Programa Actualización Científica sin Exclusiones (ACisE)

Informes comentados


G.gif Gastroenterología G.gif
 
Informe
Autor del informe original
L Frazzoni
Institución: University of Bologna,
Bolonia Italia

Clasificación del Esófago Hipersensible
En opinión de los autores, los pacientes con esófago hipersensible deben considerarse dentro del espectro de la enfermedad por reflujo gastroesofágico y ser tratados de acuerdo con este diagnóstico.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/158447


Comentario
Autor del comentario
Beatriz Benítez Rodríguez 
Hospital Universitario "Virgen Macarena", Hospital Universitario "Virgen Macarena", Sevilla, España


En la actualidad, el espectro de la enfermedad por reflujo gastroesofágico incluye entidades donde la pehachimetría y la endoscopia digestiva alta son normales, como es el caso de la hipersensibilidad esofágica. Se postula que en estos pacientes con hipersensibilidad esofágica están involucrados, al menos, cuatro mecanismos fisiopatogénicos: a) Hipersensibilidad visceral de los mecanorreceptores esofágicos: el propio reflujo, sin necesidad de ser ácido, puede estimular los mecanorreceptores esofágicos provocando la sintomatología de pirosis (determinada mediante la distensión esofágica con balón). La mayoría de los pacientes con pirosis no ácida presentan hipersensibilidad a la distensión esofágica con balón y a la perfusión de ácidos biliares. Las bases neurofisiológicas de dicha hipersensibilidad aún no están establecidas, postulándose una respuesta periférica exagerada a impulsos sensitivos normales así
como un procesamiento cognitivo anormal de estos impulsos. b) Contracciones mantenidas de los músculos longitudinales esofágicos (detectadas mediante ecografía de alta frecuencia). Un esófago hiperreactivo y poco distensible puede provocar síntomas de pirosis en ausencia de reflujo ácido. c) Alteración de la función de la barrera epitelial esofágica: la dilatación de los espacios intercelulares del epitelio esofágico (observada mediante microscopia electrónica). d) Factores psicosociales (estrés, ansiedad, escaso apoyo social): aunque es conocido que el estrés puede aumentar la percepción de reflujo gastroesofágico en hasta 2/3 de los pacientes que sufren dicho estrés, su aportación a dichos síntomas aún no es bien conocida. La impedancia intraesofágica multicanal, originaria de 1991, permite medir la conductividad eléctrica de la luz esofágica a través de dos electrodos muy próximos entre sí. Se define como la proporción entre corriente y voltaje, medida en ohmios. Para ello se debe colocar un catéter con una serie de electrodos a lo largo del esófago, permitiendo detectar el movimiento las contracciones musculares y la dirección del bolo alimenticio. Así, la impedancia aumenta con el paso de aire o durante la contracción del músculo esofágico y disminuye durante el paso (anterógrado o retrógrado) del bolo alimenticio/contenido gástrico.
Los catéteres a usar para la impedanciometría van a depender de la edad del paciente. Cada catéter tiene un diámetro de 2.13 mm (6.4 French) y cuenta con siete sensores distribuidos en todo su largo, obteniendo así seis lecturas de los diferentes niveles esofágicos. El catéter debe colocarse por vía intranasal, dejando el sensor de pH a 5 cm del esfínter esofágico inferior. Para realizar la impedanciometría se aconseja que sea en pacientes ambulatorios, para no alterar su estilo de vida habitual, previo ayuno de tres horas. Durante el estudio el paciente debe tener dieta normal pero evitar tanto los alimentos fríos como los excesivamente calientes, los alimentos ácidos y las bebidas gaseosas, el consumo de chicles (para evitar la hipersalivación); así como los fármacos procinéticos (dos días antes de prueba), antihistamínicos (tres días antes) e inhibidores de la bomba de protones (siete días antes de la prueba). La importancia de la impedanciometría radica en el concepto ya aceptado de que en la enfermedad por reflujo gastroesofágico existen otros factores (más allá de la cantidad/duración/concentración de hidrogeniones en la luz esofágica) que influyen sobremanera en la aparición de síntomas de reflujo gastroesofágico ante la normalidad de una pehachimetría o endoscopia digestiva alta. La incorporación de la impedanciometría multicanal intraluminal al estudio del reflujo gastroesofágico permite la caracterización y el tratamiento adecuado de pacientes con hipersensibilidad esofágica (en quienes persisten los síntomas a pesar de suprimir el ácido), en los que su no diagnóstico conlleva a un manejo no adecuado de sus síntomas, cuya repercusión en la calidad de vida es la misma que en los pacientes con reflujo gastroesofágico típico. Copyright © SIIC, 2019

