Programa Actualización Científica sin Exclusiones (ACisE)

Informes comentados


R.gif Reumatología R.gif
 
Informe
Autor del informe original
MG Lebwohl
Institución: Icahn School of Medicine at Mount Sinai,
Nueva York EE.UU.

Eficacia de Spesolimab para la Psoriasis Pustular Generalizada
En el presente estudio clínico aleatorizado de fase II con pacientes con psoriasis pustular generalizada (PPG), el inhibidor del receptor de la IL-36, spesolimab, se asoció con mayor remisión de las lesiones cutáneas a la semana, aunque a expensas de riesgo aumentado de infecciones y reacciones sistémicas a drogas. Se requieren estudios a mayor escala y de más duración para establecer conclusiones firmes en relación con los riesgos y los beneficios de esta forma de tratamiento para pacientes con PPG.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/170179


Comentario
Autor del comentario
Marcelo Gabriel Medina 
Universidad Nacional del Nordeste, Resistencia, Argentina


La psoriasis pustulosa generalizada (PPG) es una forma grave de psoriasis asociada a hallazgos sistémicos, cuyas complicaciones pueden comprometer la vida del paciente. Es una entidad infrecuente, no se conoce su etiología. La PPG puede ser clasificada clínicamente en 3 tipos, según el modo de instalación: aguda, subaguda y crónica. Todas estas formas comparten la aparición de pústulas sobre una lesión eritematosa, son estériles y visibles; además, se presenta con o sin síntomas sistémicos de dolor, fiebre, malestar general, fatiga y manifestaciones extracutáneas, como artritis y colangitis neutrofílica. La forma más común es la forma aguda, también llamada psoriasis de Von Zumbusch. Hay una gran necesidad, no cubierta, en cuanto a tratamientos que puedan resolver de manera rápida y eficaz los síntomas de
los brotes de PPG. Estos brotes tienen un impacto significativo en la calidad de vida y pueden conducir a la hospitalización con complicaciones de riesgo vital, como insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal y sepsis. La mortalidad oscila entre el 2 y el 16 %. No hay terapias aprobadas para la enfermedad en los Estados Unidos o Europa, y el manejo ha incluido ciclosporina, retinoides, metotrexato y agentes biológicos. El papel de la vía de la interleucina-36 en la PPG está respaldado por el hallazgo de mutaciones de pérdida de función en el gen antagonista del receptor de la interleucina-36 (IL36RN) y genes asociados (CARD14, AP1S3, SERPINA3 y MPO) y por la sobreexpresión de interleucina-36 citocinas en lesiones cutáneas con PPG.
Se observaron mejoras clínicas con spesolimab, un anticuerpo monoclonal humanizado contra el receptor de la interleucina 36, en un estudio abierto de fase 1 en el que participaron 7 pacientes que presentaban un brote de PPG. En el presente artículo: Trial of Spesolimab for Generalized Pustular Psoriasis, el ensayo de fase 2, hace referencia a que se asignaron aleatoriamente a pacientes con un brote de PPG en una proporción de 2:1 para recibir una dosis intravenosa única de 900 mg de spesolimab o placebo. Los pacientes de ambos grupos podían recibir una dosis abierta de spesolimab el día 8, una dosis abierta de spesolimab como medicación de rescate después del día 8, o ambas, y se les dió seguimiento hasta la semana 12. El criterio principal de valoración fue psoriasis pustulosa generalizada por evaluación global del médico (PPGEGM), subpuntuación de pústulas de 0 (rango, 0 [sin pústulas visibles] a 4 [pústulas graves]) al final de la semana 1. El punto final secundario clave fue una puntuación total de PPGEGM de 0 o 1 (clara o piel casi clara) al final de la semana 1; las puntuaciones varían de 0 a 4, y las puntuaciones más altas indican una mayor gravedad de la enfermedad.
En este ensayo participaron un total de 53 pacientes: 35 fueron asignados para recibir spesolimab y 18 para recibir placebo. Al inicio del estudio, el 46% de los pacientes del grupo de spesolimab y el 39 % de los del grupo de placebo tenían una puntuación secundaria de pustulación de PPGEGM de 3, y el 37 % y el 33 %, respectivamente, tenían una puntuación secundaria de pustulación de 4. Al final de la semana 1, un total de 19 de 35 pacientes (54 %) en el grupo de spesolimab tuvieron una subpuntuación de pustulación de 0, en comparación con 1 de 18 pacientes (6%) en el grupo de placebo (diferencia, 49 puntos porcentuales; intervalo de confianza del 95%), [IC] 21 a 67; P<0,001). Un total de 15 de 35 pacientes (43%) tuvo una puntuación total de PPGEGM de 0 o 1, en comparación con 2 de 18 pacientes (11%) en el grupo de placebo (diferencia, 32 puntos porcentuales; IC del 95 %, 2 a 53; P=0,02). Se informaron reacciones al fármaco en 2 pacientes que recibieron spesolimab, en 1 de ellos concurrentemente con una lesión hepática inducida por fármacos. Entre los pacientes asignados al grupo de spesolimab, se produjeron infecciones en 6 de 35 (17%) durante la primera semana; entre los pacientes que recibieron spesolimab en cualquier momento del ensayo, se produjeron infecciones en 24 de 51 (47%) en la semana 12. Se detectaron anticuerpos antifármaco en 23 de 50 pacientes (46%) que recibieron al menos una dosis de spesolimab. Lo cual indica que a las 12 semanas del ensayo, 53 pacientes en brote de PPG, fueron tratados con una sola dosis intravenosa de spesolimab o placebo. La mayoría de los pacientes al comienzo del ensayo tenían una densidad alta o muy alta de pústulas y una calidad de vida deteriorada. Los resultados después de una semana demostraron que: el 54% de los pacientes tratados con spesolimab quedaron completamente libres de pústulas visibles en comparación con el 6% de los tratados con placebo. El 43% de los pacientes tratados con spesolimab mostraron un aclaramiento completo o casi completo de la piel en comparación con el 11% de los del grupo de placebo. El aclaramiento de las pústulas y de la piel continuó a lo largo del estudio. Este aclaramiento estuvo acompañado de mejoras clínicamente relevantes en la calidad de vida y síntomas como el dolor y la fatiga, en comparación con el placebo. A lo largo de las 12 semanas de duración del estudio, las tasas de infecciones no graves fueron más altas en el grupo tratado con el fármaco biológico en estudio en comparación con el grupo de placebo, sin un patrón con respecto al agente patógeno o a los órganos afectados. Sin embargo 2 pacientes notificaron tener reacciones a medicamentos, con eosinofilia y síntomas sistémicos.
Copyright © SIIC, 2022

