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Los estudios de impotencia sexual masculina asociada a la diabetes son conocidos desde hace largo tiempo y existen en la actualidad numerosos tratamientos disponibles.En la mujer la etiología de las diferentes alteraciones y sus posibles tratamientos fueron postergados; gran parte de la información fue extrapolada de estudios en hombres.Resultados de diversas investigaciones mostraron que la diabetes se asocia con disfunción sexual en la mujer.Las alteraciones físicas que afectan el funcionamiento sexual se acompañan de disminución de la autoestima en la mujer, propia de la existencia de diabetes.Investigadores del Department of Public Health and Caring Sciences desarrollaron un estudio para la exploración y análisis de las percepciones de las mujeres portadoras de diabetes tipo 2, en relación con la afectación de la intimidad social y sexual.Otro objetivo fue la investigación del deseo en las mujeres de recibir asistencia profesional para las alteraciones sexuales que experimentaron.A los fines del estudio el término "intimidad sexual" se entendió como la actividad sexual o la interacción social cálida con otros individuos significativos.El significado dual de la palabra la hizo aún más atractiva para las entrevistas, dado que las mujeres se sintieron libres para asociar la definición con los aspectos de orden más social o sexual.Se efectuaron entrevistas con 5 grupos focales entre 33 mujeres con diabetes tipo 2.La edad de las participantes fue de 44-80 años y todas respondieron a las preguntas de un cuestionario del funcionamiento sexual.El análisis cualitativo determinó varias categorías, como la culpa y el desconcierto con la diabetes, intimidad sexual y vergüenza, la disfunción sexual.La investigación presentó ciertas limitaciones vinculadas con las diferentes repuestas de las entrevistadas según las condiciones especiales y características personales de los entrevistadores.La ventaja que ofreció el grupo focal para el logro de los objetivos de la investigación se relacionó con la recolección de muchas opiniones en un reducido número de sesiones, a diferencia de las entrevistas individuales.Numerosas mujeres que presentaron disfunción sexual manifestaron la existencia de barreras que les dificultó la obtención de un cuidado óptimo de la salud o la adquisición de medidas para tolerar la sequedad vaginal, el dolor durante la relación sexual y la disminución del deseo.Los autores destacaron que muchas de las mujeres presentaron recursos sociales y emocionales para soportar la enfermedad; sin embargo, experimentaron culpa, vergüenza y desconcierto, características muy agobiantes, en las personas que tienen diabetes tipo 2.Los hallazgos evidenciaron que el ofrecimiento a las mujeres en el ámbito de la consulta de un espacio de reflexión de temas sensibles para ellas, es adecuado y sugieren la realización de estudios que analicen las diferencias culturales y la influencia de los niveles educacionales.