Resúmenes amplios

TRASTORNOS MENTALES, INFECCIÓN POR SARS-2 Y EVOLUCIÓN CLÍNICA DE COVID-19


Seúl, Corea del Sur
Los trastornos mentales representan un factor de contribución en la mortalidad, luego de COVID-19. Aunque el riesgo de infección no se incrementa en pacientes con diversos trastornos mentales, los pacientes con trastornos mentales relacionados con la esquizofrenia son más vulnerables a la infección.

British Journal of Psychiatry 1-8

Autores:
Shin JY

Institución/es participante/s en la investigación:
Sungkyunkwan University

Título original:
Association of mental disorders with SARS-CoV-2 infection and severe health outcomes: nationwide cohort study

Título en castellano:
Asociación entre los Trastornos Mentales, la Infección por SARS-2 y la Evolución Clínica Desfavorable: Estudio Nacional de Cohorte

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.04 páginas impresas en papel A4

Introducción

La pandemia actual por enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), causada por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2), afecta a más de 213 países, con más de 11 millones de sujetos infectados y 539 000 decesos en todo el mundo, hasta el 9 de julio de 2020. Debido a que no se dispone de estrategias terapéuticas seguras y eficaces, las autoridades sanitarias y los profesionales intentan permanentemente identificar aquellas poblaciones más vulnerables, en quienes las medidas de prevención deberían ser reforzadas. Numerosos trabajos mostraron que la edad avanzada, la obesidad, el tabaquismo, la enfermedad cardiovascular, la diabetes y la hipertensión arterial, son factores de riesgo de COVID-19. Hasta la fecha, sin embargo, las consecuencias de las enfermedades mentales no se conocen con precisión.

Los enfermos con trastornos mentales podrían ser más vulnerables a las infecciones virales, en asociación con las capacidades cognitivas reducidas y la menor predisposición a adoptar medidas de protección personal. Asimismo, los pacientes con trastornos mentales podrían tener evolución clínica más desfavorable, luego de la infección. Diversos factores, entre ellos las dificultades para la comunicación y las actitudes negativas de los profesionales hacia los pacientes, podrían complicar la atención médica oportuna, en pacientes con COVID-19, un fenómeno que podría influir adversamente sobre el pronóstico. Estos pacientes son sumamente vulnerables al estrés; el estrés excesivo asociado con la restricción de las actividades sociales y el temor podrían asociarse con supresión de las respuestas inmunológicas.

Los trastornos mentales son muy prevalentes en todo el mundo; un estudio reciente aportó estimaciones globales de 16.6% en 59 países. En el presente estudio se analizaron las relaciones entre los trastornos mentales, la infección por SARS-CoV-2 y la gravedad de COVID-19, definida en relación con la necesidad de internación en unidades de cuidados intensivos, la necesidad de asistencia ventilatoria mecánica, y la incidencia de síndrome de distrés respiratorio agudo en una amplia cohorte nacional de pacientes con diagnóstico de infección por SARS-CoV-2.

Pacientes y métodos

Para el estudio poblacional de cohorte se utilizaron los datos aportados por el National Health Insurance (NHI), un registro vinculado con la base de datos de los Korea Centers for Disease Control & Prevention (KCDC). Los datos clínicos y demográficos se recogieron hasta 15 de mayo de 2020. Entre los datos clínicos se tuvieron en cuenta el diagnóstico de la enfermedad, los procedimientos y las prescripciones intrahospitalarias. Los diagnósticos se registran con la International Classification of Diseases (ICD10).

Se generaron dos cohortes de pacientes; la primera de ellas abarcó enfermos con diagnóstico de infección por SARS-CoV-2 entre 1 de diciembre de 2019 y 15 de mayo de 2020 (determinada a establecer el riesgo de infección), y la otra incluyó pacientes con COVID-19 confirmada, a partir de la primera cohorte, con el objetivo de conocer el riesgo de mortalidad y de eventos adversos. El diagnóstico de infección por SARS-CoV-2 se confirmó con reacción en cadena de la polimerasa por transcriptasa reversa (RT-PCR), según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Se identificaron todos los pacientes con diagnóstico de trastornos mentales o del comportamiento en el transcurso de los 6 meses previos al diagnóstico de infección por SARS-CoV-2. La gravedad de COVID-19 se estableció según dos criterios de valoración: la mortalidad (criterio principal de valoración) y los eventos graves (criterio secundario de valoración); los eventos adversos graves consistieron en la internación en unidades de cuidados intensivos, la utilización de asistencia ventilatoria mecánica y la aparición de síndrome de distrés respiratorio agudo. Se consideraron diversas variables de confusión, entre ellas la edad, el sexo, el tipo de seguro médico y el área de residencia, las características clínicas basales y los fármacos recibidos en el año previo al diagnóstico de infección por SARS-CoV-2. Entre las comorbilidades analizadas se prestó especial atención a la diabetes, la hipertensión arterial, la insuficiencia cardíaca, el accidente cerebrovascular, el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la enfermedad renal, los trastornos hepáticos, el cáncer y la neumonía. Para los análisis estadísticos se utilizaron diferencias estandarizadas; se estimaron los odds ratios (OR), con intervalos de confianza del 95% (IC 95%).

Resultados

Entre 230 565 pacientes evaluados, 33 653 (14.6%) presentaban trastornos mentales; 928 de 33 653 (2.76%) presentaron infección por SARS-CoV-2, y 56 de 928 (6.03%) fallecieron.

En los análisis de variables múltiples, respecto de la cohorte comparable sin trastornos mentales, los trastornos mentales no se asociaron con la infección por SARS-CoV-2 (OR: 1.02; IC 95%: 0.92 a 1.12); sin embargo, se comprobó riesgo aumentado entre los enfermos con trastornos vinculados con la esquizofrenia (OR: 1.36; IC 95%: 1.02 a 1.81). Entre los casos confirmados de infección, la mortalidad estuvo significativamente incrementada en los pacientes con trastornos mentales (OR: 1.84, IC 95%: 1.07 a 3.15).

Conclusión

Los trastornos mentales representan un factor de contribución en la mortalidad, luego de COVID-19. Aunque el riesgo de infección no se incrementa en pacientes con diversos trastornos mentales, los pacientes con trastornos mentales relacionados con la esquizofrenia son más vulnerables a la infección. Los pacientes y sus familiares deben ser especialmente asesorados por los psiquiatras; las autoridades sanitarias deben prestar especial atención a los trastornos mentales durante la pandemia de COVID-19.



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