Resúmenes amplios

SUPERIORIDAD DEL LEVETIRACETAM EN NIÑOS CON EPILEPSIA FOCAL NO LESIONAL


Yamanashi, Japón
La monoterapia con levetiracetam puede ser eficaz en pacientes pediátricos con diagnóstico reciente de epilepsia focal no lesional. En dichos casos, el levetiracetam fue más eficaz y mejor tolerado en comparación con la carbamazepina.

Neuropediatrics 49(2):135-141

Autores:
Kanemura H, Sano F, Aihara M

Institución/es participante/s en la investigación:
University of Yamanashi

Título original:
Effect Of Levetiracetam Monotherapy In Nonlesional Focal Childhood Epilepsy

Título en castellano:
Efecto de la Monoterapia con Levetiracetam en Pacientes con Epilepsia Focal no Lesional de la Infancia

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.69 páginas impresas en papel A4

Introducción y objetivos

El tratamiento de los niños con epilepsia focal benigna debe incluir el empleo de drogas antiepilépticas que permitan controlar las crisis sin generar efectos adversos significativos. Esto es especialmente importante si se considera que las crisis epilépticas asociadas con este cuadro son autolimitadas y benignas. A partir de 2006 se cuenta con drogas antiepilépticas nuevas como el levetiracetam que presentan un perfil de seguridad y tolerabilidad más favorable en comparación con las drogas antiepilépticas clásicas. En consecuencia, su empleo puede resultar apropiado para la monoterapia inicial de los pacientes con epilepsia.

El levetiracetam fue aprobado en Japón para el tratamiento complementario de los niños de 4 años en adelante con crisis parciales. La droga también se encuentra aprobada para la monoterapia de los pacientes de 4 años en adelante con epilepsias localizadas. En comparación con los fármacos antiepilépticos clásicos como la carbamazepina o al ácido valproico, el levetiracetam tiene un nivel inferior de toxicidad. Además, no es metabolizado a nivel hepático. Estas características lo convierten en un fármaco adecuado para la monoterapia inicial de los niños con epilepsia focal benigna. Sin embargo, el levetiracetam puede afectar la conducta y aumentar el riesgo de suicidio. Hasta el momento no se cuenta con estudios concluyentes sobre la eficacia y la seguridad de la monoterapia con levetiracetam en niños con epilepsia.

El presente estudio se llevó a cabo con el objetivo de comparar la eficacia y la tolerabilidad de la monoterapia inicial con carbamazepina o levetiracetam en niños con epilepsia focal no lesional.

Pacientes y métodos

Participaron pacientes ambulatorios con epilepsia focal benigna atendidos en un hospital universitario. Los cuadros observados incluyeron la epilepsia benigna de la infancia con espigas centrotemporales (BCECTS; benign childhood epilepsy with centrotemporal spikes), el síndrome de Panayiotopoulos (SP) y la epilepsia no lesional del lóbulo frontal (ELF), entre otros cuadros. El tratamiento inicial consistió en la monoterapia con carbamazepina o levetiracetam. Los casos fueron evaluados de manera retrospectiva. Solo se consideraron aquellos casos para los cuales se contaba con información correspondiente a 12 meses de seguimiento.

Los autores recabaron información sobre los antecedentes familiares y personales de los pacientes. También se llevaron a cabo exámenes neurológicos y se analizó la información demográfica, diagnostica y clínica obtenida antes del inicio de cada tratamiento. Durante el primer mes, las evaluaciones de seguimiento tuvieron lugar con intervalos semanales. Luego fueron más espaciadas. El tratamiento con carbamazepina tuvo lugar mediante la administración de dos tomas, con una dosis inicial de 3 mg/kg/día. La dosis fue incrementada según la necesidad clínica hasta un máximo de 20 mg/kg/día. En cuanto al levetiracetam, también se emplearon dos tomas diarias con dosis iniciales de 5 mg/kg/día. En este caso, se permitió el incremento paulatino de las dosis hasta un máximo de 60 mg/kg/día. Antes del inicio del tratamiento se solicitó el registro de la frecuencia, el tipo y la duración de las crisis por parte de los padres o los cuidadores de los pacientes. Dicha información fue detallada en un registro diario.

La respuesta al tratamiento con drogas antiepilépticas fue clasificada según la cesación y el control completo, la respuesta o disminución del 50% de la frecuencia de las crisis y la respuesta mínima o disminución del 25% al 50% de la frecuencia de las crisis. La ausencia de respuesta se definió ante la disminución menor del 25% o el aumento menor del 50% de la frecuencia de las crisis, en tanto que la exacerbación tuvo lugar ante un aumento del 50% de dicha frecuencia. La ausencia total de crisis se definió si no se observaron episodios durante un período mayor de seis meses. Los pacientes fueron considerados con buena respuesta en presencia de cesación completa de las crisis o respuesta al tratamiento.

La tolerabilidad del tratamiento fue evaluada según la aparición de eventos adversos y su gravedad. Los cuadros se consideraron graves ante la necesidad de interrumpir el tratamiento, por ejemplo, en presencia de erupciones cutáneas o aumento ponderal con ansiedad intolerable. El cumplimiento terapéutico fue analizado de acuerdo con la información recabada en los exámenes clínicos y la medición del nivel sérico de carbamazepina. En cada consulta se evaluó el efecto del tratamiento sobre las crisis, la aparición de eventos adversos, la dosis empleada, la necesidad de modificar el esquema terapéutico y sus motivos, el cumplimiento del tratamiento y, en ocasiones, los niveles séricos de las drogas.

