Resúmenes amplios

HIDROXICLOROQUINA EN COVID-19 LEVE A MODERADA


Shanghai, China
En pacientes internados por enfermedad por el nuevo coronavirus 2019 leve a moderada, la administración de hidroxicloroquina no se asocia con probabilidades significativamente más altas de conversión negativa, respecto de las medidas terapéuticas habituales.

BMJ 369(1849):1-11

Autores:
Xie Q

Institución/es participante/s en la investigación:
Shanghai Jiao Tong University School of Medicine

Título original:
Hydroxychloroquine in Patients With Mainly Mild to Moderate Coronavirus Disease 2019: Open Label, Randomised Controlled Trial

Título en castellano:
Hidroxicloroquina en Pacientes con Enfermedad por Coronavirus 2019 Esencialmente Leve a Moderada: Estudio Abierto, Aleatorizado y Controlado

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.08 páginas impresas en papel A4

Introducción

La enfermedad por el nuevo coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) es causada por el coronavirus 2 del síndrome agudo respiratorio grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS] CoV-2). En el transcurso de 5 meses que siguieron a la descripción de los primeros casos en la China, la enfermedad se propagó por todo el mundo. Al 22 de abril de 2020 se habían comunicado más de 2.5 millones de infectados y 178 000 decesos.

El remdesivir, favipiravir, ribavirina, lopinavir-ritonavir en combinación, y cloroquina (CQ) o hidroxicloroquina (HCQ) han sido algunos de los fármacos administrados a los pacientes, sobre la base de los resultados alentadores observados en los estudios in vitro, y las experiencias terapéuticas favorables en otras enfermedades similares, causadas también por otros coronavirus – SARS-CoV y coronavirus del síndrome respiratorio agudo de Medio Oriente (Middle East Acute Respiratory Syndrome [MERS]). Sin embargo, ninguno de estos resultados favorables se reprodujo en pacientes con COVID-19.

CQ e HCQ son agentes antipalúdicos con actividad antiviral in vitro contra SARS-CoV-2; algunos estudios actualmente en marcha han mostrado hallazgos prometedores. A pesar de los beneficios inciertos de estos fármacos, el tratamiento con CQ e HCQ está recomendado sin aprobación para el tratamiento de COVID-19 en las guías nacionales de China; recientemente, la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos aprobó su uso de emergencia. Se han referido fallecimientos en Nigeria en pacientes que utilizaron sobredosis de CQ porque creían presentar COVID-19.

La retinopatía y los efectos adversos gastrointestinales de CQ e HCQ son bien conocidos, en el contexto del tratamiento de la malaria y ciertas enfermedades reumáticas. En la práctica diaria, HCQ es preferible a CQ por su menor toxicidad, en especial retiniana, y por ser tres veces más eficaz contra la infección por SARS-CoV-2, en comparación con CQ según los resultados de un estudio in vitro reciente. Sin embargo, no se dispone de evidencia a partir de estudios clínicos de buena calidad para el uso de ninguno de estos fármacos para el tratamiento de COVID-19. La realización de este tipo de ensayos  con buena calidad metodológica, se dificulta considerablemente cuando se enfrenta una pandemia con las características de la pandemia actual por COVID-19, en la cual los profesionales de la salud tienen riesgo particularmente elevado de contagio.

El objetivo del presente estudio multicéntrico, abierto, aleatorizado y controlado fue determinar la eficacia y la seguridad de sulfato de HCQ en pacientes adultos con COVID-19.

Pacientes y métodos

El estudio se llevó a cabo entre 11 y 29 de febrero de 2020 en 16 centros asignados por el gobierno de la China a la asistencia de pacientes con COVID-19. Fueron analizados 150 enfermos internados con COVID-19 e incluidos en la población con intención de tratamiento; 75 de ellos recibieron HCQ más las medidas habituales de sostén, y otros 75 enfermos sólo recibieron el tratamiento estándar.

La HCQ se administró en dosis de carga de 1200 mg por día durante 3 días y, luego, en dosis de mantenimiento de 800 mg diarios; el tratamiento se prolongó durante 2 o 3 semanas, en los pacientes con COVID-19 leve a moderada o COVID-19 grave, respectivamente. El criterio principal de valoración fue la conversión negativa de COVID-19 a los 28 días, en la población con intención de tratamiento. Se analizaron los efectos adversos en sujetos que recibieron, como mínimo, una dosis de HCQ. La conversión negativa se definió en presencia de dos pruebas consecutivas con resultados negativos para SARS-CoV-2 separadas por al menos 24 horas, sin presencia de una prueba positiva al final del estudio. En todos los pacientes (18 años o más), la infección por SARS-CoV-2 se confirmó a partir de la detección de virus en muestras del tracto respiratorio superior o inferior con reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa reversa (RT-PCR por su sigla en inglés).

Resultados

Un total de 148 de los 150 enfermos analizados tenían enfermedad leve a moderada y los dos pacientes restantes presentaban COVID-19 grave. La duración promedio del intervalo entre el inicio de los síntomas y la aleatorización fue de 16.6 días (3 a 41 días); 109 enfermos (73%; 56 del grupo control y 53 del grupo con HCQ) presentaron conversión negativa a los 28 días; los 41 enfermos restantes (27%; n: 19  y 22 en el mismo orden) no lograron la negativización de las pruebas virales.

La probabilidad de conversión negativa a los 28 días fue de 85.4% en el grupo de HCQ más tratamiento estándar (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 73.8% a 93.8%), similar a la que se registró en el grupo con sólo tratamiento estándar (81.3%; IC 95%: 71.2% a 89.6%). La diferencia entre los grupos fue de 4.1% (IC 95%: –10.3% a 18.5%).

En la población para el análisis de seguridad, se registraron efectos adversos en 7 de 80 enfermos no tratados con HCQ (9%), en comparación con 21 de 70 (30%) de los pacientes que recibieron HCQ. Los efectos adversos más frecuentes en los enfermos tratados con HCQ fueron la diarrea, presente en el 10% de los enfermos (7 de 70). Dos pacientes asignados al tratamiento con HCQ presentaron efectos adversos graves.

Conclusión

La pandemia de COVID-19 generó y sigue generando esfuerzos significativos para las personas, las comunidades, el sistema de salud, y las autoridades. Hasta la fecha no se dispone de ningún tratamiento aprobado y no existe ninguna vacuna para su prevención. En este escenario, los medios de comunicación suelen alentar el uso de fármacos sin evidencia firme que lo avale e ignorando los efectos adversos asociados.

En el presente estudio en pacientes con COVID-19 esencialmente leve a moderada, la exposición a HCQ se asoció con las mismas probabilidades de desaparición del virus que las asociadas con las medidas generales de sostén. Sin embargo, la incidencia de efectos adversos, en su mayoría gastrointestinales, fue significativamente más alta entre los enfermos que recibieron HCQ. Por lo tanto, los hallazgos en general no avalan la utilización de HCQ en pacientes con COVID-19 persistente leve a moderada.



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