Resúmenes amplios

OBESIDAD, PSORIASIS Y COVID-19


Madrid, España
La obesidad es un importante problema sanitario, su asociación con la psoriasis es bien conocida. Recientemente se demostró su relevancia en relación con la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), causada por el betacoronavirus SARS-CoV-2; de hecho, la obesidad representa un factor de mal pronóstico para estos pacientes. En este trabajo se analiza la relación entre obesidad, psoriasis y COVID-19.

Actas Dermo-Sifiliográficas 112(6):489-494

Autores:
Llamas-Velasco M

Institución/es participante/s en la investigación:
Hospital Universitario de La Princesa

Título original:
Obesidad: Factor de Riesgo para Psoriasis y COVID-19

Título en castellano:
Obesidad: Factor de Riesgo de Psoriasis y COVID-19

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.09 páginas impresas en papel A4

Introducción

 

La obesidad constituye uno de los principales desafíos de salud pública. La obesidad predice pronóstico desfavorable para otras muchas enfermedades inflamatorias o infecciosas. La asociación entre la psoriasis y la obesidad es bien conocida.

La obesidad también representa un factor de mal pronóstico en pacientes con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés), causada por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-Cov-2). El objetivo del presente estudio fue analizar la posible relación y las consecuencias de la obesidad en la psoriasis y en COVID-19, identificar los mecanismos fisiopatogénicos comunes y revisar las consecuencias prácticas de su tratamiento.

Obesidad y psoriasis

La psoriasis es una enfermedad crónica inflamatoria, con una incidencia aproximada de 2% en la población general. Además de las manifestaciones cutáneas, los pacientes con psoriasis tienen alteraciones inmunitarias y trastornos sistémicos. La enfermedad cardiovascular es particularmente prevalente en los pacientes con psoriasis grave y un factor importante de riesgo de reducción de la expectativa de vida. La diabetes mellitus, la hipertensión arterial y la dislipidemia (incluidos en los criterios diagnósticos de síndrome metabólico), el hígado graso no alcohólico y la obesidad son otros trastornos frecuentes en pacientes con psoriasis.

La obesidad es un factor independiente de riesgo de psoriasis; el índice de masa corporal (IMC) en aumento también se vincula con el riesgo de psoriasis. En un metanálisis de 16 estudios observacionales se encontró una asociación entre ambas enfermedades; posteriormente, los datos fueron corroborados en estudios transversales. Aunque la obesidad es un factor del síndrome metabólico, que también está incrementado en los pacientes con psoriasis, la obesidad es el componente del síndrome metabólico que se asocia más fuertemente con la psoriasis. En un estudio reciente se puso de manifiesto la bidireccionalidad de la relación entre la obesidad y la psoriasis. Los pacientes con IMC más elevado tienen, con mayor frecuencia, psoriasis, y la obesidad se asocia tanto con la incidencia como con la prevalencia y la gravedad de la enfermedad cutánea.

La obesidad reduce la eficacia del tratamiento con agentes contra el factor de necrosis tumoral alfa y es un factor predictivo de riesgo de interrupción de terapias biológicas. El control del peso puede mejorar la psoriasis preexistente y prevenir la aparición de la psoriasis.

Obesidad y COVID-19

Evidencia científica creciente confirma a la obesidad como un factor de riesgo para la gravedad de COVID-19 y de mortalidad por COVID-19. En un estudio de pacientes orientales con COVID-19 (obesos y no obesos), los pacientes obesos tuvieron niveles superiores de proteína C reactiva y niveles más bajos de linfocitos, y más

frecuentemente presentaron enfermedad grave.

En los análisis de regresión logística, cada unidad de aumento de IMC se asoció con un incremento del 12% en el riesgo de COVID-19 grave (odds ratio [OR] de 1.12; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1.01 a 1.23); el OR par la obesidad, ajustado por edad, género, historia de tabaquismo, diabetes y dislipidemia, fue de 3 (IC 95%: 1.22 a 7.38).

La relación bidireccional perniciosa obedecería a diversos mecanismos. Por un lado, la obesidad es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2, la hipertensión, la enfermedad renal y el riesgo cardiovascular; además, ejerce efecto mecánico desfavorable sobre la función pulmonar. La obesidad, además, induce un estado proinflamatorio, asociado con mayor susceptibilidad a distintos virus respiratorios. La obesidad podría prolongar el tiempo durante el cual un paciente puede infectar a otros sujetos, de forma similar a lo que sucede con otros virus, como el de la gripe A. La obesidad también favorece la disfunción endotelial a través de los factores proinflamatorios.

Un una revisión sistemática de 14 artículos con pacientes con infección por MERS-CoV, la incidencia de obesidad fue de 12% a 19%. Los pacientes obesos muestran mayor gravedad de la infección por SARS-CoV-2; también se ha sugerido que podrían ser más susceptibles a la infección. El epitelio bronquial de los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica y obesidad tendría mayor densidad de enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), demostrada por comparación de los niveles de ARN, por lo que estos pacientes están más predispuestos a la infección por SARS-CoV-2. Además, el tejido adiposo tiene mayor expresión de ACE2 que el epitelio pulmonar, si bien no se han demostrado diferencias de densidad de expresión entre adipocitos de pacientes con peso normal y adipocitos de pacientes obesos. SARS-CoV-2, al igual que otros virus, podría permanecer en el tejido adiposo, que actuaría como reservorio.

Conclusiones

La obesidad es un factor de riesgo independiente de psoriasis, relacionado tanto con su incidencia como con su prevalencia o gravedad. Además, es el factor más fuertemente asociado a síndrome metabólico; se asocia con mayor riesgo de abandono de terapias con agentes biológicos y con menor eficacia de los mismos.

Además de los efectos perniciosos de la obesidad en relación con la intensidad de la psoriasis y su respuesta al tratamiento, es un factor pronóstico negativo en caso de infección por SARS-CoV-2. Podría aumentar la susceptibilidad a la infección. Hay vías fisiopatogénicas comunes y citoquinas implicadas tanto en la psoriasis como en la obesidad e, incluso, en la infección por SARS-CoV-2; además, tanto la psoriasis como COVID-19 promueven inflamación sistémica que puede favorecer daño vascular endotelial. Sin embargo, se requieren nuevos estudios para entender con precisión cómo se interrelacionan estas entidades. Las dietas saludables, las rutinas deportivas aeróbicas al menos 5 días por semana y, eventualmente, la cirugía bariátrica, podrían tener un interés adicional, no sólo por sus efectos en la psoriasis, sino también al disminuir el riesgo basal individual ante la infección por SARS-CoV-2.

 



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