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Por carencia de personal, anticipan un "tsunami migratorio" de enfermeras/os de los países periféricos a los centrales
Agencia Sistema de Noticias Científicas (aSNC), Filadelfia, EE.UU. 26 Enero, 2022

La pandemia de COVID-19 agravó el frágil estado de la fuerza laboral mundial de enfermería, poniendo en grave riesgo el objetivo de la Cobertura Universal de Salud propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Así lo revela un nuevo informe publicado hoy por el International Centre for Nurse Migration en asociación con CGFNS and ICNM de Philadelphia, EE.UU.  (Centro Internacional para la Migración de Enfermeras)  proporciona un modelo a ejecutar a nivel nacional e internacional con el fin de guiar la planificación de la fuerza laboral de enfermería a nivel mundial.

El presidente y director ejecutivo de CGFNS International Inc., el Dr. Franklin A. Shaffer,coautor del informe, considera que “podemos anticipar que habrá un tsunami migratorio, ya que más que nunca, los países de todo el mundo recurren al suministro internacional de enfermería para satisfacer sus necesidades de mano de obra. La distribución desigual preexistente de enfermeras en todo el mundo se verá exacerbada por la contratación internacional a gran escala en países de altos ingresos, ya que buscan una solución rápida para resolver su escasez de enfermeras, lo que solo aumentará las desigualdades globales en el acceso a la atención médica.”

El trabajo sugiere que se necesitarán hasta 13 millones de enfermeras más durante la próxima década, el equivalente a casi la mitad de la fuerza laboral actual de 28 millones de personas en el mundo.

El Director Ejecutivo del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE), Howard Catton, coautor del informe, dijo que los hallazgos subrayan la gravedad de la escasez:

“Sabíamos que la situación era frágil debido a la persistente falta de financiación histórica de la enfermería en todo el mundo, pero con la información más reciente sobre las vacantes de enfermeras, sus tasas de intención de irse y las tasas de enfermedad del personal, ahora debe reconocerse como una crisis global.

"Ya teníamos seis millones de enfermeras menos al comienzo de la pandemia, pero con la presión inmensa e implacable de responder a COVID y la variante Omicron, y una avalancha de renuncias y jubilaciones anticipadas, el mundo necesitará incorporar y retener hasta 13 millones de enfermeras durante la próxima década.

'El Año Internacional de la Enfermera y la Partera de la OMS en 2020 y el Año Internacional del Trabajador de la Salud del año pasado fueron un punto de partida importante para reconocer el verdadero valor de las enfermeras y otros trabajadores de la salud, pero simplemente no fue suficiente. Esta es una crisis de salud global, y requiere un plan de diez años totalmente financiado y accionable para apoyar y fortalecer a las enfermeras y la fuerza laboral de salud para brindar salud para todos”.

Catton agregó:
“Ya no podemos darnos el lujo de subestimar y subfinanciar la profesión de enfermería, no solo por el bien de la salud de las enfermeras, sino también por la protección y sostenibilidad de todo nuestro sistema de salud global. Seamos claros: no estamos hablando de soluciones provisionales, superar la pandemia actual o incluso prepararse para la próxima. Hablamos de poder abordar todas las necesidades de atención médica acumuladas y retrasadas desde el inicio de la pandemia. Si no enfrentamos todas estas necesidades actuales y urgentes de manera sostenible durante la próxima década, la ambición de la OMS de Cobertura Universal de Salud se verá frustrada”.

El informe especifica sus metas:
los países deben comprometerse a dar prioridad a las enfermeras para las vacunas, proporcionar niveles seguros de dotación de personal, expandir sus sistemas nacionales de educación de enfermeras, aumentar el atractivo de las carreras de enfermería para mujeres y hombres, adherirse a los estándares éticos internacionales de contratación y monitorear la capacidad de los países para ser autosuficientes para satisfacer sus necesidades de personal de enfermería.

Según el Dr. Shaffer “la migración internacional ética y debidamente supervisada siempre brindará a las enfermeras individuales la oportunidad de desarrollar sus carreras y seguir sus sueños. Pero como muestra este informe, los gobiernos deben actuar con rapidez para garantizar que las personas de todo el mundo tengan acceso a la experiencia en enfermería siempre que la necesiten. CGFNS y ICNM pueden ayudar a los gobiernos a garantizar que la contratación internacional sea ética y que tanto los países de contratación como las enfermeras involucradas puedan beneficiarse del proceso”.

El autor principal del informe, el profesor James Buchan de la Universidad Tecnológica de Sídney (UTS) y la Universidad de Edimburgo, dijo:

La COVID-19 tuvo un impacto terrible en la fuerza laboral de enfermería en términos del efecto personal que tuvo en las enfermeras individuales y los problemas que expuso dentro de muchos sistemas de atención médica. La escasez preexistente exacerbó el impacto de la pandemia y las enfermeras agotadas se están yendo porque ya no pueden continuar. Los gobiernos no reaccionaron de manera efectiva ante la creciente escasez mundial de enfermeras, y ahora deben responder a la pandemia, que es un cambio de juego alarmante que requiere una acción inmediata”.

El informe dice que se necesita un plan a largo plazo para detener la ola de personas que dejan la enfermería debido a las tensiones adicionales resultantes de la COVID-19, y crear una nueva generación de enfermeras para hacer crecer la profesión y satisfacer las crecientes demandas futuras de una población mundial que envejece.

La Presidenta del CIE, Pamela Cipriano, opinó por su parte:
“Las enfermeras han estado en la primera línea de la pandemia durante dos años. La influencia que han tenido en la supervivencia y la salud de las personas a las que sirven ha sido enorme. A pesar de soportar las pesadas cargas emocionales y físicas de brindar atención a sus pacientes y comunidades, han demostrado una gran capacidad de recuperación. Pero la resiliencia tiene sus límites.

'Sin enfermeras, está claro que nuestros sistemas de salud colapsarían. Toda la evidencia en este informe muestra que es vital actuar sobre un nuevo plan de diez años que garantice inversiones para estabilizar y construir la fuerza laboral de enfermería. Cumplir con los compromisos de apoyar a las enfermeras con entornos de trabajo seguros, niveles de dotación de personal y cargas de trabajo, participación en la toma de decisiones, servicios de salud mental y compensación equitativa catalizará el interés y el crecimiento para desarrollar la profesión.
Las enfermeras merecen ser reconocidas y recompensadas por sus inconmensurables contribuciones a la salud de las personas en todas partes”.