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REVISAN LA INFECCION POR EL VIRUS DE LA HEPATITIS C EN EL EMBARAZO
(especial para SIIC © Derechos reservados)
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Autor:
Ashok Kumar
Columnista Experto de SIIC

Artículos publicados por Ashok Kumar 
Recepción del artículo: 26 de septiembre, 2006
Aprobación: 16 de noviembre, 2006
Conclusión breve
La infección ocasionada por el virus de la hepatitis C (VHC) en las mujeres embarazadas y su potencial transmisión vertical representan un problema de salud pública. No existen datos suficientes para sugerir un aumento de la cantidad de anomalías congénitas y complicaciones obstétricas o un bajo peso al nacer entre los hijos de las mujeres infectadas por el VHC. Actualmente no se recomienda la detección sistemática de rutina.

Resumen

La infección cuasado por el virus de la hepatitis C (VHC) frecuentemente es asintomática. No obstante, puede provocar morbilidad y mortalidad a largo plazo debido a la aparición de hepatitis crónica activa, cirrosis, carcinoma hepatocelular e insuficiencia hepática. Se informó que la prevalencia de seropositividad contra el VHC entre las mujeres embarazadas es del 1% al 5% y que la variación internacional es baja. Además, se halló una prevalencia más elevada entre las usuarias de drogas intravenosas. Los factores de riesgo de la infección se conocen adecuadamente y el modo más eficiente de transmisión es la exposición percutánea directa. La transmisión vertical puede suceder, especialmente en las madres con una viremia elevada y dosajes positivos del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Ante la falta de recursos, el antecedente de procedimientos quirúrgicos puede ser el factor más importante para la transmisión del VHC. No se observaron efectos adversos sobre los resultados del embarazo en términos de edad gestacional, puntaje de Apgar y peso al nacer en comparación con los controles. Tampoco se considera que el embarazo ocasione un empeoramiento de la enfermedad hepática en las mujeres portadoras del VHC. De acuerdo con los datos actualmente disponibles, la detección sistemática prenatal de rutina del VHC no debería llevarse a cabo. Tampoco se recomienda la cesárea ni evitar la lactancia materna para prevenir la transmisión del VHC de las madres infectadas a sus hijos.

Palabras clave
virus de la hepatitis C, embarazo, consecuencias obstétricas, detección sistemática

Clasificación en siicsalud
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Especialidades
Principal: Infectología
Relacionadas: Atención PrimariaBioquímicaDiagnóstico por LaboratorioEpidemiologíaMedicina FamiliarMedicina InternaObstetricia y GinecologíaPediatríaSalud Pública

Enviar correspondencia a:
Ashok Kumar, Department of Obstetrics and Gynaecolgy, Maulana Azad Medical College, Lok Nayak Hospital, 110002, Nueva Delhi, India


HCV Infection and Pregnancy

Abstract
Hepatitis C virus (HCV) infection is most often asymptomatic but it has a potential for long term morbidity and mortality in terms of chronic active hepatitis, cirrhosis, hepatocellular carcinoma and liver failure. The prevalence of anti HCV seropositivity in pregnant women is reported to be between 1-5% with relatively little international variation. The prevalence is found to be higher in intravenous- drug users. Risk factors for infection are well described, with direct percutaneous exposure the most efficient mode of transmission. Vertical transmission may occur, particularly in highly viraemic and anti-human immunodeficiency (HIV) positive mothers. Past history of surgical procedures may be the most important factor for transmission of hepatitis C virus infection in the resource poor settings. No adverse effect on pregnancy outcome was observed in terms of gestational age, Apgar score and baby weight when compared with the controls. Pregnancy is also not considered to cause deterioration of liver disease in women who have hepatitis C. Based on the current evidence, routine antenatal screening for HCV should not be introduced and neither elective caesarean section nor avoidance of breastfeeding should be recommended to HCV infected women to prevent mother-to-child transmission.


Key words
hepatitis C virus, pregnancy, obstetric outcome, screening


REVISAN LA INFECCION POR EL VIRUS DE LA HEPATITIS C EN EL EMBARAZO

(especial para SIIC © Derechos reservados)
Artículo completo
La hepatitis C crónica es un problema de salud pública mundial que afecta a las madres y a sus hijos por igual. Se estima que la prevalencia global de la infección crónica provocada por el virus de la hepatitis C (VHC) es aproximadamente del 3% (cerca de 170 millones de personas infectadas por el VHC). Existe una variación geográfica considerable que oscila entre el 0.01% al 0.1%, en el Reino Unido y Escandinavia, y el 17% al 26%, en Egipto.1

La hepatitis C es una enfermedad lentamente progresiva que tiene secuelas significativas a largo plazo. El VHC es un virus ARN de cadena única perteneciente a la familia Flaviviridae. El tiempo medio desde la exposición al VHC hasta la seroconversión es de 8 a 9 semanas. Los individuos infectados de manera aguda pueden presentar un cuadro de hepatitis clínicamente notorio con náuseas, vómitos, disminución del apetito, fiebre, dolor abdominal e ictericia. Sin embargo, la mayoría de los pacientes (60%-70%) con hepatitis C aguda (HCA) son asintomáticos o presentan síntomas mínimos. Sólo el 20% de los casos se presentan con ictericia.2,3

