Resúmenes amplios

INFECCIÓN POR SARS-COV-2 EN PACIENTES CON NEOPLASIAS HEMATOLÓGICAS


CABA, Argentina
El presente estudio prospectivo y observacional tuvo por objetivo describir las características clínicas y epidemiológicas y la evolución de la infección por SARS-CoV-2 en pacientes con neoplasias hematológicas o trasplante de precursores hematopoyéticos. En estos enfermos, la infección puede ser grave y se asocia con importante mortalidad. Se registraron infecciones de adquisición comunitaria y nosocomial en el 60% y 40% de los casos, respectivamente. Casi la mitad de los pacientes tuvo enfermedad grave y crítica, y una alta proporción recibió plasma de convalecientes como tratamiento.

Medicina Buenos Aires 81(3):396-400

Autores:
Herrera F

Institución/es participante/s en la investigación:
Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas “Norberto Quirno” (CEMIC)

Título original:
Infecciòn por SAR-COV-2 en Pacientes con Neoplasias Hematològicas y Transplantes

Título en castellano:
Infección por SARS-CoV-2 en Pacientes con Neoplasias Hematológicas y Trasplantes

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.36 páginas impresas en papel A4

Introducción

La pandemia de SARS-CoV-2 se asoció con consecuencias muy desfavorables en la sociedad y los sistemas de salud. Los enfermos de edad avanzada, con comorbilidades, obesidad, o compromiso del sistema inmunológico, y los pacientes con cánceres tienen mayor morbilidad y riesgo aumentado de mortalidad.

Diversos estudios mostraron, también, que los pacientes con neoplasias hematológicas son particularmente vulnerables; una alta proporción presenta complicaciones y mortalidad relacionadas a la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés).

Dos estudios multicéntricos recientes mostraron mortalidad aumentada en pacientes con COVID-19 y neoplasias hematológicas, en comparación con la población general, estratificada por edad; el riesgo fue particularmente alto entre los pacientes con leucemias agudas y los sujetos que habían recibido quimioterapia recientemente.

No hay estudios en Argentina que describan la evolución de la infección por SARS-CoV-2 en esta población. El presente estudio tuvo por objetivo describir las características clínicas y epidemiológicas y la evolución de pacientes con neoplasias hematológicas o trasplante de precursores hematopoyéticos (TPH) e infección por SARS-CoV-2.

 

Pacientes y métodos

El estudio tuvo un diseño prospectivo y observacional y se llevó a cabo en un hospital universitario de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, especializado en la asistencia de pacientes con neoplasias hematológicas y TPH. El estudio se realizó entre junio y noviembre de 2020. Se incluyeron pacientes de 18 años o más, internados con diagnóstico de una neoplasia hematológica o TPH, y que presentaron al ingreso o durante su hospitalización infección por SARS-CoV-2.

Se tuvieron en cuenta las variables demográficas, epidemiológicas, clínicas, diagnósticas y de evolución. Se realizó el seguimiento hasta el día 30 desde el diagnóstico de la infección para evaluar la mortalidad. El diagnóstico de la infección por SARS-CoV-2 se realizó mediante una muestra de hisopado nasofaríngeo con PCR en tiempo real. Las infecciones respiratorias inferiores fuero aquellas que presentaron infiltrados pulmonares en los estudios por imágenes o las que se asociaron con desaturación, con requerimiento de oxígeno suplementario. La gravedad de la infección se categorizó mediante las definiciones propuestas en las guías de tratamiento de COVID-19 del National Institute of Health. Las infecciones intrahospitalarias fueron aquellas que se diagnosticaron luego de 7 días de internación, en ausencia de síntomas en el momento de la internación, con PCR previa negativa.

 

Resultados

Se incluyeron 20 pacientes, con leve predominancia de sexo masculino; la mediana de edad fue de 58 años. Los pacientes presentaban comorbilidades, con una mediana del índice de Charlson de 3 (rango intercuartílico [RIC]: 2 a 5.75). Las enfermedades de base más frecuentes fueron la leucemia mieloblástica aguda y el linfoma no Hodgkin, y 5 pacientes habían recibido TPH. Diecisiete (85%) pacientes tenían enfermedad activa, en su mayoría en tratamiento de inducción o recaída. Catorce (70%) enfermos habían recibido quimioterapia en los tres meses previos a la infección, y un porcentaje elevado tenía inmunosupresión grave por neutropenia prolongada o tratamiento con corticoides en dosis altas. La infección por SARS-CoV-2 fue de adquisición comunitaria y nosocomial en el 60% (n: 12) y 40% (n: 8) de los casos, respectivamente.

