Introducción

A finales de 2019 se describieron los primeros pacientes con neumonía causada por un nuevo betacoronavirus, el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2), en la provincia de Hubei, China. En el contexto de la pandemia en curso de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) surge la necesidad de conocer las consecuencias de la enfermedad sobre la calidad de vida relacionada con la salud (HRQoL por su sigla en inglés).

La HRQoL es un concepto que abarca múltiples dimensiones; en general se determina de manera subjetiva a partir de las percepciones de los enfermos (patient-reported outcome measures [PROM]). Los cuestionarios creados para cuantificar la HRQoL incluyen mediciones de salud física y psicológica y de funcionamiento social, además de síntomas y tratamientos específicos.

Durante el primer mes de la pandemia se dispuso de poca información en relación con la HRQoL vinculada con COVID-19; incluso así, la información en conjunto anticipaba consecuencias devastadoras de la enfermedad, reflejadas con instrumentos genéricos o listas de síntomas.

La mejor comprensión de los aspectos de calidad de vida afectados por COVID-19 es fundamental en términos de diagnóstico y pronóstico; además permitiría identificar indicadores de los beneficios y los riesgos asociados con el tratamiento.

Desde las primeras etapas de la pandemia se hizo evidente que las manifestaciones clínicas de COVID-19 son sumamente heterogéneas; las consecuencias a corto y largo plazo sobre la HRQoL todavía no se conocen con precisión.

Los sujetos de edad avanzada y los pacientes con enfermedades subyacentes, como diabetes, obesidad, y trastornos cardíacos y pulmonares, presentan riesgo particularmente elevado de presentar formas graves de la enfermedad. Asimismo, en estos casos, la enfermedad progresa más rápidamente. La sintomatología evoluciona de manera considerable durante la fase aguda y la fase subaguda y algunos síntomas sólo aparecen semanas después del diagnóstico. Los pacientes con COVID-19 más grave tienen riesgo aumentado de presentar diversas complicaciones, incluidos el síndrome de distrés respiratorio agudo, infecciones secundarias, y daño cardíaco agudo. Los índices altos de contagiosidad generan aislamiento sustancial, y muchos enfermos deben permanecer en confinamiento estricto en sus hogares o en instituciones, con muy poco contacto con sus seres queridos.

Los pacientes con COVID-19 confirmada pueden presentar ansiedad y temor por el riesgo elevado de contagio, al igual que culpa y depresión en los casos de transmisión conocida. La propia enfermedad y el tratamiento pueden ser causa de depresión, ansiedad, trastornos de la memoria, insomnio, trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otras complicaciones psiquiátricas graves.

El objetivo del presente estudio fue identificar aspectos relevantes de la HRQoL en pacientes con COVID-19, con la finalidad de que los datos puedan ser utilizados para la creación de escalas específicas de medición.

Métodos

Mediante una búsqueda sistemática se identificaron los estudios publicados hasta febrero de 2021, con especial atención a aquellos que refirieron las consecuencias a largo plazo de COVID-19.

Resultados

Se identificaron 3342 artículos y 339 de ellos fueron seleccionados para su revisión completa. Se identificaron 75 síntomas diferentes y otros aspectos de la HRQoL que pueden categorizarse en 12 áreas temáticas, desde síntomas generales, como fiebre, mialgias y fatiga, hasta síntomas neurológicos y distrés psicológico.

Los datos de estudios publicados en todos los continentes indican que los pacientes con COVID-19 experimentan un amplio espectro de síntomas y preocupación importante en relación con la enfermedad.

Los enfermos refieren con frecuencia fiebre, dolores musculares, tos, dificultad para respirar y diarrea. Los síntomas menos comunes consisten en pérdida de cabello, trastornos cutáneos, dolor miccional, dolor nervioso y dificultad para respirar. Los pacientes en rehabilitación, después de COVID-19 aguda, refieren de manera persistente fatiga extrema, trastornos psicológicos y compromiso de la función mental.

La mayoría de los órganos del cuerpo pueden verse afectados y la enfermedad puede asociarse con consecuencias sumamente desfavorables sobre la HRQoL.

COVID-19 afecta a sujetos de todas las edades; los síntomas comprometen considerablemente el desempeño laboral y los desafíos sociales.

Un total de 16 estudios aportaron datos para COVID prolongada, caracterizada por síntomas persistentes o de aparición tardía, después del alta o durante el seguimiento. En los distintos continentes, entre 28% y 74% de los enfermos presentaron síntomas respiratorios persistentes, y 28% a 72% tuvieron fatiga 1 a 4 meses después del alta, de manera independiente de la gravedad de COVID-19 en la fase aguda. También fue frecuente el compromiso físico y mental, varias semanas después del alta por COVID-19 grave. La ansiedad, la depresión, los déficits cognitivos con compromiso de la memoria, la atención y la concentración, el dolor, el malestar general, los trastornos del sueño, y las cefaleas se refirieron, con frecuencia, más de 4 semanas del después del alta. En un estudio longitudinal con 538 enfermos se describió un amplio espectro de síntomas persistentes, 3 meses después del alta (manifestaciones generales, respiratorias, cardiovasculares y psicológicas); sin embargo, la fatiga y la pérdida del cabello fueron los más frecuentes.

La información en conjunto indica niveles reducidos de funcionalidad y de HRQoL por períodos prolongados después de la infección aguda. Asimismo, se identificaron tres nuevos síntomas: los cambios en la voz, la disfagia y los pensamientos suicidas.

Conclusión

Los datos obtenidos a partir de la presente revisión sistemática de la literatura son importantes en términos del pronóstico, el tratamiento y el seguimiento de pacientes con COVID-19. Seguramente contribuirán para la creación de una herramienta específica para conocer la HRQoL en pacientes con COVID-19.