Frecuentemente, los casos asintomáticos son identificados mediante la vigilancia de los individuos expuestos a punciones por agujas, abuso de drogas intravenosas, hemodiálisis de largo plazo, etcétera. En general, el diagnóstico se lleva a cabo sobre la base de la seroconversión de anticuerpos contra el VHC y de la presencia de ARN del VHC en la primera muestra de suero. El mejor método para detectar la infección aguda producida por el VHC es la detección sistemática de los pacientes con un riesgo elevado de seroconversión, análisis previamente negativos y actualmente positivos. Luego del inicio de los síntomas de HCA, la aparición de anticuerpos contra el VHC puede demorar de 3 a 6 meses. En esta situación, el diagnóstico de HCA requiere la detección del ARN del VHC en sangre.4,5

La incidencia de hepatitis C crónica luego de la HCA varía entre el 54% y el 80%.6-9 Este riesgo es mucho más bajo entre los individuos jóvenes en comparación con los ancianos debido a que los primeros presentan mayor probabilidad de depuración espontánea del virus.10-13 En general, la depuración viral espontánea durante los primeros 3 meses de infección tiene lugar en hasta un 50% de los pacientes con HCA sintomática.10 La hepatitis C crónica, tras un período de 20 años, evoluciona a cirrosis en el 2% al 4% de las mujeres jóvenes o en el 20% al 30% de los pacientes de mediana edad que fueron sometidos a transfusiones. Además, cada año, el 1% al 6% de los pacientes cirróticos presentará carcinoma hepatocelular.8,14-17

Alrededor del 25% de los pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) tienen infección simultánea por el VHC.18 La positividad de anticuerpos contra el VHC en cualquier mujer se relaciona independientemente con el uso de drogas inyectables y la realización de tatuajes en las prisiones.19 En la actualidad, el uso de drogas inyectables da cuenta del 60% de los casos de transmisión del VHC en los Estados Unidos.

Actualmente, la transfusión de sangre es una causa infrecuente de infección recientemente adquirida.2 La detección sistemática de anticuerpos anti-VHC para los hemoderivados introducida durante el comienzo de la década de 1990 minimizó este modo de adquisición del virus. El riesgo de contraer hepatitis C mediante las relaciones sexuales es poco claro. No obstante, tener o haber tenido una pareja sexual con antecedente de parejas sexuales múltiples puede representar un factor de riesgo potencial. Aparentemente, la transmisión sexual del VHC es ineficiente en comparación con la transmisión del virus de la hepatitis B. La transmisión a las parejas sexuales de las personas con infección crónica por el VHC sin otros factores de riesgo de infección es de alrededor del 5% (oscila entre 0 y 15%).2,20-22 El contacto doméstico con una persona infectada se asoció con un índice de transmisión no sexual del 4% (variación de 0 a 11%).20,23,24

Aproximadamente el 7% al 8% de las mujeres portadoras del virus de la hepatitis C lo transmiten a su descendencia. En mujeres con infección concomitante por el VIH, el índice de transmisión es más elevado (19%).25 En el presente, la transmisión vertical a partir de las madres infectadas es el modo de infección predominante entre los niños. Las mujeres con viremias bajas (menores de 106/ml) tienen pocas probabilidades de transmitir el virus de la hepatitis C al feto. Las mujeres con viremias elevadas, con lesión hepática grave o que cursan la fase aguda de la infección tienen una probabilidad elevada de transmitir la hepatitis C al feto. En numerosos estudios epidemiológicos de gran magnitud no pudo determinarse que la lactancia tenga relación con la transmisión de la hepatitis C de la madre al hijo. Sin embargo, las mujeres VHC positivas no deberían amamantar ante la presencia de grietas o lesiones sangrantes del pezón.

En un estudio llevado a cabo en Pakistán se halló que el antecedente de intervenciones quirúrgicas es el factor más importante para la transmisión de la infección ocasionada por el virus de la hepatitis C.26 Es posible que la utilización de equipamiento médico no esterilizado sea un factor de riesgo importante responsable de un índice de prevalencia superior al 20% en ciertas zonas de Egipto.27 En los países de bajos recursos en los cuales la esterilización adecuada del equipamiento utilizado para efectuar procedimientos invasivos se practica pocas veces o nunca, el riesgo de infección yatrogénica por VHC es elevado.

