Resúmenes amplios

COVID-19 Y ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL


Viale Europa, Italia
Los resultados del presente estudio sugieren que la actividad de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) compromete el conocimiento acerca del tratamiento correspondiente y que el nivel alto de ansiedad se relaciona con la mayor edad en estos pacientes. Los datos ponen de manifiesto la necesidad de implementar estrategias de sostén basadas en las características de los pacientes, para mejorar el conocimiento acerca de COVID-19 y la EII durante la pandemia.

Medicina (Kaunas) 56(8):1-11

Autores:
Spagnuolo R, Larussa T, Doldo P

Institución/es participante/s en la investigación:
“Magna Graecia” University

Título original:
COVID-19 and Inflammatory Bowel Disease: Patient Knowledge and Perceptions in a Single Center Survey

Título en castellano:
COVID-19 y Enfermedad Inflamatoria Intestinal: Conocimientos y Percepciones de los Pacientes en un Estudio Realizado en un Único Centro

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.68 páginas impresas en papel A4

Introducción

Los primeros casos de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por su sigla en inglés) se describieron a finales de diciembre de 2019 en el municipio chino de Wuhan. En marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró el estado de pandemia de COVID-19, ocasionada por un nuevo coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave (severe acute respiratory syndrome [SARS]-CoV-2). Hasta 17 de junio de 2020 se comunicaron 8 061 550 casos de COVID-19 en más de 177 países y regiones, con 440 290 decesos confirmados. Si se tiene en cuenta el cociente entre los individuos con COVID-19 confirmada y la totalidad la población, Italia fue el cuarto país más afectado de Europa, con 237 500 casos y 34 405 decesos.

Se estima que en alrededor del 80% de los casos, la COVID-19 es una enfermedad leve (sin neumonía o con neumonía leve); asimismo, en la mayoría de los pacientes, la enfermedad remite. Aproximadamente el 14% presenta COVID-19 de mayor gravedad y el 6% tiene enfermedad muy grave. La mayoría de los decesos se registran en personas de edad avanzada y en pacientes con enfermedades subyacentes.

Los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), sobre todo los tratados con corticoides, inmunosupresores o agentes biológicos, tienen riesgo aumentado de infecciones. La naturaleza y la magnitud del riesgo varían en relación con los inmunosupresores utilizados y con la edad y el sexo de los pacientes. En cambio, la información en conjunto sugiere que los individuos con EII no tienen riesgo aumentado de COVID-19 y que no deberían interrumpir el tratamiento de base. Sin embargo, quienes reciben inmunosupresores deben ser estrictamente controlados.

La propagación de la epidemia desde China a países con prevalencia más alta de EII generó preocupación especial entre los gastroenterólogos y los pacientes, aunque en una revisión sistemática reciente, las personas con EII no tuvieron mayor riesgo de infección por SARS-CoV-2; la evidencia global tampoco avala una asociación entre los fármacos que se utilizan en el SII y riesgo aumentado de COVID-19. Los pacientes deben ser alentados a no interrumpir la medicación, con la finalidad de evitar exacerbaciones agudas de la enfermedad; no obstante, el uso de corticoides sistémicos en dosis altas debe evitarse. Hasta el momento del presente estudio se habían referido 1511 pacientes con COVID-19 y EII en todo el mundo; los países con los números más altos fueron los Estados Unidos, el Reino Unido y España. En Italia se comunicaron 79 casos con EII activa; la edad avanzada y las comorbilidades se asociaron con evolución desfavorable de COVID-19, mientras que el tratamiento para la EII no estuvo relacionado. En un estudio online de la European Federation of Crohn’s & Ulcerative Colitis Associations (EFCCA), con 3815 pacientes, se refirió preocupación y temor en los enfermos en relación con el tratamiento de la EII y la realización de las actividades cotidianas durante la pandemia.

El nivel de ansiedad en pacientes con enfermedades crónicas mediadas inmunológicamente es más alto en comparación con el de la población general; en un estudio acerca de las consecuencias psicológicas de la COVID-19 en sujetos con EII, alrededor del 48% de los pacientes refirieron síntomas de ansiedad. El objetivo del presente estudio fue determinar el nivel de conocimiento acerca de la importancia clínica de COVID-19, del tratamiento de la enfermedad y de las medidas de prevención, y el nivel de ansiedad en pacientes con EII durante la pandemia de COVID-19.

Pacientes y métodos

Entre el 15 de marzo y el 15 de abril de 2020, pacientes con EII recibieron un cuestionario online; los participantes presentaban enfermedad de Crohn (EC) o colitis ulcerosa (CU) y eran asistidos en la Unidad de Gastroenterología y Fisiopatología Digestiva del Mater DominiUniversity Hospital. El diagnóstico de EII se basó en criterios estándar, clínicos, endoscópicos, histológicos y radiológicos.

