Resúmenes amplios

BENEFICIOS DE LAS LAPICERAS INYECTORAS EN LA ADMINISTRACIÓN DE GONADOTROFINAS EN PACIENTES INFÉRTILES


Stuttgart, Alemania
Actualmente, la administración de gonadotrofinas es una estrategia útil en pacientes infértiles. En el presente estudio, y dado el éxito de las lapiceras inyectoras de insulina en pacientes diabéticos, se plantean los potenciales beneficios de esta vía de administración de las gonadotrofinas.

Therapeutics and Clinical Risk Management 29(11):995-1001

Autores:
Bühler K

Institución/es participante/s en la investigación:
Centre for Gynaecological Endocrinology and Reproductive Medicine

Título original:
Managing Infertility With the Follitropin Alfa Prefilled Pen Injector - Patient Considerations

Título en castellano:
El Abordaje de la Infertilidad con la Lapicera Inyectora Prellenada de Folitropina: Consideraciones de las Pacientes

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.62 páginas impresas en papel A4

Introducción 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la infertilidad se define como: “el número de mujeres en edad reproductiva (15 a 49 años) en riesgo de quedar embarazadas que informan buscar sin éxito un embarazo por dos años o más”, ya que las parejas fértiles, generalmente, consiguen concebir dentro del transcurso de 12 meses sin utilizar métodos anticonceptivos. Las tasas de prevalencia de infertilidad son difíciles de identificar, ya que involucra tanto a hombres como a mujeres, y, además, durante la última década, la búsqueda de hijos disminuyó, mientras que aumentó la edad de las parejas que buscan un embarazo por primera vez. Aproximadamente 48.5 millones de parejas a nivel mundial son incapaces de tener un hijo luego de 5 años de intentos, según lo comunicó la OMS. En el sur y centro de Asia, en África subsahariana y en el norte de ese continente, así como en Europa central, se observan las tasas más elevadas de infertilidad y se estima que en los países en desarrollo, una de cada 4 parejas sufre problemas de esta índole. Por otro lado, existe una gran diferencia en las tasas de infertilidad primaria y secundaria, las cuales son del 1.9% y del 10.5%, respectivamente.

Actualmente, es sencillo determinar cuál de los miembros de la pareja es responsable de la infertilidad, gracias al desarrollo de nuevas técnicas de laboratorio. En este contexto, en 2009 el departamento de salud del Reino Unido informó que la infertilidad se asocia con las mujeres en un 30%, con los hombres en un 30%, con ambos en un 10%, es inexplicada en el 25%, y se debe a otras causas en un 5% de los casos. Por otro lado, en pacientes tratadas con fertilización in vitro, la indicación, en un 60% de los casos, radica en las mujeres, mientras que en pacientes sometidos a inyección intracitoplasmática de espermatozoides, la indicación radica principalmente en los hombres (60%).

 

Historia de las gonadotrofinas

Desde la década de 1930 y hasta principios de la década de 1960, la inyección de gonadotrofinas derivadas de animales fue la estrategia utilizada para la estimulación ovárica. En los años ‘40, se introdujo por primera vez el protocolo de dos pasos en el tratamiento con gonadotrofinas, que constaba, en primera instancia, de la estimulación del crecimiento folicular, y luego, la inducción de la maduración final de los ovocitos y la ovulación. A partir del año 1958, comenzaron a extraerse gonadotrofinas de la glándula hipófisas de cadáveres humanos, pero debido a la aparición de casos de enfermedad de Creutzfeldt-Jacob, su uso se abandonó. En el año 1950 se registró por primera vez el uso de gonadotrofina menopáusica humana, producida por su aislamiento y purificación a partir de orina de mujeres posmenopáusicas, y en 1963 salió al mercado la primera formulación con estas características. Esta se encontraba compuesta por 75 UI de hormona foliculoestimulante (FSH) y 75 UI de hormona luteinizante (LH), con más del 95% de impurezas. Actualmente es posible encontrar preparaciones altamente purificadas, con tasas de impurezas de aproximadamente el 30%. Sin embargo, el proceso de purificación elimina la LH, por lo que más del 95% de la actividad biológica luteinizante de estos preparados es por acción de la gonadotrofina coriónica humana (hCG).

Hoy se encuentran disponibles formulaciones autoinyectables, con una relación 2:1 de FSH recombinante humana (r-hFSH) asociada con LH recombinante humana.

 

Lapicera inyectora

En el tratamiento de la diabetes con insulina, el uso de lapiceras autoinyectables demostró resultados positivos. En este contexto, el desarrollo de lapiceras para la administración de gonadotrofinas fue un paso lógico. A pesar de lo mencionado, es necesario tener en cuenta las diferencias entre el tratamiento de pacientes infértiles y el tratamiento de enfermedades crónicas con estos dispositivos. En las primeras, la medicación se administra habitualmente durante un ciclo de tratamiento, generalmente de 12 a 25 días, y la precisión de la dosis es fundamental. La mayoría de las pacientes infértiles, durante el período de tratamiento, buscan administrarse la droga de manera correcta; sin embargo, se estima que el 15.2% de las pacientes cometen errores al reconstituir y administrar la hCG liofilizada con jeringas convencionales, lo que influye en la tasa de éxito. Por lo mencionado, conseguir una administración adecuada de la droga es fundamental, no sólo con fines médicos sino desde la perspectiva de las pacientes. Actualmente, existen dispositivos fiables y fáciles de utilizar para la aplicación de las inyecciones, capaces de disminuir el dolor, la dificultad y el estrés que se genera en las pacientes.

