LA FAMATIDINA EN PACIENTES NO HOSPITALIZADOS CON ENFERMEDAD POR CORONAVIRUS 2019

LA FAMATIDINA EN PACIENTES NO HOSPITALIZADOS CON ENFERMEDAD POR CORONAVIRUS 2019


Cold Spring Harbor, EE.UU.
La famotidina oral en dosis altas se toleraría bien y parecería aliviar los síntomas de la enfermedad por coronavirus 2019 en pacientes no hospitalizados.

Gut 69(9):1592-1597

Autores:
Janowitz T

Institución/es participante/s en la investigación:
Cold Spring Harbor Laboratory

Título original:
Famotidine Use and Quantitative Symptom Tracking for COVID-19 in Non-hospitalised Patients: a Case Series

Título en castellano:
El Uso de Famotidina y el Seguimiento Cuantitativo de Síntomas de COVID-19 en Pacientes No Hospitalizados - Una Serie de Casos

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.92 páginas impresas en papel A4
Introducción
La pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) sería causada por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés). Esta enfermedad es altamente contagiosa y causa un espectro de trastornos que van desde síntomas relativamente leves hasta afecciones potencialmente mortales. Las opciones de tratamiento para pacientes no hospitalizados con COVID-19 para reducir la morbilidad, la mortalidad y la propagación de la enfermedad son una necesidad mundial urgente. Según un estudio, la famotidina parecería reducir el riesgo de muerte o intubación en pacientes con COVID-19. Este agente es un antagonista del receptor de histamina-2, de venta libre y costo bajo que no interactúa con otros medicamentos y se ha utilizado de manera segura para la supresión de la producción de ácido gástrico en una amplia gama de dosis orales desde 20 mg una vez al día hasta 160 mg cuatro veces al día. El objetivo del presente estudio fue evaluar de manera cuantitativa los cambios longitudinales en las medidas de resultado autoinformadas en pacientes no hospitalizados con COVID-19 que se autoadministraron dosis alta de famotidina por vía oral.

Métodos
Los pacientes se inscribieron de manera consecutiva después de firmar el consentimiento informado por escrito. Se recopilaron datos demográficos y referidos al diagnóstico de COVID-19, el uso de famotidina, los efectos secundarios relacionados con medicamentos, las mediciones de temperatura, las saturaciones de oxígeno y los puntajes de síntomas. Esta información se recopiló mediante entrevistas telefónicas y cuestionarios. Con base en un protocolo aprobado por el National Institute of Health (NIH) para investigar la experiencia del paciente de COVID-19, se recopilaron los puntajes longitudinales de gravedad de 5 síntomas (tos, dificultad para respirar, fatiga, dolores de cabeza y anosmia) y malestar general en una escala ordinal de 4 puntos. Todos los datos se informan a nivel de paciente. Se compararon de forma estadística los puntajes longitudinales combinados de síntomas normalizados.

Resultados
Se identificaron 10 pacientes consecutivos con COVID-19 que se autoadministraron dosis altas de famotidina oral. Ocho pacientes eran del estado de Nueva York, uno de Nueva Jersey y uno de Suecia. Siete pacientes tuvieron diagnósticos positivos basados en detección de material genético del SARS-CoV-2, dos pacientes tuvieron pruebas serológicas positivas para anticuerpos dirigidos contra el virus y un paciente tuvo un diagnóstico clínico sin confirmación molecular. Todos comenzaron a tomar famotidina mientras se sentían mal con COVID-19. El régimen de famotidina utilizado con mayor frecuencia fue de 80 mg 3 veces al día (n = 6) durante una mediana de 11 días (intervalo: 5 a 21 días). El período entre la aparición de los síntomas y el inicio del tratamiento difirió ampliamente entre los pacientes, oscilando entre 2 días y 26 días. La famotidina fue bien tolerada. Siete pacientes no experimentaron ningún evento adverso. Un paciente refirió mareos de grado uno y percepciones muy ocasionales de latidos cardíacos acelerados. Otro paciente experimentó mareos de grado uno, piel seca e insomnio. Un tercer paciente refirió síntomas gastroenterológicos de grado uno y olvidos temporales. Aparte del olvido, todos estos efectos secundarios se enumeran en la información de prescripción de famotidina y todos los efectos secundarios desaparecieron al suspender la medicación. Ninguno de los participantes informó de hospitalizaciones. Todos los sujetos se vieron afectados por una amplia gama de síntomas cuando se sentían peor y esto era comparable a cómo se sentían el día anterior a comenzar con la famotidina. Al iniciar la famotidina, todos los pacientes informaron un alivio notable de los síntomas del COVID-19 en 24 a 48 horas. Cuando se analizaron los cambios del puntaje total de síntomas normalizados en todos los pacientes, no se encontraron diferencias significativas para el día antes de comenzar con famotidina en comparación con el día de inicio de famotidina, pero se informó un alivio significativo de los síntomas dentro de las 24 horas posteriores al inicio de la famotidina y los síntomas continuaron disminuyendo y casi se desaparecieron 14 días después del primer uso de famotidina. El alivio de los síntomas fue en todas las categorías, pero se informó que los síntomas respiratorios, como la tos y la disnea, se aliviaron de manera más rápida que los síntomas sistémicos como la fatiga. La puntuación combinada de síntomas disminuyó significativamente dentro de las 24 horas posteriores al inicio de la famotidina y la saturación de oxígeno periférico (n: 2), y la actividad registrada por el dispositivo (n: uno) aumentó.

Conclusiones
  Los resultados de la presente serie de casos sugieren que la famotidina por vía oral en dosis altas se tolera bien y se asocia con mejores resultados clínicos autoinformados en pacientes no hospitalizados con COVID-19. Todos los pacientes notaron un rápido alivio de los síntomas asociados con el COVID-19 dentro de las 24 a 48 horas posteriores al inicio de la famotidina. Se necesitan estudios adicionales para valorar la eficacia y seguridad de la famotidina en pacientes con COVID-19.  
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