Resúmenes amplios

SALUD METABÓLICA Y COVID-19


Tübingen, Alemania
Datos preliminares sugieren que las personas con obesidad tienen riesgo aumentado de presentar COVID-19 grave. Sin embargo, debido a que se dispone de poca información acerca de los parámetros metabólicos (índice de masa corporal, glucemia e insulinemia) para estos enfermos, se requieren más estudios para conocer con precisión las posibles asociaciones entre la obesidad, la salud metabólica y COVID-19.

Nature Reviews Endocrinology 1-2

Autores:
Stefan N

Institución/es participante/s en la investigación:
Helmholtz Center Munich

Título original:
Obesity and Impaired Metabolic Health in Patients with COVID-19

Título en castellano:
Obesidad y Salud Metabólica Comprometida en Pacientes con COVID-19

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.88 páginas impresas en papel A4

Introducción

En series de la China, la edad avanzada (65 años o más) y la presencia de comorbilidades han sido factores asociados con evolución clínica desfavorable en pacientes con infección por el nuevo coronavirus (severe acute respiratory syndrome coronavirus [SARS-CoV-2]). Los índices más altos de mortalidad se refirieron en pacientes con enfermedad cardiovascular (10.5%) y diabetes (7.3%), seguidos por los de enfermos con trastornos respiratorios crónicos (6.3%), hipertensión arterial (6%) y cáncer (5.6%).

Primeros datos

Los estudios realizados en China y en la región de Lombardía, Italia, que refirieron las comorbilidades de los pacientes con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) no aportaron datos sobre el peso corporal y la talla, necesarios para el cálculo del índice de masa corporal (IMC). En un estudio descriptivo con una muestra reducida de 24 pacientes (63% de sexo masculino) con enfermedad muy grave, en la región de Seattle, se refirió por primera vez el IMC de los enfermos (3 sujetos tenían IMC normal, 7 presentaban sobrepeso y 13 tenían obesidad). Aunque los números reducidos no permitieron realizar análisis estadísticos, se comprobó que el 85% de los pacientes con obesidad requirieron asistencia ventilatoria mecánica y que el 62% de los enfermos con obesidad falleció. Los índices fueron más altos respecto de los referidos en sujetos sin obesidad (64% y 36%, respectivamente).

La enfermedad cardiovascular y la diabetes están fuertemente asociadas con aumento de la masa de tejido adiposo, de modo que el IMC incrementado podría ser un factor importante de riesgo de evolución clínica desfavorable y de neumonía, en pacientes con COVID-19.

Estos primeros resultados se confirmaron en estudios posteriores en Shenzhen, China, y en la ciudad de Nueva York. En el estudio chino se evaluaron 383 pacientes con COVID-19; el sobrepeso se asoció con riesgo 86% más alto de neumonía grave, en tanto que la obesidad aumentó el riesgo en 142%, en comparación con los individuos con peso normal, en los análisis estadísticos con la incorporación de diversos factores de ajuste.

En el estudio de los Estados Unidos se analizaron 4103 enfermos con COVID-19; el IMC > 40 kg/m2 fue el segundo factor de riesgo que predijo con mayor fuerza la necesidad de internación, después de la edad avanzada.

Asimismo, en un estudio a pequeña escala de Lile, Francia, con 124 sujetos con COVID-19, la necesidad de asistencia ventilatoria mecánica se asoció fuertemente con el IMC de 35 kg/m2 o más alto, de manera independiente de la presencia de otras comorbilidades. Se ha sugerido que los trastornos de la mecánica respiratoria, la mayor resistencia de la vía aérea y el compromiso del recambio de gases serían algunos de los factores involucrados en las asociaciones observadas. Cabe destacar, además, que los pacientes con obesidad tienen reducción de la fuerza de los músculos respiratorios y de los volúmenes pulmonares.

Paradoja de la obesidad

Por el contrario, en pacientes con neumonía se ha observado que la obesidad predice mayor supervivencia. Por ende, a pesar del mayor riesgo de neumonía y de las dificultades para la intubación y la ventilación mecánica en los pacientes con obesidad, los enfermos con obesidad y neumonía parecen tener menos riesgo de muerte. El tratamiento más agresivo que se indica en los pacientes con obesidad y la mayor reserva metabólica podrían explicar, en parte, estos fenómenos. Sea cual fuere el caso, la información en conjunto pone de manifiesto la necesidad de recoger los datos antropométricos con precisión, en pacientes con COVID-19.

La salud metabólica afectada en la obesidad, sin embargo, también puede observarse en pacientes con sobrepeso o con peso normal. La prediabetes, presente en el 38% de la población adulta de los Estados Unidos, constituye un importante factor de riesgo de enfermedad cardiovascular y de enfermedad renal crónica; por el momento la magnitud de la influencia de estos factores de riesgo cardiometabólico sobre el riesgo de enfermedad grave, de manera independiente del IMC, sigue sin conocerse.

Conclusiones

La determinación precisa de los factores metabólicos y antropométricos es esencial para conocer con precisión las posibles vinculaciones entre el IMC y la salud metabólica en general, el riesgo de infección por SARS-CoV-2 y la evolución clínica, en pacientes con COVID-19. Además del IMC se debería prestar atención a la circunferencia de la cintura y a los niveles séricos de glucosa e insulina, necesarios para estimar la resistencia a la insulina en el modelo de la homeostasis HOMA. La resistencia a la insulina es un elemento de máxima importancia debido a que es un fuerte determinante de la salud metabólica comprometida, la disfunción cardíaca y la mortalidad por eventos cardiovasculares.



ua40317

Imprimir esta página