Al comparar las jeringas convencionales frente a las lapiceras inyectoras, se observó que estas últimas tienen mayor aceptación en pacientes diabéticos. En lo que respecta al tratamiento de la fertilidad, las lapiceras inyectoras son una estrategia sencilla, discreta y adecuada. Existen 2 estudios piloto que evaluaron la facilidad de uso, la seguridad y la eficacia de las lapiceras inyectoras en 171 pacientes. Uno de estos trabajos, en el que se evaluaron 31 mujeres, demostró que el 53.3% prefirió las lapiceras prellenadas no retornables, frente al 26.6% que prefirió las lapiceras con cartuchos reutilizables, ya que consideraron que las primeras eran más fáciles de utilizar y se encontraban más seguras con la dosis administrada. En el segundo estudio se evaluaron 140 pacientes, y se demostró que ambas lapiceras eran bien toleradas. Sin embargo, las participantes informaron menos confusiones al utilizar lapiceras prellenadas.

Además de los estudios mencionados, un total de 5328 pacientes contestaron una encuesta basada en un cuestionario. De ellas, el 76% refirió no requerir más que 9 minutos para ser entrenadas por una enfermera en cómo utilizar una lapicera prellenada con folitropina alfa. Entre las pacientes que utilizaron distintos tipos de administración, se comprobó que una gran mayoría señaló que tanto el uso como la inyección diaria eran más sencillos con las lapiceras prellenadas, en comparación con otras formas de administración; además, al solicitar una evaluación de la lapicera prellenada, el 30.2% de las encuestadas le otorgaron un puntaje de 10 en una escala de 1 a 10. También se registró que aproximadamente el 84% de las pacientes prefirió la lapicera prellenada con folitropina alfa, el 9% la reutilizable, el 6% los viales y las jeringas, y sólo el 1% las ampollas y las jeringas para la inyección de r-hFSH.

Una nueva versión de la lapicera inyectora muestra una pantalla con la dosis a través de un vidrio con magnificador. Al evaluar este dispositivo, un total de 73 mujeres y 28 enfermeras tuvieron que simular inyecciones con el objetivo de aprender a utilizarlo. Inmediatamente después, completaron cuestionarios para evaluar la experiencia. El 88% de las mujeres atestiguó que el uso fue sencillo de aprender, el 66% de las pacientes confirmaron las mejoras del nuevo dispositivo, y el 70% expresaron su deseo de utilizar esa lapicera para la administración de fármacos inyectables. También se registró que la mayoría de las enfermeras (96%) declararon que, en comparación con otros dispositivos, su uso era más sencillo.

Por último, la facilidad de uso de la lapicera inyectora de folitropina alfa se evaluó mediante dos cuestionarios en un estudio observacional australiano. En ese trabajo participaron un total de 86 pacientes, de las cuales 72 completaron los cuestionarios. También se incluyeron 26 enfermeras. Al evaluar las respuestas se encontró que aproximadamente el 92% de las mujeres incluidas refirieron que la lapicera era fácil de utilizar, el 81.4% de las pacientes se encontraron seguras de utilizar la lapicera correctamente, y el 84.6% de las enfermeras encontraron que con esta versión ocurrían menos errores de dosis.

 

Resumen y conclusión

Los autores concluyen que la lapicera prellenada de folitropina alfa, debido a la facilidad de su uso, se asocia con una mayor confianza de las pacientes al compararla con otras formas de administración. También mencionan que las lapiceras prellenadas son un método fácil, simple y prácticamente indoloro para administrar las gonadotrofinas, y, además, permite precisar e individualizar la dosis. Los autores también plantean que las pacientes refirieron la facilidad del uso de estos dispositivos y la capacidad de reducir los errores. Además de lo mencionado, las alternativas disponibles, como los viales monodosis o multidosis en los cuales el polvo liofilizado se mezcla con un diluyente, se asocian con un mayor riesgo de errores en la preparación y de contaminación.

En sintonía con lo mencionado, los especialistas refieren que las lapiceras prellenadas de folitropina alfa son un claro movimiento hacia un tratamiento de mejor calidad, asociado con mejoras en la calidad de vida de las mujeres durante este período. La utilización de estos dispositivos otorga seguridad de administrar la dosis correcta y, además, las lapiceras de tercera generación presentan un reservorio que permite a las pacientes controlar cuántas unidades fueron inyectadas y la cantidad residual.

Por último, plantean que las pacientes prefieren los tratamientos modernos y que todos los estudios demostraron un elevado nivel de satisfacción con las lapiceras prellenadas de folitropina alfa para la administración diaria de r-hFSH.



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