Palabras Clave
spesolimab, psoriasis pustular generalizada
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
JM Baena-Díez
Institución: ,

Riesgo Cardiovascular en Pacientes con Enfermedades Inflamatorias mediadas por la Inmunidad
Los pacientes con enfermedades inflamatorias mediadas por la inmunidad, como artritis reumatoide (AR), trastornos sistémicos del tejido conjuntivo, enfermedad inflamatoria intestinal (EII), poliartropatías inflamatorias y lupus eritematoso sistémico, presentan un incremento en la mortalidad por todas las causas. Los trastornos sistémicos del tejido conjuntivo y la AR determinan una mayor propensión a experimentar accidente cerebrovascular, enfermedades de las arterias coronarias y cardiovasculares. La poliartropatía inflamatoria y la EII aumentan el riesgo de sufrir un ACV.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/157326


Comentario
Autor del comentario
Diego Martín Cesario 
Director Médico Hospital Público Villa Constitución, Hospital Público Villa Constitución, Hospital Público Villa Constitución, Argentina


Las enfermedades cardiovasculares siguen constituyendo la causa principal de morbimortalidad a nivel mundial.1 Es por ello que numerosas investigaciones científicas intentan detectar poblaciones vulnerables para llevar a cabo estrategias de prevención que permitan a los servicios de salud pública y privada disminuir la incidencia de estos eventos letales, situación que se agrava en los países subdesarrollados. La inflamación crónica es un proceso necesario en la evolución de la aterotrombosis,2 que contribuye a la aparición y progresión de múltiples síndromes (como la insuficiencia cardíaca, la hipertensión arterial, entre otras) finalizando el ciclo con la aparición de eventos clínicos duros como el stroke, el infarto agudo de miocardio y la muerte por causa cardiovascular. El proceso inflamatorio es una respuesta del tejido vivo vascularizado a
una lesión.3 Este mecanismo de defensa persigue el objetivo de contener, aislar la lesión, defender de microorganismos invasores, inactivar toxinas, preparar el tejido para la cicatrización y la reparación. El proceso, cuando se cronifica, puede generar efectos deletéreos para el organismo, compartiendo este principio lesivo común a numerosas enfermedades inflamatorias crónicas (EIC). La patogénesis básica relacionar la ateromatosis con el interjuego de la genética individual, los factores de riesgo cardiovascular clásicos, la edad, los factores metabólicos, los fármacos utilizados en el tratamiento, factores relacionados con la propia enfermedad inflamatoria y el grado de inflamación presente. Estas entidades, al generar un proceso inflamatorio crónico, promueven infiltración por células mononucleares, es decir macrófagos, linfocitos y células plasmáticas, destrucción de tejidos, por lesión persistente o inflamación o por ambas, e intentos de curación mediante reposición del tejido conjuntivo, que a su vez provoca proliferación vascular (angiogenia) y fibrosis. Todo el proceso anterior favorece la rotura de placas ateroscleróticas vulnerables, así como un estado protrombótico y se asocian finalmente con una mayor incidencia de eventos cardiovasculares.4 El mecanismo inmunitario implica la actuación de los macrófagos, que inicialmente son protectores, pero el permanente depósito de lípidos dentro de los macrófagos activa el sistema adaptativo con memoria y con fenotipo inflamatorio, que se denomina memoria inmunitaria activa. De este modo se establece el vínculo entre nutrición excesiva crónica, metainflamación y resistencia a la insulina, elemento central en las patologías metabólicas. Por otra parte, el continuo enriquecimiento de las placas con colesterol conduce a la liberación de cristales de colesterol fuera del espacio extracelular, que perpetúan los mecanismos