Tres pacientes presentaron infección por SARS-CoV-2 asintomática, y en el resto, los síntomas más frecuentes fueron la fiebre (60%) y la tos (35%). Otros síntomas más específicos, como la anosmia y la ageusia fueron menos frecuentes. La mediana de días desde el inicio de síntomas hasta la internación fue de 4 días (RIC de 0 a 12 días) y la mediana de internación hasta el diagnóstico de la infección en los casos nosocomiales fue de 22 días (RIC de 9 a 57 días).

El 20% (n: 4) de los pacientes presentaba al ingreso saturación de oxígeno < 94% respirando aire ambiental. El examen respiratorio fue normal en el 65% de los casos (n: 13); se auscultaron crepitantes en el 30% (n: 6) e hipoventilación en 2 casos (10%). El 65% de los pacientes (n: 13) presentó infiltrados pulmonares, 1 caso en la radiografía de tórax y 12 en la tomografía computarizada. Los patrones fueron de vidrio esmerilado, mixto (vidrio esmerilado y consolidativo) y consolidativo en 69.2%, 23.1% y 7.7% de los pacientes, respectivamente. La localización fue periférica en el 50%, central en el 33.3% y difusa en el 16.7% de los enfermos. En 13 pacientes (65%) se solicitaron hemocultivos, de los cuales en uno se aisló Staphylococcus aureus resistente a meticilina y en otro Staphylococcus auricularis.

El 30% de los casos (n: 6) fueron leves, el 25% (n: 5) fueron de gravedad moderada, el 30% (n: 6) fueron graves, y el 15% (n: 3) fueron de gravedad extrema. Tres pacientes debieron ser trasladados a terapia intensiva, y todos ellos requirieron asistencia ventilatoria mecánica por síndrome de distrés respiratorio agudo y necesidad de drogas vasoactivas.

Se indicaron antibióticos en 16 (80%) casos, oseltamivir en 6 pacientes (30%), dexametasona en 6 (30%) enfermos y oxígeno suplementario en 9 (45%) casos; se utilizó plasma de convalecientes en 14 sujetos (70%). Este último tratamiento se indicó a una mediana de 4 días (RIC de 2.8 a 8) desde el inicio de los síntomas. El 65% de los pacientes recibió enoxaparina de manera profiláctica. El 20% (n: 4) de los pacientes presentó complicaciones durante la internación: insuficiencia cardíaca descompensada (n: 2), insuficiencia renal (n: 3), shock (n: 3), y alteración de la conciencia (n: 1). El 15% de los enfermos presentaron alguna infección intrahospitalaria: bacteriemia asociada a catéter (n: 2), neumonía asociada a ventilación mecánica (n: 1), y bacteriemia primaria (n: 1). Dos eventos infecciosos fueron ocasionados por organismos resistentes a múltiples drogas: Acinetobacter baumanii y Klebsiella pneumoniae productora de carbapenemasa KPC. La mortalidad fue del 10% y en los 2 pacientes estuvo relacionada con COVID-19. Ambos casos presentaban neutropenia prolongada como consecuencia de terapia citotóxica por leucemia mieloblástica aguda refractaria y TPH alogénico. Finalmente, se realizó PCR en hisopado nasofaríngeno de control al día 21 en 18 pacientes, con resultados  negativos en 14 de ellos.

 

Conclusión

La infección por SARS-CoV-2 en pacientes con neoplasias hematológicas y TPH puede ser grave y asociarse con importante mortalidad. En el presente estudio prospectivo y observacional se incluyeron 20 pacientes adultos con una mediana de edad de 58 años y una mediana de 3 en el índice de Charlson. Las infecciones fueron de adquisición comunitaria y nosocomial en el 60% y 40% respectivamente, y el 30% de los pacientes tenía antecedente de contacto con una persona infectada por SARS-CoV-2. El 65% presentó infiltrados pulmonares, mayormente con patrón de vidrio esmerilado en la tomografía computarizada de tórax. Casi la mitad de los pacientes tuvo enfermedad grave y crítica, y una alta proporción recibió plasma de convalecientes como tratamiento. Presentaron complicaciones e infecciones hospitalarias el 20% y 15% de los enfermos, respectivamente, y tuvieron una internación prolongada. La mortalidad a los 30 días fue de 10%. Por lo tanto, la infección por SARS-CoV-2 en la población evaluada tuvo considerables consecuencias clínicas y epidemiológicas.

 



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