Resúmenes amplios

ANALIZAN EL EFECTO DE LA CAMINATA REGULAR A VELOCIDAD DE UMBRAL VENTILATORIO EN MUJERES CON DIABETES TIPO 2


Campinas, Brasil
La caminata regular es una estrategia útil para contribuir al control de la glucemia en pacientes con diabetes tipo 2. La velocidad de umbral ventilatorio puede utilizarse como herramienta para determinar la intensidad del ejercicio en estos pacientes.

Diabetes Research and Clinical Practice 93(3):337-343

Autores:
Belli T, Ribeiro LF, Galdino da Silva R

Institución/es participante/s en la investigación:
University of Campinas (Unicamp)

Título original:
Effects of 12-Week Overground Walking Training at Ventilatory Threshold Velocity in Type 2 Diabetic Women

Título en castellano:
Efectos de la Caminata a Velocidad de Umbral Ventilatorio durante 12 Semanas en Mujeres con Diabetes Tipo 2

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
3.33 páginas impresas en papel A4
Introducción
El control de la glucemia es de importancia fundamental para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 (DBT2) y sus complicaciones. Se ha demostrado que el entrenamiento físico es una estrategia eficaz para el control de la glucemia, ya que aumenta tanto el transporte de la glucosa como la sensibilidad del músculo esquelético a la insulina. La caminata es considerada un tipo de ejercicio seguro, accesible y conveniente para las personas con DBT2 que no presentan neuropatía periférica y se trata, además, de un ejercicio que puede ser fácilmente incorporado a la rutina del paciente. De este tipo de actividad participa una importante masa de músculo esquelético, que desempeña un papel relevante en la captación periférica de glucosa y contribuye a mejorar la homeostasis de la glucemia.
A fin de maximizar los beneficios sobre la salud y minimizar los riesgos en los pacientes con DBT2, no sólo debe considerarse el tipo de ejercicio, sino también su volumen, frecuencia e intensidad. Principalmente, se debe poner especial atención sobre la intensidad del ejercicio, dado que se ha postulado que la disminución de la hemoglobina glucosilada (HbA1c) luego del ejercicio regular se predice más adecuadamente por su intensidad que por su volumen. De todos modos, se debe ser cauto con las recomendaciones de ejercicios de alta intensidad que se basan en porcentajes de consumo máximo de oxígeno o de frecuencia cardíaca máxima, ya que pueden desencadenar distintas respuestas fisiológicas individuales.
El umbral ventilatorio es la intensidad de ejercicio por encima del cual la ventilación comienza a incrementarse en forma desproporcionada a la captación de oxígeno. Este factor ha sido considerado como un parámetro directo, simple y útil para la prescripción óptima de la intensidad del ejercicio en pacientes con DBT2. Se ha postulado que la actividad física realizada a umbral ventilatorio en forma aguda reduce la glucemia, mientras que el ejercicio regular a esta intensidad mejora la capacidad aeróbica y la rentabilidad del tratamiento.
La eficacia del entrenamiento a la velocidad del umbral ventilatorio en pacientes con DBT2 aún no ha sido investigada. Por lo tanto, se llevó a cabo un estudio con el fin de evaluar los efectos de la caminata regular a velocidad de umbral ventilatorio sobre la HbA1c, la glucemia, la composición corporal, el estado físico y el perfil lipídico en mujeres con DBT2.
Materiales y métodos
Todas las mujeres que participaron del estudio eran no fumadoras, no llevaban a cabo ninguna actividad física en forma regular y presentaban diagnóstico de DBT2 en tratamiento con dieta o hipoglucemiantes orales. Las pacientes que se encontraban en tratamiento con insulina fueron excluidas del ensayo debido a que éstas suelen presentar un estadio más avanzado de la enfermedad. Asimismo, en todos los casos, se constató la ausencia de complicaciones a largo plazo (retinopatía, microalbuminuria, nefropatía, neuropatía autonómica, neuropatía periférica), así como de una presión arterial mayor de 160/95 mm Hg.
Las participantes fueron divididas en forma aleatoria en dos grupos: un grupo control y un grupo entrenado. Cada grupo estuvo compuesto por 10 y 9 pacientes, respectivamente. No se encontraron diferencias significativas en cuanto a la edad, el peso y el tiempo transcurrido desde el diagnóstico de la enfermedad entre ambos grupos.
Se tomaron las medidas antropométricas de todas las pacientes: la talla con un estadímetro calibrado y la masa y la composición corporal mediante un sistema de impedancia bioeléctrica. Estas medidas fueron tomadas luego de un ayuno de 12 horas, en posición de pie, sin calzado y con ropa ligera. Se calculó el índice de masa corporal y se midió, además, la circunferencia de la cintura.
A continuación, se tomó una muestra de 4 ml de sangre de la vena antecubital, de la cual se analizaron los valores de glucemia, colesterol total, colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad (HDLc) y triglicéridos; también se determinó el colesterol asociado a lipoproteínas de baja densidad (LDLc). Asimismo, se obtuvo una muestra adicional de 2 ml para la determinación de la HbA1c.