Palabras Clave
enfermedad por reflujo gastroesofágico, impedanciometría, ERGE refractaria a los inhibidores de la bomba de protones, impedanciometría basal, onda peristáltica posreflujo
Especialidades
G.gif   MI.gif         AP.gif   Ci.gif   MF.gif   
Informe
Autor del informe original
MC Tan
Institución: Baylor College of Medicine,
Houston EE.UU.

Supresores de la Secreción Ácida, Esófago de Barrett y Adenocarcinoma de Esófago
El presente estudio anidado de casos y controles indica que el uso de inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores 2 de histamina en dosis altas se asocia con 41% y 30% menos riesgo de progresión de esófago de Barrett a adenocarcinoma de esófago, respectivamente, luego de considerar diversos factores de confusión, entre ellos la utilización de estatinas, aspirina y antiinflamatorios no esteroides.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/158437


Comentario
Autor del comentario
Jaime Javier Cantú Pompa(1) y María Teresa Sánchez Ávila(2)Luis Alonso Morales Garza(3) 
(1)Residente de Medicina Interna, Tecnológico de Monterrey, Monterrey, México
(2)Tecnológico de Monterrey
(3)Tecnológico de Monterrey


El esófago de Barret (EB) es un factor de riesgo para adenocarcinoma de esófago (ACE) y tiene alta mortalidad y morbilidad. El continuo de progresión histológica de metaplasia intestinal hasta ACE es conocido. Sin embargo, aún se desconocen con certeza los factores que conllevan a su aparición y evolución. Se ha explorado la prevención farmacológica y la vigilancia de esta condición con la intención de disminuir el riesgo de ACE en pacientes con EB.
Entre las estrategias farmacológicas que se han estudiado se encuentran la aspirina, los antiinflamatorios no esteroides y las estatinas. Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) y los antagonistas de receptores 2 de histamina (anti-H2) son fármacos utilizados en la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). La ERGE se asocia
con la aparición de EB; sin embargo, no todos los pacientes con ERGE evolucionarán a EB. Por un lado estos fármacos, al reducir la secreción de la mucosa esofágica al ácido, podrían disminuir la progresión neoplásica asociada con la inflamación generada por el ERGE. Sin embargo, el uso crónico de estos medicamentos, además de sus potenciales eventos adversos se asocia con hipergastrinemia que podría asociarse con el riesgo de ACE en la EB. Este trabajo de casos y controles anidados evaluó los efectos independientes de los IBP y anti-H2 en el riesgo de progresión de EB a ACE.
El uso de IBP y anti-H2 demostró una relación inversa con el riesgo de progresión de EB a ACE. En comparación con pacientes que no usaron estos medicamentos, los enfermos tratados con IBP y anti-H2 presentaron una disminución en el riesgo de progresión de EB a ACE del 30%-40%. En el análisis multivariado, el efecto protector persiste pese a otras variables de confusión, como el uso de otros fármacos que han demostrado mitigar la progresión, tales como aspirina, antiinflamatorios no esteroides y estatinas. El uso concomitante de IBP y anti-H2 con alguno de los medicamentos tendió a causar menor riesgo de progresión de EB a ACE, aunque sin llegar a tener significación estadística. Entre las limitaciones del presente trabajo se destaca que el diagnóstico de EB se realiza mediante biopsia endoscópica y esta última enfermedad en la mayor parte de los casos es asintomática. Además, el diagnóstico de la enfermedad no corresponde con su duración. Pese a esto, el presente trabajo permite sugerir cierto efecto protector de la supresión ácida gástrica en disminuir la progresión de EB a ACE, sin embargo se requieren más estudios para corroborar esta asociación. Copyright © SIIC, 2019

