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Introducción
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) surgió en Wuhan, China, en diciembre de 2019 y se ha extendido a nivel mundial. Para controlar la propagación de COVID-19 y aislar a los pacientes lo antes posible, el gobierno chino solicitó que las personas que habían tenido contactos cercanos con pacientes con COVID-19 sean evaluados para detectar la infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés). Durante el proceso de detección, se observó que algunos pacientes cuyos resultados de las pruebas fueron positivos para SARS-CoV-2 no presentaban síntomas o signos durante el curso de la enfermedad. En la actualidad se sabe poco sobre las diferencias de las características clínicas y el pronóstico entre los pacientes con COVID-19 asintomáticos frente a los sintomáticos.
El objetivo del presente estudio fue describir las características clínicas de los pacientes con infección por SARS-CoV-2 confirmada por reacción en cadena de polimerasa de con transcripción inversa (RT-PCR) de 26 series de grupos de transmisión en Wuhan, China.
Métodos
En el presente estudio fueron inscriptos todos los pacientes consecutivos con COVID-19 confirmados por RT-PCR ingresados en el Zhongnan Hospital of Wuhan University desde el 24 de diciembre de 2019 hasta el 24 de febrero de 2020. Se recopilaron datos epidemiológicos, síntomas, signos, valores de laboratorio, tomografía axial computarizada (TAC) de tórax, medidas de tratamiento y resultados durante la estadía hospitalaria. Además, se recogieron muestras nasofaríngeas para extraer el acido ribonucleico (ARN) del SARS-CoV-2 de pacientes con presunción de infección por SARS-CoV-2. Los pacientes indicativos fueron reclutados de 26 casos grupales y tenían antecedentes confirmados de haber concurrido al mercado de mariscos de Hunan o tenían contacto cercano con otro paciente que había sido hospitalizado por COVID-19, y se confirmó que tenían infección por SARS-CoV-2 por RT-PCR de hisopados nasofaríngeos. A los contactos cercanos se les realizó TAC de tórax de rutina y pruebas de SARS-CoV-2 de hisopado nasofaríngeo. Se excluyeron los contactos cercanos con otros antecedentes de exposición. Los pacientes incluidos que estuvieron expuestos a los mismos pacientes indicativos con COVID-19 se definieron como casos agrupados, y se identificó la fecha de exposición inicial para determinar el período de incubación.
Los datos se analizaron utilizando la versión 19.0 del software estadístico SPSS. El análisis X2 se utilizó para examinar las variables categóricas. Las medias para variables continuas se compararon usando pruebas de grupo t independientes cuando los datos se distribuyeron de manera normal, de lo contrario, se utilizó la prueba U de Mann-Whitney. El valor de p < 0.05 se consideró estadísticamente significativo.
Resultados
Se incluyeron datos de 78 pacientes de 26 casos de exposición grupal que habían concurrido al mercado de mariscos de Hunan o tenían contacto cercano con otros pacientes con COVID-19. Se confirmó que todos los pacientes tenían infección por SARS-CoV-2 por RT-PCR de hisopados nasofaríngeos. La mediana de número de pacientes por grupo fue de 3 pacientes, y el rango fue de 2 a 10 pacientes por grupo.
Los 78 contactos cercanos confirmados con infección por SARS-CoV-2 fueron hospitalizados en la misma área médica y se les proporcionó los mismos tratamientos administrados por los mismos trabajadores de la salud. Un total de 33 pacientes (42.3%) eran asintomáticos, y 45 pacientes (57.7%) eran sintomáticos. Los síntomas y signos, como fiebre, fatiga y tos seca, se controlaron todos los días. La detección de SARS-CoV-2 de hisopado nasofaríngeo se controló cada 24 a 48 horas. En pacientes estables, se realizó una segunda TAC de tórax 4 a 6 días después de la primera, y posteriormente 6 a 7 días después de la segunda. La TAC de tórax también se realizó sí el estado de los pacientes empeoraba. El recuento de linfocitos T CD4+ se valoró cada 5 a 6 días.
En comparación con los pacientes con infección sintomática por SARS-CoV-2, los pacientes que eran asintomáticos eran más jóvenes (promedio de edad: 37 años frente a 56 años; p < 0.001), y tenían mayor proporción de mujeres (22 [66.7%] mujeres frente a 14 [31.%] mujeres; p: 0.002), menor proporción de lesiones hepáticas (un pacientes [3.0%] frente a 9 pacientes [20.0%]; p: 0.03), menor consumo de linfocitos T CD4+ (promedio de recuento de linfocitos CD4 durante la recuperación: 719 por μL frente a 474 por μL; p: 0.009), una recuperación pulmonar más rápida en las TAC (mediana de la duración: 9 días frente a 15 días; p: 0.001), menor duración de la diseminación viral de hisopados nasofaríngeos (promedio de la duración: 8 días frente a 19 días; p: 0.001), y resultados más estables de las pruebas de SARS-CoV-2 (4 resultados fluctuantes [12.1% ] frente 15 resultados fluctuantes [33.3%]).
Conclusión
Los pacientes con COVID-19 asintomático pueden no ser conscientes de su enfermedad y, por lo tanto, no se aíslan o buscan tratamiento, o los trabajadores de la salud los pasaron por alto y, por lo tanto, sin saberlo, transmiten el virus a otros. Por lo tanto, sería fundamental identificar y aislar a los pacientes con COVID-19 asintomático lo antes posible para controlar la transmisión de COVID-19. Los contactos cercanos de pacientes con COVID-19 deberían ser monitoreados de cerca para evitar la transmisión secundaria. Los pacientes con infección asintomática por SARS-CoV-2 tendrían una menor duración de la eliminación viral de los hisopados nasofaríngeos y un menor riesgo de un resultado positivo recurrente del SARS-CoV-2 de los hisopados nasofaríngeos, lo que podría proporcionar una referencia para mejorar la prevención y estrategias de control para pacientes asintomáticos.