proinflamatorios deletéreos que contribuyen fuertemente a la progresión de la aterosclerosis. Es importante aclarar que la inflamación crónica es un proceso prolongado (semanas o meses) en el que la inflamación activa, la destrucción de tejido y la curación sobrevienen simultáneamente. El artículo de Baena Díez JM y colaboradores Riesgo cardiovascular en pacientes con enfermedades inflamatorias mediadas por la inmunidad,5 es un estudio de cohorte retrospectivo que incluyó casi un millón de personas, donde el 3.9% tenía diagnóstico de enfermedad inflamatoria crónica mediada por la inmunidad (EICMI). Es el primer gran estudio clínico que demuestra la asociación que existe entre las EICMI prevalentes y su impacto en la aparición de enfermedades cardiovasculares (ECV). Los autores concluyen que el diagnóstico de enfermedades inflamatorias crónicas mediadas por la inmunidad implican un aumento en el riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares (CV) y de mortalidad global a seis años de seguimiento (particularmente aumentado en aquellos individuos que presentan diagnóstico de enfermedades sistémicas del tejido conectivo, enfermedad inflamatoria intestinal y artritis reumatoidea). Desde el punto de vista preventivo, la mayoría de los puntajes de riesgo CV no están diseñados para poder aplicarse en una población con enfermedades inflamatorias crónicas, como consecuencia, el riesgo real tiende a subestimarse. Este trabajo científico permite comenzar a pensar en la posibilidad de construir un puntaje de riesgo CV orientado a este tipo de patologías. Desde el punto de vista epidemiológico, los individuos con diagnóstico de EICMI fueron más añosos que el grupo control y tuvieron en el análisis multivariado un peor riesgo CV no explicado por los factores de riesgo CV habituales. Entre las limitaciones del estudio se destaca la falta de inclusión de la gravedad de la enfermedad inflamatoria como variable a evaluar y el sesgo de carga de la información al sistema informático, ya que en este registro español participan todos los médicos de atención primaria de la región de Cataluña. Copyright © SIIC, 2019 Bibliografía
1. Las 10 principales causas de muerte. Organización Mundial de la Salud. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/the-top-10-causes-of-death.
2. Hansson GK, Libby P, Tabas I. Inflammation and plaque vulnerability. J Intern Med 278:483-93, 2015. 3. Compendio de Robbins y Cotran. Patología estructural y funcional. Novena Edición. Capítulo 3: Inflamación y Reparación. Editorial Elsevier, 2017.
4. Consenso Riesgo Cardiovascular en las Enfermedades Inflamatorias Crónicas. Revista Argentina de Cardiología 87(2), 2019.
5. Baena-Díez JM, et al. Association between chronic immune-mediated inflammatory diseases and cardiovascular risk. Heart 104:119-126, 2018.

Palabras Clave
riesgo cardiovascular, enfermedades inflamatorias mediadas por la inmunidad, trastornos sistémicos del tejido conjuntivo, artritis reumatoide, enfermedad inflamatoria intestinal
Especialidades
C.gif   R.gif         Bq.gif   DB.gif   EdM.gif   Ep.gif   F.gif   G.gif   Ne.gif   
Informe
Autor del informe original
KH Chang
Institución: China Medical University,
Taichung Taiwán (Republica Nacionalista China)

Factores de Riesgo para Epilepsia
La presencia de artritis reumatoidea se asocia con significativamente mayor riesgo de epilepsia, y éste está relacionado en forma negativa con la duración del tratamiento con antiinflamatorios no esteroides. Es posible que este hallazgo se deba a mecanismos inflamatorios o a procesos vinculados con el dolor de la enfermedad autoinmune.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/149019


Comentario
Autor del comentario
Abigail Prchal 
Cátedra de Neurociencia, Universidad Nacional de Tucumán, San Miguel de Tucumán, Argentina