Palabras Clave
supresores de la secreción ácida, adenocarcinoma de esófago, esófago de Barrett
Especialidades
Ep.gif   G.gif         AO.gif   AP.gif   EdM.gif   Ge.gif   MF.gif   Mfa.gif   MI.gif   On.gif   SP.gif   
Informe
Autor del informe original
JK Limdi
Institución: The Pennine Acute Hospitals NHS Trust,
Manchester Reino Unido

Percepción sobre la Influencia de la Dieta en los Pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal
Los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal mostraron interés en las modificaciones alimentarias, porque le atribuyen a la dieta un papel en la enfermedad, especialmente en el desencadenamiento de las recaídas.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/149777


Comentario
Autor del comentario
Jaime Javier Cantú Pompa(1) y María Teresa Sánchez Ávila(2)Luis Alonso Morales Garza(3) 
(1)Residente, Tecnológico de Monterrey, Monterrey, México
(2)Tecnológico de Monterrey, Medicina Interna,
(3)Tecnológico de Monterrey, Medicina Interna,


El papel de la dieta en la patogénesis de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) aun se encuentra rodeado de marcadas incertidumbres científicas. La teoría con mayor aceptación es aquella en la que un paciente susceptible genéticamente ante determinados estímulos ambientales, por ejemplo, la dieta, podría llegar a presentar la enfermedad. El incremento en la incidencia de EII en los últimos años hace considerar que el papel de los factores ambientales es mayor que el de los genéticos. La occidentalización de la dieta, es decir una alimentación con alto porcentaje de grasas, azúcares refinados y proteínas, pero baja en frutas y verduras sugiere cierta participación de este factor entre los mecanismos de la enfermedad. Sin embargo, no hay evidencia contundente que asocie determinada sustancia
con la aparición o exacerbación de esta patología. Existe una necesidad de evidencia robusta y recomendaciones en las guías de practica clínica del papel de la dieta en la EII. La alimentación es una de las actividades de mayor importancia para el ser humano y es evidente que la EII se asociará con cambios en las creencias y actitudes de los pacientes en relación con la dieta.
Ante esto surge la necesidad de caracterizar la percepción y actitudes que tienen los pacientes con EII ante la dieta. Los autores del presente trabajo abordaron esta interrogante mediante la aplicación de un cuestionario en un grupo de 400 pacientes.
Aquí es importante detallar que la investigación no busca correlacionar cambios o modificaciones en la dieta que se puedan asociar con la enfermedad. El presente trabajo busca describir en una cohorte del Reino Unido cuales son las percepciones del papel de la dieta por los pacientes en la EII.
Entre los hallazgos a destacar, aproximadamente la mitad de los pacientes creen que la dieta tiene un papel en el inicio y mantenimiento de la enfermedad. La etnia y el subtipo de EII son factores que se asocian con distintas percepciones en el papel de la dieta. La mitad de los pacientes modificaron la dieta tras el diagnóstico. Si bien no se explora el papel de esto en el aspecto nutricional o de calidad de vida, es un aporte del trabajo el poner de manifiesto que el diagnostico de estas patologías influye en la dieta. El consejo nutricional ha demostrado prevenir la desnutrición en este grupo de pacientes. Menos de la mitad de los enfermos han recibido asesoramiento dietético y es interesante destacar que los pacientes reconocen tener interés en este tema, que preferentemente debería ser ofrecido por un experto en nutrición. Quizá la poca información para los pacientes se deba a la falta de evidencia contundente. En un área donde pareciera predominar el uso de consejos empíricos.
El trabajo busca enfatizar la importancia de la dieta para los pacientes con EII. Destaca la necesidad de recomendaciones y evidencias científicas del papel de la dieta en esta patología. Así como la necesidad de información medica del papel de la dieta en estas enfermedades. Copyright © SIIC, 2019

