Resúmenes amplios

EFICACIA Y SEGURIDAD DE LA PREGABALINA EN LA FIBROMIALGIA


Collegeville, EE.UU.
La pregabalina es eficaz y en general bien tolerada como tratamiento del dolor en individuos con fibromialgia, en forma independiente de los niveles basales de dolor. El efecto es superior a mayor gravedad del cuadro, sin diferencias en cuanto a la incidencia de efectos adversos.

Current Medical Research and Opinion 32(3):601-610

Autores:
Clair A, Emir B

Institución/es participante/s en la investigación:
Pfizer Inc

Título original:
The Safety and Efficacy of Pregabalin for Treating Subjects With Fibromyalgia and Moderate or Severe Baseline Widespread Pain

Título en castellano:
Eficacia y Seguridad de la Pregabalina en el Tratamiento de Individuos con Fibromialgia y Dolor Generalizado Moderado a Grave

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.31 páginas impresas en papel A4

Introducción

La fibromialgia es un trastorno crónico en el que se observa dolor generalizado y otros síntomas como fatiga, rigidez muscular, trastornos cognitivos y alteraciones en el sueño, que afectan considerablemente la calidad de vida y la productividad laboral, en forma proporcional a la gravedad del cuadro. La pregabalina está aprobada para el tratamiento del dolor relacionado con fibromialgia en varios países, puesto que su eficacia ha sido comprobada en diversos ensayos clínicos a doble ciego controlados con placebo y aleatorizados. Se desconoce por el momento si hay diferencias en la eficacia y seguridad de este compuesto según la gravedad de la enfermedad, por lo que el objetivo del presente estudio fue realizar ese análisis en pacientes con distintos niveles de dolor.

 

Métodos

Se tomó información de cuatro ensayos clínicos en fase III aleatorizados, controlados con placebo y multicéntricos en los que sujetos con fibromialgia recibieron dosis fijas de pregabalina, y de un estudio japonés en el que se permitió el ajuste de las dosis sobre la base de la respuesta y la tolerabilidad en las primeras tres semanas de titulación del fármaco (hasta dosis de 300 o 450 mg diarios), con duración de 8 a 15 semanas. Se incluyeron en esos ensayos adultos mayores de 18 años con fibromialgia, definida según los criterios de 1990 del Colegio Estadounidense de Reumatología, que presentaran dolor generalizado de al menos tres meses de duración, con dolor en al menos 11 puntos sensibles del cuerpo.

Se solicitó a los participantes que registraran el dolor diariamente en un diario, con clasificación de 0 a 10 (de la ausencia de dolor al peor imaginable, respectivamente), y se excluyeron aquellos con menos de cuatro días con dolor en los últimos siete días previos al inicio del estudio o puntajes de dolor por debajo de 40 sobre 100. Se excluyeron además aquellos con respuesta alta al placebo (30% o más), comorbilidades médicas o psiquiátricas o que recibieran fármacos concomitantes distintos de los analgésicos. Se agruparon los participantes según los niveles basales de dolor, en categorías de dolor moderado (entre 4 y 6) y grave (entre 7 y 10), y se consideraron juntas las dosis de 300 y 450 mg por día de pregabalina. Se registró la eficacia de la intervención mediante diversas herramientas, así como los efectos adversos y el abandono del estudio por esta causa. Para el análisis estadístico se utilizó un modelo mixto de efectos repetidos y regresión logística.

 

Resultados

Las características demográficas y clínicas basales fueron similares entre los individuos tratados y quienes recibieron placebo, excepto por la etnia (debido al efecto del estudio japonés), y el nivel basal de dolor fue similar en todos los participantes incluidos en cada grupo y subgrupo. Se halló una reducción significativa del dolor tras 8 y 12 semanas, tanto en el grupo expuesto a la pregabalina como en el grupo placebo, cuando se evaluaron los pacientes con dolor moderado (p < 0.0001 para todas las comparaciones), con resultados similares en aquellos con dolor grave (p < 0.0001 en todos los casos). La reducción fue significativamente mayor en los sujetos tratados con pregabalina, en comparación con placebo, tanto en la semana 8 como en la 12, y en los individuos con dolor moderado y los que presentaban dolor grave (p < 0.01 en todos los casos).