El cuestionario incluye cinco secciones que permiten conocer las características demográficas y clínicas, el conocimiento acerca de: la importancia clínica de la COVID-19, el tratamiento de la EII, las medidas de prevención y el nivel de ansiedad durante la pandemia. Entre las características clínicas se consideraron el tipo y duración de la enfermedad, la duración y el tratamiento prescripto; la actividad se determinó con el Harvey Bradshaw Index para la EC y el Mayo Score para la CU; se estableció enfermedad con actividad baja en presencia de menos de 4 puntos en el Mayo Score y de 7 puntos en el Harvey Bradshaw Index. El nivel de ansiedad durante la pandemia de COVID-19 se estableció con el State-Trait Anxiety Inventory(STAI). Las asociaciones entre las diferentes variables se analizaron calculando su odds ratio(OR).

Resultados

Se enviaron 200 cuestionarios y 142 fueron completados (índice de respuesta del 71%). El 68.3% de los participantes, de 46 años en promedio, eran hombres; el 38% y el 62% tenían EC y CU, respectivamente.

Conocimiento acerca de la importancia clínica de la COVID-19

El 80% de los pacientes (n = 114) mostraron nivel alto de conocimiento acerca de la importancia clínica de la COVID-19; la edad avanzada se asoció de manera independiente con esta característica (OR: 1.06; IC 95%: 1.01 a 1.1; p = 0.01). La mayoría de los enfermos (91.5%) refirieron que la COVID-19 es una infección viral con origen en Asia (94%); el 87% reconocía el modo de transmisión y el 70% conocía el período de incubación. Casi todos los pacientes (99%) respondieron, de manera correcta, acerca de las manifestaciones clínicas de la COVID-19 y el 92% conocía la forma de diagnóstico; el 77% y el 98% conocían la carencia de tratamientos eficaces y de vacunas, respectivamente. El 67% conocía que la edad avanzada es un factor de riesgo de infección (67%).

Los pacientes con niveles altos de conocimiento tuvieron, con mayor frecuencia, nivel educativo más alto, en comparación con los sujetos con poca información acerca de la importancia clínica de la enfermedad (72%, respecto de 43%; p = 0.04). El nivel educativo alto se asoció de manera independiente con el conocimiento acerca de la importancia clínica de la COVID-19 (OR: 5; IC 95%: 1.49 a 16.6; p = 0.009). El acercamiento de material informativo por parte de los gastroenterólogos fue más frecuente en pacientes con poco conocimiento sobre la importancia clínica de la COVID-19 (78% en comparación con 54%; p = 0.01); el recibir este tipo de información se asoció de manera independiente con los pocos conocimientos acerca de la importancia clínica de la enfermedad (OR: 3; IC 95%: 1.08 a 9.3; p = 0.03). Los niveles moderados o altos de ansiedad se asociaron, de manera independiente, con el poco conocimiento (OR: 5; IC 95%: 1.49 a 16.6; p = 0.009).

Conocimiento de la EII durante la pandemia

La mayoría de los enfermos (72%) conocía muy bien el tratamiento de la EII; el 51% refirió que la EII podría aumentar el riesgo de COVID-19 y el 72% reconocía que la EII podía agravar la evolución de la COVID-19. El 96% consideró apropiado continuar el tratamiento para la EII, y el 60% creía que el tratamiento no aumentaba el riesgo de infección por SARS-CoV-2. El 68% estuvo de acuerdo con la modulación de la actividad hospitalaria durante la pandemia de COVID-19. El estado de enfermedad activa se asoció de manera independiente con el poco conocimiento acera del tratamiento de la EII durante la pandemia (OR: 5.8; IC 95%: 1.4 a 22.8; p = 0.01).

Conocimiento acerca de las medidas de prevención y nivel de ansiedad durante la pandemia

El 97% de los pacientes con EII conocían bien las medidas de prevención de COVID-19.

El 62% de los participantes (n = 88) presentaron nivel moderado o alto de ansiedad. La edad avanzada se asoció, de manera independiente, con el nivel moderado o alto de ansiedad (OR: 1.04; IC 95%: 1.009 a 1.09; p = 0.01). Más pacientes con niveles bajos de ansiedad tenían trabajo y utilizaban teléfonos celulares o computadoras como fuente de información de la COVID-19; sin embargo, estas asociaciones desaparecieron luego del ajuste según otras variables de ajuste.

Discusión

Durante la pandemia de COVID-19, las unidades de atención de pacientes con EII se vieron obligadas a implementar cambios pronunciados en los sistemas de asistencia. La mayoría de los enfermos presentaban buen conocimiento acerca de la importancia clínica de la COVID-19, el tratamiento de la EII y las medidas de prevención; el 62% tuvo ansiedad moderada o grave. El nivel educativo alto se asoció independientemente con el buen conocimiento acerca de la importancia clínica de a COVID-19 y la edad avanzada, en tanto que el aporte de material informativo online se vinculó con poco conocimiento clínico acerca de la importancia de la COVID-19. La presencia de EII activa se vinculó, de manera directa, con el poco conocimiento acerca del tratamiento de la EII; sólo la edad avanzada se asoció con niveles altos de ansiedad.

En conclusión de los autores, los hallazgos en conjunto sugieren que la EII activa compromete el conocimiento acerca del tratamiento correspondiente y que el nivel alto de ansiedad se relaciona con la mayor edad; los datos revelan la necesidad de implementar estrategias de sostén basadas en las características de los pacientes, para mejorar el conocimiento acerca de la COVID-19 y la EII durante la pandemia.



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