LA INVESTIGACIÓN SOBRE PLANTAS MEDICINALES, UNA ESTRATEGIA RECURRENTE EN LA BÚSQUEDA DE ANTIMALÁRICOS.
El éxito de la quinina, la artemisina y sus derivados ha demostrado que las plantas medicinales son una fuente de antimaláricos y ha impulsado la estrategia etnofarmacológica para investigar las potencialidades terapéuticas de los componentes químicos de especies vegetales. En estos momentos se estimula el desarrollo de fitomedicamentos, proceso menos costoso y más rápido que el de la obtención de un producto natural purificado.
Aymé Fernández-Calienes Valdés
La Habana, Cuba