Igualmente, se llevó a cabo una entrevista con el fin de evaluar la dieta de cada participante y se recomendaron pautas educativas al respecto para minimizar la variabilidad dietaria entre los grupos.
Se realizaron pruebas de ejercicio gradual en una cinta para correr sin inclinación. Cada sesión comenzó con una velocidad de 1 km/h y se fue incrementando de a 1 km/h cada 2 minutos hasta un límite determinado para cada paciente. Durante el ejercicio, se monitorizó el promedio de ventilación, la captación de oxígeno y la producción de dióxido de carbono y se determinó el umbral ventilatorio. La presión arterial se midió luego de 20 minutos de reposo, antes de comenzar con la sesión de ejercicio y una vez que ésta concluyó.
Por su parte, el protocolo de actividad física incluyó un período de entrenamiento de 12 semanas de duración, con sesiones que se llevaron a cabo 3 veces por semana, en una pista al aire libre de 350 metros y a la velocidad del umbral ventilatorio individual. En la primera semana, las sesiones duraron 20 minutos. La duración se incrementó 10 minutos por semana, hasta llegar a los 60 minutos en la quinta semana, duración que se mantuvo hasta el final del período de estudio. Asimismo, cada 2 semanas, en la última sesión de entrenamiento, se tomaron muestras de sangre capilar de la yema de los dedos antes del ejercicio y después de éste.
Resultados
No se observaron diferencias entre el grupo control y el grupo entrenado en cuanto a las variables de base. El grupo en entrenamiento contó con un buen nivel de cumplimiento, con un 92% ± 2% de asistencia a las sesiones ofrecidas.
La glucemia obtenida en las muestras de sangre capilar antes de la sesión de entrenamiento y después de ésta disminuyó significativamente en el grupo que realizó las sesiones de ejercicio. Además, no se observaron cambios significativos en la glucemia en ayunas antes del período evaluado y después de éste. Sin embargo, el grupo sometido a entrenamiento obtuvo un descenso pronunciado en los valores de HbA1c una vez concluido el período en estudio, mientras que no se observaron diferencias en este valor a nivel basal y a las 12 semanas en el grupo control.
El grupo entrenado obtuvo una reducción más importante en la masa corporal y en el índice de masa corporal luego del período experimental en comparación con el grupo control, mientras que este último obtuvo incremento en la circunferencia de la cintura durante este período. La interacción grupo-tiempo resultó ser estadísticamente significativa para todos estos parámetros.
Mientras que la masa libre de grasa permaneció estable en ambos grupos, la masa grasa y el porcentaje de grasa corporal disminuyó en mayor medida en el grupo en entrenamiento, aunque estos cambios sólo fueron significativos en cuanto al efecto del tiempo. Con respecto al perfil lipídico, una interacción significativa grupo-tiempo fue encontrada para el HDLc, con mayor incremento en el grupo control que en el otro grupo. Por el contrario, ambos grupos mostraron un colesterol total y LDLc más bajos luego de las 12 semanas, pero no se observaron cambios en los niveles de triglicéridos ni de presión arterial en reposo.
En el grupo entrenado, se observó un incremento significativo en la duración del ejercicio, así como una interacción significativa grupo-tiempo para el máximo de captación de oxígeno, con un incremento del 6% en el grupo entrenado contra un descenso del 8% en el grupo control. Además, si bien no se observaron cambios significativos en el máximo de frecuencia cardíaca, se produjo un ligero aumento en la tasa de intercambio respiratorio en ambos grupos luego de 12 semanas. La velocidad del umbral ventilatorio se incrementó en mayor medida en el grupo entrenado, aunque este cambio sólo fue significativo en cuanto al efecto del tiempo.
Discusión
El hallazgo principal del estudio consistió en que un programa de entrenamiento de 12 semanas de duración a velocidad de umbral ventilatorio dio como resultado una mejoría significativa en el control glucémico a largo plazo, en la composición corporal y en la capacidad del ejercicio en mujeres adultas con DBT2. Asimismo, esta intervención no generó efectos relevantes sobre la glucemia en ayunas o sobre el perfil lipídico de estas pacientes.
Los autores postulan que éste fue el primer ensayo en evaluar los efectos crónicos de un programa de entrenamiento supervisado a velocidad de umbral ventilatorio en este tipo de pacientes. Es interesante destacar que la reducción en la HbA1c observada en el grupo entrenado, que fue del 11.6%, es mayor a la encontrada en 2 estudios previos que también habían descrito una mejoría en el control glucémico a largo plazo luego de un programa de caminata en pacientes con DBT2.
