Introducción
A principios de la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), la obesidad surgió como un factor clínicamente significativo de riesgo de enfermedad grave. Numerosos estudios avalaron estas primeras observaciones; hasta la fecha se publicaron numerosas revisiones sistemáticas y metanálisis.
Sin embargo, es posible que la asociación sea atribuible a ciertos factores de sesgo; de hecho, hasta la fecha casi todos los estudios que evaluaron las posibles vinculaciones incluyeron pacientes internados y compararon el riesgo de internación en unidades de cuidados intensivos (UCI) y de mortalidad, en sujetos con obesidad, respecto de individuos sin obesidad. Debido a que tanto la obesidad en sí misma como la gravedad de COVID-19 motivan internación en UCI, las asociaciones podrían no ser auténticas.
En un amplio estudio de observación en el cual se evitó el sesgo por eventos, el índice de masa corporal (IMC) de 30 kg/m² o más alto se asoció con riesgo ligeramente aumentado de mortalidad por COVID-19, en comparación con el IMC de menos de 30 kg/m². Sin embargo, en ese estudio no se evaluó el riesgo como unidad de aumento en las categorías de IMC de la población, con un amplio porcentaje de sujetos con IMC de menos de 30 kg/m². Algunos grupos refirieron que el sexo masculino, algunos grupos étnicos y las personas con diabetes tipo 2 u otras enfermedades crónicas tendrían riesgo aumentado de evolución clínica desfavorable, luego de la infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2). La interacción entre estas características y el efecto asociado con el exceso de peso todavía no se conoce con precisión. En el presente estudio a gran escala, con una cohorte de casi 7 millones de sujetos representativos de la población general de Inglaterra, Reino Unido, se caracterizaron las asociaciones entre el IMC y la evolución desfavorable de COVID-19, y se evaluaron posibles interacciones con otras características demográficas y otros factores conocidos de riesgo.
Pacientes y métodos
Para el presente estudio prospectivo, comunitario y de cohorte se utilizaron los datos individuales de los habitantes registrados en la base de datos QResearch del Reino Unido.
Se analizó la información proporcionada por el registro para sujetos de 20 años o más, entre 24 de enero de 2020 (fecha en la cual se refirió el primer caso de COVID-19 en el Reino Unido) y 30 de abril de 2020. Se tuvieron en cuenta las características clínicas, las variables clínicas vinculadas con la Public Health England’s database para casos positivos de infección por SARS-CoV-2, y con los certificados de defunción, en la Office of National Statistics. Las variables indicadoras de COVID-19 grave fueron la internación, la internación en UCI y la mortalidad atribuible a la infección. Mediante modelos proporcionales de Cox se evaluaron las consecuencias de las variables demográficas, los factores conductuales y las comorbilidades.
Resultados
Entre 6 910 695 sujetos con IMC promedio de 26.78 kg/m², 13 503 (0.20%) fueron internados, 1601 (0.02%) fueron internados en UCI, y 5479 (0.08%) fallecieron luego de la infección por SARS-CoV-2.
Se comprobó una asociación en forma de “J” entre el IMC y el riesgo de internación en UCI por COVID-19 (hazard ratio [HR] ajustado por kg/m² para el IMC más bajo de 23 kg/m² de 1.05; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1.05 a 1.05) y de mortalidad (HR ajustado de 1.04; IC 95%: 1.04 a 1.05); también se comprobaron asociaciones lineales entre el IMC (en todo el espectro) y el riesgo de internación en UCI (HR ajustado de 1.10; IC 95%: 1.09 a 1.10).
Se comprobó una interacción significativa entre el IMC, la edad, con HR más altos por cada kg/m² por encima de IMC de 23 kg/m² para los sujetos de menos edad (HR ajustado por kg/m² por encima de 23 kg/m² para la internación en UCI de 1.09; IC 95%: 1.08 a 1.10 en sujetos de 20 a 39 años, en comparación con sujetos de 80 a 100 años, HR ajustado de 1.01; IC 95%: 1.00 a 1.02) y para los sujetos de raza negra respecto de los individuos de raza blanca (HR ajustado de 1.07; IC 95%: 1.06 a 1.08, en comparación con HR ajustado de 1.04; IC 95%: 1.04 a 1.05). El riesgo de internación y de internación en UCI por COVID-19 en asociación con el aumento en unidad del IMC fue ligeramente inferior en los pacientes con diabetes tipo 2, hipertensión arterial y enfermedad cardiovascular, en comparación con los sujetos sin estas comorbilidades.
Conclusión
En el presente estudio se observó un aumento lineal del riesgo de COVID-19 grave, asociada con internación y mortalidad, en relación con el IMC de más de 23 kg/m2; asimismo, se comprobó un incremento lineal del riesgo de internación en UCI en la totalidad del espectro de IMC, no atribuible al exceso de riesgos de enfermedades relacionadas. El aumento del riesgo para COVID-19, en relación con el IMC, fue particularmente pronunciado en sujetos de menos de 40 años y en personas de etnia negra.