Se trata de un estudio epidemiológico longitudinal, hecho sobre una cohorte de 32 000 pacientes con diagnostico de artritis reumatoidea (con los respectivos controles, apareados por sexo y edad) realizado en Taiwán entre 000 y 2011.
Para quienes estén interesados en la epidemiología de la artritis reumatoidea este trabajo será de gran interés por la cantidad de datos y los detalles sobre tasas de prevalencia, comorbilidades y tratamientos.
En lo que respecta a la relación con la epilepsia, los principales hallazgos de este trabajo son los siguientes: 1) Los pacientes con artritis reumatoidea presentan mayor prevalencia de hipertensión arterial, hiperlipidemia, coronariopatías, enfermedad obstructiva pulmonar crónica y enfermedades autoinmunes.
2) La incidencia de epilepsia fue 1.27 veces mayor en pacientes con artritis reumatoidea que en los controles.
3) El
riesgo de eplepsia se relacionó negativamente con duración del tratamiento con antiinflamatorios no esteroides (AINE).
Se postulan dos posibles mecanismos para explicar los resultados encontrados. Por una parte, la artritis reumatoidea es una enfermedad auntoinmune que conlleva inflamación crónica. Por otra, la inflamación crónica ha sido considerada como un posible mecanismo fisiopatólogico para la epilepsia. Esto podría explicar los resultados del presente estudio. Una segunda posibilidad sería la relación mostrada por estudios previos entre el dolor y el riesgo de epilepsia.
El diseño de casos y controles y el elevado número de casos analizados proporciona una importante fortaleza a la evidencia del mayor riesgo de epilepsia en pacientes con artritis reumatoidea y a la relación negativa con el uso de AINE.
Sin embargo se necesitarán estudios experimentales y clínicos para determinar los mecanismos responsables de la relación entre estas dos patologías. Como se sabe, los estudios epidemiológicos y descriptivos no pueden establecer relaciones causales entre sus variables. A pesar de ello, fundamentándose en la fortaleza de los datos de este estudio, los autores recomiendan que los pacientes con artritis reumatoidea sean tratados con AINE desde el diagnóstico para disminuir el riesgo de epilepsia.
Copyright © SIIC, 2019

Palabras Clave
artritis reumatoidea, epilepsia, factor de riesgo
Especialidades
Ne.gif   R.gif         Ep.gif   MF.gif   MI.gif   SP.gif   
Informe
Autor del informe original
B Gonzalez
Institución: University of Lisbon,
Lisboa Portugal

Analizan la Atribución Causal de los Eventos Vitales Negativos en Pacientes con Fibromialgia
En las pacientes con fibromialgia, los eventos vitales parecen relacionarse con una atribución causal psicológica o cognitiva, además de desempeñar un papel en el comienzo de la enfermedad al alterar el sistema de estrés; no obstante, en los sujetos previamente enfermos, estos episodios no presentarían relación con la discapacidad o el dolor.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/134939


Comentario
Autor del comentario
Teraiza Mesa Rodríguez 
Médica cirujana especialista en psiquiatría, Sociedad Venezolana de Psiquiatría, Caracas, Venezuela


Los autores analizan la relación causal de los eventos vitales negativos en los pacientes con fibromialgia. Postulan una asociación entre la repercusión de la fibromialgia, la salud mental y física y el dolor con los eventos potencialmente traumáticos que preceden a la aparición de la enfermedad. En el estudio participaron 50 mujeres a las cuales se les aplicó la versión en portugués del Fibromyalgia Impact Questionnaire. Los resultados del análisis revelan que los eventos potencialmente traumáticos experimentados en la niñez se correlacionaron en forma positiva tanto con eventos traumáticos en otras etapas de la vida como con los eventos negativos en el año previo al estudio. Entre los acontecimientos adversos sufridos durante la infancia y la edad adulta por esta cohorte de pacientes,
los autores encontraron: caídas, accidente vial, cirugía, embarazo, nacimiento, y -con una menor prevalencia- ciertos eventos psicológicos, como pérdida de un ser querida o pérdida laboral. Esta conclusión es congruente con diferentes artículos de la literatura médica publicados.
En el análisis post hoc realizado por los investigadores, la salud y la discapacidad no se relacionaron con los eventos vitales adversos, por lo cual no les fue posible confirmar la hipótesis que define la fibromialgia como un trastorno de la vulnerabilidad al estrés. La búsqueda tampoco arrojó datos significativos con respecto a los episodios traumáticos y su relación con la discapacidad o el dolor.
La presente investigación, por demás interesante, llena un vacío en cuanto a la falta de acuerdos con respecto a la etiología de la fibromialgia, a la ausencia de datos clínicos categóricos que apoyen la existencia de una enfermedad orgánica y la importancia de los factores psicológicos en el mantenimiento del síndrome.
Copyright © SIIC, 2018

Palabras Clave
fibromialgia, eventos vitales, discapacidad, atribución causal
Especialidades
R.gif   SM.gif         AP.gif   MF.gif   MI.gif   
ua81618