19 fue informado por lo pacientes y, por lo tanto, los resultados pueden ser inexactos. Además, como grupo de referencia se incluyeron participantes que no usaban IBP al momento del estudio, por lo que no se determinó la asociación entre el empleo previo de IBP y la probabilidad de obtener un resultado positivo en la prueba de COVID-19.
Entre las ventajas del presente estudio, los autores destacan los datos detallados y validados en una cohorte bien caracterizada que incluyó tipos de supresores de ácido y posibles factores de riesgo, y el hecho de realizar un análisis de subgrupos con pacientes con enfermedades del tracto gastrointestinal superior, porque es probable que esta población reciba antiácidos con regularidad y a largo plazo.
Conclusiones
Los resultados del presente estudio indicaron que el uso de IBP y de ARH2 no se asoció con riesgo de infección por SARS-CoV-2 y muerte en pacientes con COVID-19. Sin embargo, se observó que los pacientes con enfermedades del tracto gastrointestinal superior, que empleaban omeprazol, fueron más susceptibles a la infección por SARS-CoV-2. Esto no se observó con el uso de otros IBP. Además, el metanálisis indicó que el uso de IBP o ARH2 no se relacionó con mayor susceptibilidad a este virus.