La presencia de dolor basal grave se relacionó con mayor reducción del dolor tras 8 y 12 semanas tanto en los tratados con pregabalina como en quienes recibieron placebo, en comparación con los sujetos con dolor moderado (p < 0.01 en todas las comparaciones). En 41.7% y 32.0% de los pacientes que recibieron pregabalina o placebo, respectivamente, se halló reducción de al menos 30% en el dolor que inicialmente era moderado (con un número necesario a tratar [NNT] de 10, intervalo de confianza [IC] del 95%: 7 a 23), en comparación con 40.6% y 25.0%, en ese orden, en aquellos con dolor inicial grave (NNT de 6, IC 95%: 5 a 10). Cuando se evaluó el criterio de reducción del dolor por encima del 50%, estos porcentajes fueron 23.0% y 14.3% en los pacientes con dolor moderado (NNT de 11, IC 95%: 8 a 23) y 23.1 y 13.4% en aquellos con dolor grave (NNT de 10, IC 95%: 7 a 19), respectivamente.

Los efectos en el tiempo fueron similares cuando se evaluó la mejoría en la calidad del sueño, tanto en los sujetos con dolor moderado como grave y en aquellos que recibieron placebo o pregabalina, tras 8 y 12 semanas. La pregabalina fue superior al placebo en el efecto sobre este parámetro, tanto si el dolor era moderado como si era grave, y en este último caso la mejoría fue mayor, en comparación con el dolor basal moderado tras 8 y 12 semanas de tratamiento. La proporción de individuos que consideraron que había habido mejoría muy importante o excelente fue mayor entre quienes recibieron pregabalina, en comparación con placebo (39.9% contra 28.0%, respectivamente), cuando el dolor basal era moderado, así como para el subgrupo de sujetos con dolor grave (33.8% y 23.8%, en ese orden). Los odds ratio de que hubiera respuesta superior a la pregabalina en comparación con placebo fueron de 1.73 (IC 95%: 1.35 a 2.20; p < 0.0001) y 1.64 (IC 95%: 1.25 a 2.14; p = 0.0003) en quienes presentaban dolor inicial moderado y grave, respectivamente. También se hallaron diferencias significativas entre la pregabalina y el placebo en los sujetos con dolor basal grave en cuanto al cuestionario de impacto de la fibromialgia, pero no cuando el dolor inicial era moderado, sin diferencias en este parámetro entre los participantes con distintos niveles iniciales de dolor. Los resultados en cuanto a la fatiga fueron similares a estos últimos. No se observaron diferencias en relación con la ansiedad o la depresión. 

La incidencia y el tipo de efectos adversos relacionados con el tratamiento fueron similares a los informados previamente para la pregabalina, con presencia de visión borrosa, mareos, xerostomía, aumento ponderal, edema periférico y somnolencia en 5% de los casos o más (y el doble de incidencia en comparación con placebo). La incidencia de estos fenómenos, excepto por la de cefalea, fue mayor en quienes recibieron el fármaco, y los resultados fueron similares en quienes presentaban niveles basales de dolor moderado o grave.

 

Discusión y conclusiones

La pregabalina fue eficaz para reducir el dolor y mejorar la calidad del sueño tras 8 y 12 semanas de tratamiento, especialmente en individuos con dolor basal grave, en comparación con aquellos en los que el dolor era moderado. Se observó un efecto placebo considerable en cuanto al dolor y al sueño, pero la diferencia entre este grupo y quienes recibieron pregabalina fue significativa. La probabilidad de que hubiera respuesta al fármaco fue similar entre los grupos según nivel de dolor en los expuestos a la pregabalina, y el efecto del fármaco sobre la interferencia de la fibromialgia con su vida fue mayor entre quienes presentaban mayores niveles de dolor (sin diferencias significativas en los sujetos con dolor moderado), con resultados similares en cuanto a la fatiga. No se observaron efectos adversos no informados previamente, y estos fueron similares tanto en quienes tenían niveles elevados de dolor basal como en aquellas personas con niveles más bajos.

Los autores concluyen que la pregabalina es eficaz y, en general, bien tolerada como tratamiento del dolor en individuos con fibromialgia, en forma independiente de los niveles basales de dolor. El efecto es superior cuando mayor es la gravedad del cuadro, sin diferencias en cuanto a la incidencia de efectos adversos.

 



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