Los tatuajes y las perforaciones corporales (piercing) son factores de riesgo potenciales de infección ocasionada por el VHC, particularmente cuando son llevados a cabo en forma casera o por profesionales no entrenados adecuadamente para realizar procedimientos de control de infecciones.28 El aumento leve del riesgo de seropositividad para el VHC entre los sujetos con antecedentes de tatuajes (OR = 1.30) y tatuajes con colorantes D&C (OR = 1.52) sugiere la existencia de modos de transmisión sanguínea del VHC.29 Es notable que el 69% de las mujeres embarazadas fueron diagnosticadas por primera vez y que el 73% no tenían factores de riesgo identificables de hepatitis C.30

La mayor prevalencia de infección tiene lugar entre las personas en edad reproductiva,1,2 y del 1% al 4.3% de las mujeres embarazadas están infectadas por el VHC.2,31,32 De acuerdo con los resultados de varios estudios de pequeña magnitud, la prevalencia de anticuerpos contra el VHC en el embarazo oscila desde 0.6% en Japón33 hasta 4.5% en los Estados Unidos.34 En el estudio de mayor magnitud realizado hasta el momento se investigaron más de 15 000 mujeres embarazadas del norte de Italia durante cuatro años y se halló una prevalencia del 2.4%.35 Recientemente se efectuó un estudio en el Reino Unido con embarazadas VIH negativas, de diversas etnias, provenientes de zonas del centro urbano que se ofrecieron voluntariamente para ser examinadas. Se halló una prevalencia de anticuerpos contra el VHC del 0.8% y en 75% de ellas también dio positivo la prueba de ARN de VHC.30 La prevalencia de hepatitis C entre mujeres embarazadas fue 3.27% en Islamabad26 y 0.73% en Nueva Delhi.29

A pesar del riesgo de lesiones histológicas, la hepatitis C crónica no es una contraindicación para el embarazo.36 La evaluación de las embarazadas seropositivas para el VHC no resultó en efectos adversos sobre el resultado del embarazo en términos de edad gestacional, puntaje de Apgar y peso al nacer en comparación con el grupo control.26 En otro estudio efectuado en 84 embarazadas seropositivas para el VHC, los resultados obstétricos no difirieron significativamente en términos de las características del parto o consecuencias perinatales en comparación con lo observado en embarazadas seronegativas. El trabajo de parto fue indicado en aproximadamente el 8% de las mujeres seropositivas para el VHC en comparación con el 6.4% de las mujeres seronegativas integrantes del grupo de referencia. Aproximadamente el 97% de los recién nacidos de ambos grupos nacieron en buenas condiciones.37

En un pequeño estudio se informó que la hepatitis aguda materna (tipo B o tipo no B) no tuvo efectos sobre la incidencia de malformaciones congénitas, mortinatos, abortos o malnutrición intrauterina. Sin embargo, la hepatitis aguda aumentó la incidencia de prematurez.38

Aparentemente, la hepatitis C crónica no afectaría el embarazo de manera adversa.39,40 Tampoco se considera que el embarazo ocasione un deterioro de la enfermedad hepática en las mujeres que presentan hepatitis C.

Actualmente no se recomienda la detección sistemática de rutina durante el embarazo entre las mujeres asintomáticas sin factores de riesgo de infección producida por el VHC.41,42 El equipo de Chicago elaboró un árbol de decisiones mediante un análisis de Markov para comparar tres enfoques ante la infección asintomática ocasionada por el VHC en mujeres embarazadas con un riesgo bajo para adquirir la infección. Dichos enfoques consistieron en: 1) la ausencia de detección sistemática del VHC; 2) la detección sistemática del VHC y el tratamiento subsiguiente para la enfermedad progresiva, y 3) la detección sistemática del VHC, el tratamiento subsiguiente para la enfermedad progresiva y la cesárea electiva para evitar la transmisión perinatal. Se halló que la detección sistemática y el tratamiento subsiguiente no fueron costo-efectivos.43

En una revisión de datos del estudio prospectivo European Paediatric VHC Network (EPHN), efectuado en mujeres infectadas por el VHC y sus hijos, y de otros estudios publicados, expertos clínicos del EPHN concluyeron que actualmente no existen intervenciones disponibles para evitar la transmisión vertical del VHC. La detección sistemática prenatal de rutina del VHC no debería efectuarse y ni la cesárea electiva ni evitar la lactancia materna deberían recomendarse a las mujeres infectadas por el VHC para prevenir la transmisión del virus de la madre al hijo. Las mujeres con infección simultánea por VHC y VIH deberían seguir las recomendaciones actualmente existentes para la infección por VIH.44

La cesárea electiva para reducir la transmisión vertical del VHC tampoco es actualmente recomendada por los Centers for Disease Control, la American Academy of Pediatrics y el American College of Obstetricians and Gynecologists.2,45,46

Para concluir, la infección provocada por el virus de la hepatitis C entre las embarazadas y su potencial transmisión vertical y complicaciones a largo plazo potencialmente mortales representan un problema importante de salud pública. La mayoría de las mujeres infectadas no tienen factores de riesgo conocidos de infección. Además, no existen datos que sugieran un aumento de la cantidad de anomalías congénitas y complicaciones obstétricas o bajo peso en los recién nacidos de madres infectadas por el VHC. La detección sistemática del virus entre las embarazadas no se recomienda en la actualidad.
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