Resúmenes amplios

TRATAMIENTO CON HIDROXICLOROQUINA Y AZITROMICINA EN PACIENTES CON COVID-19


Nueva York, EE.UU.
Se comunican 9 pacientes con COVID-19 que presentaron prolongación del intervalo QT corregido en el electrocardiograma, en el contexto del tratamiento combinado con hidroxicloroquina más azitromicina. Cabe destacar que 5 de ellos tenían QT corregido normal en el electrocardiograma basal, antes del tratamiento.

Nature Medicine 1-2

Autores:
Chorin E

Institución/es participante/s en la investigación:
New York University School of Medicine

Título original:
The QT Interval in Patients with COVID-19 Treated with Hydroxychloroquine and Azithromycin

Título en castellano:
Intervalo QT en Pacientes con COVID-19 Tratados con Hidroxicloroquina y Azitromicina

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.75 páginas impresas en papel A4

Introducción

Durante la presente pandemia de enfermedad por el nuevo coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) se han registrado más de 1.6 millones de infectados y más de 95 000 muertes hasta el 10 de abril de 2020. Si bien todavía no se dispone de drogas eficaces para la prevención o el tratamiento de la enfermedad por el nuevo coronavirus asociado con síndrome agudo respiratorio grave (severe acute respiratory syndrome [SARS-CoV-2]), un estudio reciente refirió que el tratamiento combinado con hidroxicloroquina y azitromicina (H/A) podría asociarse con efectos favorables en términos de la evolución clínica y la carga viral. Estos hallazgos motivaron que el esquema de H/A fuese adoptado en muchos centros médicos de todo el mundo.

Sin embargo, cada una de estas drogas tiene la capacidad potencial de prolongar el intervalo QT, un trastorno asociado, a su vez, con riesgo aumentado de arritmias graves, como torsades de pointes (una forma de taquicardia ventricular polimórfica), y muerte súbita cardíaca inducida por drogas.

Los autores señalan que en su institución, los pacientes con COVID-19 internados por enfermedad del tracto respiratorio inferior, como tos sin resolución, infiltrados pulmonares en la radiografía de tórax y fiebre persistente, en presencia o ausencia de desaturación de oxígeno en sangre, son tratados con H/A. El objetivo del presente estudio fue revisar las historias clínicas de pacientes con COVID-19 para identificar los posibles cambios en el intervalo QT corregido (QTc) en una muestra consecutiva de 84 pacientes tratados con esta combinación de fármacos.

Métodos

Los pacientes recibieron hidroxicloroquina y azitromicina durante 5 días; la primera se indicó en dosis de 400 mg dos veces por día el primer día, seguidos de 200 mg dos veces por día, en tanto que la azitromicina se indicó en dosis de 500 mg por día. El electrocardiograma (ECG) de control para la valoración de los cambios en el QTc se realizó luego de 4.3 días en promedio de exposición a H/A.

Resultados

Se comprobó prolongación del QTc, respecto de los registros basales, de 435 ± 24 ms a un valor máximo promedio de 463 ± 32 ms (p < 0.001 en pruebas de la t). El hallazgo se observó a los 3.6 ± 1.6 días de tratamiento con H/A. En un subgrupo de estos 9 enfermos (11%), el QTc estuvo gravemente prolongado a más de 500 ms, un factor establecido de riesgo de aparición de arritmias malignas y de muerte súbita cardíaca. En este grupo de alto riesgo, el QTc se prolongó de un promedio basal de 447 ± 30 ms, a 527 ± 17 ms (p < 0.01 en pruebas de la t). No se registró ningún caso de torsades de pointes. Cuatro pacientes fallecieron por falla de múltiples órganos, sin arritmia ni prolongación del intervalo QTc. Sesenta y cuatro pacientes permanecían internados al momento del estudio y 16 habían sido dados de alta.

Conclusión

Sólo en un estudio a pequeña escala en pacientes con infección por SARS-CoV-2 se sugirió la eficacia del tratamiento con H/A. Sin embargo, en un trabajo anterior con voluntarios sanos, la administración de esta combinación de drogas se asoció con prolongación leve del QTc. Los resultados del presente estudio confirman que en pacientes con COVID-19, el tratamiento con H/A puede inducir prolongación significativa del QTc; estas discordancias podrían obedecer a las características basales de los enfermos, incluida la presencia de comorbilidades subyacentes y la gravedad de la enfermedad. De hecho, las recomendaciones vigentes sugieren que en los pacientes con COVID-19 potencialmente aptos para recibir tratamiento con H/A debe realizarse ECG de rastreo. En el presente estudio, sin embargo, 5 de los 9 enfermos que presentaron prolongación grave del QTc en el contexto del tratamiento con H/A tuvieron QTc normal antes de la terapia. Por lo tanto, estos enfermos deberían ser sometidos a ECG seriados; la recomendación es más aplicable aún en los pacientes con comorbilidades y en los sujetos que reciben, de manera simultánea, otras drogas que pueden prolongar el QTc.



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