Palabras Clave
enfermedad inflamatoria intestinal, dieta, creencias acerca de los alimentos, prácticas alimentarias
Especialidades
G.gif   Nu.gif         AP.gif   Ep.gif   Ge.gif   MF.gif   MI.gif   SP.gif   
Informe
Autor del informe original
JK Limdi
Institución: The Pennine Acute Hospitals NHS Trust,
Manchester Reino Unido

Percepción sobre la Influencia de la Dieta en los Pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal
Los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal mostraron interés en las modificaciones alimentarias, porque le atribuyen a la dieta un papel en la enfermedad, especialmente en el desencadenamiento de las recaídas.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/149777


Comentario
Autor del comentario
Irene Alvarado Aguilera 
Instituto Ecuatoriano de Enfermedades Digestivas, Guayaquil, Ecuador


La enfermedad inflamatoria intestinal (Colitis Ulcerativa y Enfermedad de Crohn) es una patología inflamatoria crónica resultado de desencadenantes ambientales en pacientes genéticamente susceptibles y la relación con la dieta es ampliamente aceptada como riesgo o protección para la enfermedad. Los pacientes tienen prácticas dietarias y creencias relacionadas con el papel de la dieta con un alto nivel de consistencia en torno a los desencadenantes claves percibidos.
Los profesionales al cuidado son frecuentemente consultados acerca de las recomendaciones nutricionales, sin embargo esta información no es socializada correctamente y los pacientes, a menudo, atribuyen sus síntomas clínicos a la dieta, así como las percepciones que tienen con respecto a la mejoría o recaídas de le enfermedad están relacionadas con ciertos grupos de alimentos según sus creencias
personales, esto es sumamente importante considerando que los pacientes con EII están en riesgo de deficiencias nutricionales durante los periodos de exacerbación de la enfermedad así como durante las remisiones, debido a problemas como la reducción de la ingesta oral, malabsorción, pérdida de nutrientes a través del intestino, etc.). En el estudio acerca de las prácticas dietarias y creencias en los pacientes con EII, el 48% percibe que la dieta es un factor de inicio de su enfermedad, un 57% consideraron que tiene un papel en la recaída, el 28% perciben a los hábitos dietarios como un rol importante en el control de la enfermedad más que los medicamentos. Con respecto a los comportamientos dietéticos también cambian en los pacientes, es así, que un 56% indicaron que habían modificado su alimentación después del diagnóstico, 68% realizaron restricciones alimentarias para evitar recaídas, evitando alimentos grasos, picantes, frutas, verduras, alcohol, bebidas carbonatadas y leche. Se evaluó cuáles alimentos podrían mejorar los síntomas en caso de recaídas, el 16% reportó mejoría, consumiendo aquellos con alto contenido en fibra, con bajo contenido en fibra, alimentos ricos en almidones. El 60% de los pacientes indicaron empeoramiento de los síntomas al incluir en la dieta alimentos como picantes, grasas, alcohol, vegetales y frutas crudas, leche y derivados de esta, además de bebidas carbonatadas. Algo preocupante es que de este grupo poblacional (50%) estudiado nunca recibieron consejería nutricional anteriormente, y los que recibieron la información fue solo en un 31% a través de una dietista, el resto fue a partir de otros profesionales de la salud. Sin embargo, dos terceras partes desean tener una consejería nutricional adecuada. Los factores que influyen sobre estas creencias y hábitos alimentarios están en relación con el subtipo de la enfermedad, género y edad de los pacientes, y fueron determinantes importantes en el impacto de la enfermedad sobre el apetito. Sin embargo, tanto las creencias como percepciones no se pueden vincular directamente con el comportamiento de la enfermedad, puesto que se debe tener en cuenta la interacción compleja entre factores como aquellos relacionados dentro de “exposición” de la etiología de la EII, los casos no incidentes y la posibilidad de un sesgo de memoria sobre los alimentos que generaron estas respuesta para una mayor validación de los datos. Copyright © SIIC, 2019

Palabras Clave
enfermedad inflamatoria intestinal, dieta, creencias acerca de los alimentos, prácticas alimentarias
Especialidades
G.gif   Nu.gif         AP.gif   Ep.gif   Ge.gif   MF.gif   MI.gif   SP.gif   
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