Sin embargo, contrario a lo observado en esos estudios, en el presente ensayo no se presentó una reducción de la glucemia en ayunas. Dado que la glucosilación de la hemoglobina depende de la glucemia promedio de los 120 días que dura la vida de los glóbulos rojos, este hallazgo, aparentemente contradictorio, podría tener relación con el efecto agudo que cada sesión de ejercicios tiene sobre la reducción de la glucemia. La reducción de la glucemia capilar promedio observada en las participantes fue del 27%, valor que se encuentra dentro del intervalo adecuado para la práctica de ejercicios que sugiere la American Diabetes Association. Esto avala la seguridad del programa de entrenamiento utilizado.
En concordancia con otros estudios, en el presente ensayo se encontró una reducción de la masa corporal y del índice de masa corporal en pacientes con DBT2 luego del período de entrenamiento. Además, como resultado del ejercicio se observó una mayor reducción en la masa grasa, sin cambios en la masa libre de grasa, lo cual evitó el incremento de la circunferencia de la cintura. Este hallazgo es de gran relevancia si se considera que la circunferencia de la cintura está asociada con tejido adiposo visceral, resistencia a la insulina y complicaciones cardiovasculares en los pacientes con DBT2. En conjunto, estos hallazgos indican claramente un perfil antropométrico más saludable para aquellas participantes que siguieron el programa de entrenamiento.
Muchos estudios que utilizaron programas de entrenamiento con caminata regular han descripto mejorías en el perfil lipídico, que incluyen disminución del colesterol total y del LDLc. En el presente estudio, al final del período evaluado se observó una mejoría en el perfil lipídico de ambos grupos, lo cual podría tener relación con las características de la dieta que no fueron tomadas en cuenta en el protocolo del estudio.
Asimismo, las interacciones significativas grupo-tiempo en el máximo de captación de oxígeno y en la duración del ejercicio corroboran la información derivada de estudios previos e indican que el programa de ejercicios utilizado fue capaz de mejorar la capacidad y tolerancia al ejercicio en las participantes.
Si bien la caminata regular ha sido considerada una terapia complementaria útil en los pacientes con DBT2, se han informado hallazgos discutibles con respecto a los efectos crónicos de este tipo de ejercicio sobre la salud de esta población. Estas discrepancias pueden ser el resultado de las diferencias en los períodos utilizados de entrenamiento, en las frecuencias de ejercicio, la duración y la intensidad de las sesiones y las características de las distintas muestras.
A fin de minimizar las diferencias climáticas que pudieran existir, las pruebas de ejercicio en la cinta para correr y las sesiones de entrenamiento al aire libre se llevaron a cabo, aproximadamente, a la misma hora del día. Además, el programa de entrenamiento se realizó durante la primavera y con condiciones climáticas estables. Aunque estas precauciones no garantizan un ámbito idéntico, las diferencias entre ambos ambientes probablemente sean mínimas. De todos modos, los autores consideran una limitación para el estudio el hecho de que no se haya podido cuantificar en qué medida, en términos fisiológicos, la caminata en la pista difirió de la actividad realizada en la cinta para correr.
El presente estudio ha demostrado que un programa de entrenamiento de caminata regular a velocidad de umbral ventilatorio promueve un notable descenso en la concentración de la HbA1c, además de mejorar la composición corporal y la capacidad del ejercicio en mujeres con DBT2. Dado que las participantes presentaban escasas comorbilidades y una corta duración de la enfermedad, alcanzar estos valores de HbA1c sin episodios de hipoglucemia brindaría una importante reducción en el riesgo de complicaciones microvasculares. Si bien estos resultados destacan la eficacia de un programa de entrenamiento de caminata regular basado en la velocidad de umbral ventilatorio determinada en el laboratorio, otros indicadores (como el nivel máximo de oxidación lipídica) también han sido sugeridos para optimizar la intensidad del ejercicio en pacientes con enfermedades metabólicas. No obstante, la cuestión de qué parámetro es más eficaz o si el procedimiento individualizado es superior al estándar para los pacientes con DBT2 aún es un área de reciente investigación y se requieren más estudios para esclarecerla.
Conclusión
En conclusión, los resultados del presente estudio sugieren que el programa de entrenamiento con caminata regular a velocidad de umbral ventilatorio mejora el control glucémico, la composición corporal y la capacidad de ejercicio en mujeres con DBT2, lo cual avala la importancia de este parámetro como estrategia eficaz para prescribir la intensidad del ejercicio en este tipo de pacientes.


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