Resúmenes amplios

EL EFECTO DE LAS INTERVENCIONES NO FARMACOLÓGICAS CONTRA LA ENFERMEDAD POR CORONAVIRUS 2019 Y LA INFLUENZA


Hong Kong, China
Las intervenciones no farmacológicas estarían asociadas con una menor transmisión de la enfermedad por coronavirus 2019 e influenza.

The Lancet Public Health 5(5):279-288

Autores:
Wu P

Institución/es participante/s en la investigación:
University of Hong Kong

Título original:
Impact Assessment of Non-Pharmaceutical Interventions Against Coronavirus Disease 2019 and Influenza in Hong Kong: An Observational Study

Título en castellano:
Evaluación de Impacto de Intervenciones No Farmacéuticas contra la Enfermedad por Coronavirus 2019 y la Influenza en Hong Kong: Un Estudio Observacional

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.96 páginas impresas en papel A4

Introducción

En Hong Kong, al igual que en otros países, se han implementado una serie de medidas de salud pública para suprimir la transmisión local de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés), y se han producido cambios importantes en el comportamiento de la población. Debido a que no todas las personas infectadas serán identificadas, las medidas de contención solo funcionarían si las medidas de distanciamiento social o los cambios de comportamiento también reducen la transmisión silenciosa en la comunidad en su conjunto.

El objetivo del presente estudio fue analizar el efecto de intervenciones no farmacológicas y los cambios de comportamiento del público en la incidencia de COVID-19, así como en las infecciones por el virus de la influenza, que podrían compartir algunos aspectos de la dinámica de transmisión con el COVID-19.

Métodos

Se analizaron datos sobre casos de COVID-19 confirmados por laboratorio, datos de vigilancia de influenza en pacientes ambulatorios de todas las edades y hospitalizaciones por influenza en niños. Las actitudes hacia COVID-19 y los cambios en el comportamiento de la población se revisaron a través de 3 encuestas telefónicas realizadas del 20 al 23 de enero, del 11 al 14 de febrero y del 10 al 13 de marzo de 2020. Los participantes fueron reclutados mediante marcación aleatoria de números de teléfono fijo y móvil. Los encuestados debían tener al menos 18 años y hablar chino o inglés cantonés. Se reclutaron nuevos encuestados para cada ronda de encuestas. Las medias y las proporciones de las respuestas de la encuesta se ponderaron directamente por género y edad a la población general. Se estimó el número de reproducción efectiva (Rt) diario para COVID-19 e influenza A H1N1 para estimar los cambios en la transmisibilidad a lo largo del tiempo. Todos los análisis estadísticos se realizaron con la versión 3.6.2 de R.

Resultados

Al 31 de marzo de 2020, Hong Kong había confirmado 715 casos de infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés), de los cuales 94 fueron infecciones asintomáticas y 621 infecciones sintomáticas. La transmisibilidad de COVID-19 medida por el Rt se habría mantenido en aproximadamente uno durante 8 semanas en Hong Kong. Los aumentos en los casos locales podrían atribuirse a la transmisión de infecciones a la comunidad, como resultado de un número creciente de infecciones importadas desde principios de marzo. Con un Rt de 1, se esperaría un aumento gradual en la incidencia de infecciones locales. La incidencia de influenza alcanzó su punto máximo en la tercera semana de enero, con predominio de influenza A H1N1, y disminuyó a niveles bajos en la segunda semana de febrero. La transmisión de la influenza disminuyó de manera considerable después de la aplicación de las medidas de distanciamiento social y los cambios en los comportamientos de la población a finales de enero, con una reducción del 44% (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 34 a 53) en la capacidad de transmisión en la comunidad, de un estimado de Rt de 1.28 ( IC 95%: 1.26 a 1.30) antes del inicio del cierre de la escuela a Rt de 0.72 (IC 95%: 0.70 a 0.74) durante las semanas de cierre de la escuela. Del mismo modo, se observó una reducción del 33% (IC 95%: 24 a 43) en la transmisibilidad basada en las tasas de hospitalización pediátrica, de una Rt de 1.10 (IC 95%: 1.06 a 1.12) antes del inicio del cierre de la escuela a Rt de 0.73 (IC 95%: 0.68 a 0.77) después del cierre de la escuela. Se entrevistó a 1008 participantes del 20 al 23 de enero (tasa de respuesta del 22%), 1000 participantes del 11 al 14 de febrero (tasa de respuesta del 23%) y 1005 participantes del 10 al 13 de marzo (tasa de respuesta del 15%). Los encuestados percibieron que tenían una susceptibilidad similar al COVID-19 que a la influenza estacional, pero que el COVID-19 era una infección mucho más grave, y aproximadamente la mitad de los encuestados informaron que se preocupaban por estar infectados por SARS-CoV-2 en comparación con alrededor de un tercio de encuestados por el virus de la influenza. Se identificaron aumentos considerables en el uso de medidas preventivas en respuesta a la amenaza de COVID-19. Entre los encuestados, el 74.5%, el 97.5% y el 98.8% informaron usar máscaras al salir, y el 61.3%, el 90.2% y el 85.1% evitaron lugares concurridos en las encuestas uno, 2 y 3, respectivamente. En las encuestas 2 y 3, el 88.0% y 83.8% respectivamente informaron quedarse en casa tanto como sea posible.

Conclusión

Las intervenciones no farmacológicas (incluidas las restricciones fronterizas, la cuarentena y el aislamiento, el distanciamiento y los cambios en el comportamiento de la población) estarían asociadas con una menor transmisión de COVID-19 en Hong Kong, y también es probable que hayan reducido sustancialmente la transmisión de la influenza a principios Febrero de 2020. Aunque la dinámica de transmisión y los modos de transmisión de COVID-19 no se han dilucidado con precisión, es probable que compartan al menos algunas características con la transmisión del virus de la influenza. Las medidas implementadas en Hong Kong son menos drásticas que las utilizadas para contener la transmisión en China continental, y probablemente sean más factibles en muchos otros lugares del mundo. Si estas medidas y las respuestas de la población pueden sostenerse, evitando la fatiga entre la población general, podrían mitigar significativamente el impacto de una epidemia local de COVID-19. 



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