El análisis estadístico de los datos obtenidos fue realizado mediante el programa SPSS, versión 19. Las diferencias entre los grupos fueron analizadas mediante la prueba de chi al cuadrado o la prueba exacta de Fisher al tratarse de variables discretas, y mediante un análisis de varianza con corrección de Bonferroni al tratarse de variables continuas.

Resultados

Los autores evaluaron la información correspondiente a 183 niños con epilepsia focal no lesional que recibieron monoterapia con carbamazepina durante al menos 12 meses. El grupo tratado con levetiracetam estuvo integrado por 46 niños con epilepsia focal no lesional de inicio reciente que recibieron monoterapia durante al menos 12 meses. Todos los pacientes que recibieron carbamazepina presentaron concentraciones terapéuticas de la droga.

La edad media de inicio de la epilepsia fue de 5.3 años en ambos grupos. No se observaron diferencias entre los grupos al evaluar la distribución de los integrantes según el sexo. En este sentido, el grupo tratado con carbamazepina incluyó 96 varones y 87 mujeres, en tanto que en el grupo tratado con levetiracetam se incluyeron 25 varones y 21 mujeres. El 47% y el 60.9% de los pacientes tratados con carbamazepina y levetiracetam, respectivamente, presentaron un cuadro de BCECTS. El SP se observó en el 16.9% de los pacientes que recibieron carbamazepina y en el 21.7% de los tratados con levetiracetam. La ELF tuvo lugar en el 8.2% de los pacientes tratados con carbamazepina y en el 8.7% de los que recibieron levetiracetam. Finalmente, no fue posible clasificar la epilepsia en el 27.9% de los enfermos tratados con carbamazepina y en el 8.7% de los pacientes tratados con levetiracetam. Este último cuadro fue significativamente más frecuente en el grupo que recibió carbamazepina. No se hallaron diferencias significativas entre ambos grupos al comparar la frecuencia del resto de los síndromes.

El 68.9% de los pacientes que recibieron carbamazepina alcanzaron la ausencia completa de crisis epilépticas al finalizar el período de 12 meses de tratamiento. La disminución de la frecuencia de las crisis mayor del 50% tuvo lugar en el 2.2% de los individuos tratados con carbamazepina. En el grupo tratado con levetiracetam se observó la ausencia total de crisis en el 80.4% de los casos al cumplirse 12 meses de tratamiento, en tanto que el 8.7% de los enfermos presentaron una disminución de la frecuencia de las crisis mayor del 50%. El índice de eficacia fue significativamente superior en el grupo tratado con levetiracetam. No obstante, los grupos no difirieron significativamente al evaluar la frecuencia de ausencia de control de las crisis. Debe destacarse que no se hallaron diferencias entre la carbamazepina y el levetiracetam al evaluar la eficacia en presencia de BCECTS. Tampoco se hallaron diferencias significativas entre los grupos ante la consideración del grupo de pacientes que lograron la ausencia completa de crisis.

El 29.5% y el 8.7% de los pacientes tratados con carbamazepina y levetiracetam, respectivamente, presentaron eventos adversos. La interrupción del tratamiento con carbamazepina tuvo lugar ante la aparición de erupciones cutáneas, neutropenia y aumento del nivel de enzimas hepáticas. Sólo un paciente tratado con levetiracetam abandonó la droga debido a la aparición de agresividad. La evaluación neurocognitiva de los individuos tratados con levetiracetam no indicó un deterioro. La frecuencia de eventos adversos fue significativamente inferior entre los pacientes que recibieron levetiracetam en comparación con quienes fueron tratados con carbamazepina. No se halló una correlación entre el nivel plasmático de levetiracetam y la tasa de reducción de crisis epilépticas.

Discusión

De acuerdo con los resultados obtenidos, la monoterapia con levetiracetam puede ser eficaz en pacientes pediátricos con diagnóstico reciente de epilepsia focal no lesional. En dichos casos, el levetiracetam fue más eficaz y mejor tolerado en comparación con la carbamazepina. Este hallazgo coincide con lo informado por otros autores. En consecuencia, el levetiracetam debería ser considerado para el tratamiento de los niños con epilepsia focal no lesional que requieren este tipo de intervención.

Los autores consideran que el levetiracetam es una droga eficaz y bien tolerada para los niños con epilepsia de inicio reciente. Asimismo, el levetiracetam tendría un perfil de tolerabilidad superior en comparación con las drogas antiepilépticas clásicas diferentes de la carbamazepina. Por lo tanto, su empleo puede ser útil como primera opción terapéutica en pacientes pediátricos con epilepsia de inicio focal, por ejemplo, en caso de epilepsia focal idiopática de la infancia. Este cuadro incluye la BCECTS y el SP.

A la hora de escoger la droga antiepiléptica a administrar, se recomienda considerar diferentes variables más allá de la eficacia. En el caso del levetiracetam, los autores destacaron que la droga puede provocar efectos adversos conductuales, lo cual debe ser tenido en cuenta según las características del paciente a tratar. Se recomienda la realización de estudios adicionales que permitan obtener más información sobre los beneficios del tratamiento con levetiracetam en niños con epilepsia.

 



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