Francia mantiene las restricciones y acelera el ritmo de vacunación
El País, París, Francia 7 Enero, 2021

Continúa el toque de queda y se retrasa la reapertura de restauración y ocio, en un intento del Gobierno de evitar el confinamiento.

Por Silvia Ayuso

Francia acelera el ritmo de las vacunaciones mientras frena la desescalada. Ese es el equilibrio que el Gobierno de Emmanuel Macron considera el adecuado para evitar un nuevo confinamiento, como se ha decretado ya en algunos países vecinos, aunque no se atreve a excluir la medida de forma taxativa. Por el momento, Francia mantendrá el toque de queda vigente al menos hasta final de enero, fecha para la cual espera haber vacunado al primer millón de ciudadanos. La reapertura de teatros, cines, bares y restaurantes, eso sí, se hará esperar aún varias semanas.

“La vacunación se ha convertido en la prioridad número uno del Gobierno”, ha asegurado el primer ministro, Jean Castex, en una rueda de prensa para informar de la situación en el país, que suma ya más de 2,7 millones de casos y más de 66.000 fallecidos por el coronavirus desde que comenzó la crisis.

Tras las múltiples críticas, políticas y científicas, por la lentitud con que ha arrancado la campaña de vacunación en Francia, donde hasta el 1 de enero solo habían sido vacunadas 516 personas, el Gobierno ha pisado el acelerador y asegura que, antes de que acabe el mes de enero, se habrá puesto la inyección al primer millón de ciudadanos. Solo en los últimos cinco días, se ha vacunado a 45.000 personas, de acuerdo con las últimas cifras.

“Llamo a la serenidad, que cesen las polémicas estériles que no aportan nada y solo inquietan más a unos ciudadanos ya fatigados y con los nervios a flor de piel. No podemos pretender, en un partido que durará varios meses, decir en el minuto uno que está ya perdido”, ha conminado Castex a los que no cesan en las críticas sobre el ritmo de vacunación. 
Castex y su ministro de Sanidad, Olivier Véran, han anunciado este jueves sendos cambios en el plan inicial del Ejecutivo. Además de retrasar de tres a seis semanas la aplicación de la segunda dosis, para poder disponer de más vacunas, el espectro de ciudadanos prioritarios se ha ampliado: así, además de los ancianos en residencias y los profesionales de salud de más de 50 años que ya pueden vacunarse, a partir del 18 de enero podrán hacerlo también los mayores de 75 años en centros de vacunación, que en las próximas semanas aumentarán a 600 en todo el país, ha dicho Castex. El primer ministro también ha anunciado una simplificación del proceso, con la posibilidad de inscribirse en línea o por teléfono para poder recibir una vacuna. Asimismo, la fase uno de la vacunación se ha abierto también a las personas discapacitadas residentes en centros especializados.

Hasta que no se haya logrado vacunar a una buena parte de la población, algo que no sucederá al menos hasta el verano, las medidas de seguridad y distanciamiento siguen siendo la mejor contención. Por ello, Castex ha anunciado que el país continuará bajo un toque de queda desde las 20.00 hasta las 6.00 hasta finales de enero. También, al menos “hasta finales de mes”, seguirán cerrados todos los espacios actualmente clausurados como cines, teatros o museos, que inicialmente deberían haber abierto este 7 de enero. Bares y restaurantes tendrán que esperar más aún: “Como mínimo” hasta mediados de febrero, ha adelantado Castex. El motivo es temido pero esperado: “La situación sanitaria se ha hecho más frágil en las últimas semanas”. Aunque todavía se tardará unos días en valorar el impacto en la pandemia de las fiestas más familiares del año, las cifras inquietan, sobre todo en una decena de departamentos del este del país, donde en las próximas horas se podría decretar un endurecimiento del toque de queda. Esta semana ya se tomó esta medida en otros 15 departamentos de la misma zona, en los que se limita la movilidad desde las 18.00.

Poco antes de anunciar las nuevas medidas, el Ministerio de Sanidad había confirmado que en Francia hay ya 22 casos confirmados de las variantes de coronavirus más contagiosas, la británica (19 casos) y la sudafricana (3), y que se están investigando dos posibles “focos de riesgo” de estas cepas, una en Bretaña y otra en la región de París. “Nos tomamos muy en serio la amenaza de estas dos variantes”, ha asegurado Véran.